Laura y Gaby no son musulmanas, no nacieron en Afganistán, ni están sujetas a un régimen Talibán. Son mujeres que en Jalisco denunciaron violencias machistas y eso las convirtió en víctimas de un sistema judicial misógino que decidió que por su “peligrosidad” el Reclusorio Femenil es el lugar en el que ellas tienen que estar.
Hoy en el Senado la cosa es simple, todo es cuestión de números. Y en ese plano el grupo de Morena, PT y Verde tienen mayoría simple para aprobar el Plan B de reformas electorales, con o sin modificaciones.