El reconocimiento de la existencia de la violencia feminicida de la cual, el número de asesinatos violentos de mujeres es apenas la cúspide visible de un fenómeno grave que llevaba años sin ser atendido
Hoy vivimos un inquietante momento de nuestra historia. Donde todo se confunde, entre el espectáculo y el pragmatismo político, quedando en vilo la confianza y la dignidad.