- Plantea diputada iniciativa para que SMO vigile a empresas e instituciones públicas
- Magaly López: la brecha sirve para expresar la magnitud de la desigualdad
Lorena Vaniezcot
SemMéxico, Oaxaca, 23 de marzo 2020.- Para terminar con la desigualdad salarial entre mujeres y hombres, la diputada local, Magaly López planteó que, por decreto, la Secretaría de las Mujeres Oaxaqueñas (SMO) pueda verificar de manera periódica que las empresas e instituciones públicas y privadas cumplan la garantía de salario igual por trabajo entre mujeres y hombres y, en caso de que no sea así, denunciar el delito de discriminación ante las instancias correspondientes.
La legisladora de Morena dijo que la iniciativa planteada busca replantear la persistencia de brechas salariales de género, como una forma de discriminación económica contra las mujeres y citó a la Organización Internacional del Trabajo, quien sostiene que la brecha salarial de género es de 25 por ciento.
Busca adicionar la fracción XXXIII al artículo 46-C de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Oaxaca, recorriendo la subsecuente, que pasa a ser la fracción XXXIV, para que instituciones y empresas privadas cumplan la garantía de salario igual por trabajo de igual valor entre mujeres y hombres, y en caso negativo denunciar el delito de discriminación ante las autoridades competentes, con el fin de eliminar la brecha salarial de género en el estado de Oaxaca.
La diputada local refirió que el término brecha se utiliza no solamente en referencia al salario, sino para expresar la magnitud de las desigualdades entre los sexos respecto a las oportunidades de acceso, uso y control de los recursos económicos, sociales, culturales y políticos.
La iniciativa plantea que el Informe Mundial sobre Salarios 2018/19: “¿Qué hay detrás de la brecha salarial de género?”, señala que cuando las mujeres participan en el mercado de trabajo, tienden a tener un acceso más limitado que los hombres a oportunidades de empleo de alta calidad.
En general, advierte el informe internacional, la situación laboral no está distribuida equitativamente entre mujeres y hombres: los hombres tienen más probabilidades que las mujeres de convertirse en empresarios; más mujeres que hombres están clasificadas como “trabajadores familiares no asalariados”.
SEM/sj