Lenguaje incluyente, dilema ético, no gramatical

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Desobediencia

Olimpia Flores Ortiz

SemMéxico. Oaxaca. 15 de marzo 2021.- Me encuentro en Facebook este letrero:

Se habla demasiado del famoso “lenguaje inclusivo”; “les persones” “todes” “cuerpa” Y otras tantas expresiones sin sentido, que más que lenguaje inclusivo son estupideces idiomáticas.

David era nuevo en la escuela, iba a cursar el primero de primaria. Durante su primera semana, alguien muy entusiasta anunció que habría una fiesta de cumpleaños para el sábado a la que estaban invitados “todos los niños”. “¡¿Y las niñas nooo?!” Interrogó desde su asiento.

Matías en su primer año de primaria, adornó sus cuadernos con estampas de Frozen. Las niñas se burlaron.

Otro día, el mismo David frente a un puesto de pulseras, escogió una color rosa. La vendedora le dijo que era de niña.

 ¿Tiene o no tiene sentido el lenguaje incluyente?

O mejor esta interrogación: ¿Frente a un problema de ética social, importan más las reglas gramaticales?

La desigualdad y la discriminación son un hecho; así como las violencias que de ellas se derivan. ¿en honor de la regla debo sentirme incluida tácitamente cuando nadie me interpela directamente? ¿Por qué las mujeres son invisibles en las voces plurales y no al revés? ¿Lo que no se nombra existe? Por ejemplo el “feminicidio”, neologismo surgido de la necesidad.   

Lo que no se designa no es visible. ¿cuál es la necesidad de que las mujeres sean invisibles? Luego, si somos nombradas, existimos. Así que el lenguaje no es nada más un mecanismo para nombrar, sino para connotar existencia. Y junto con nosotras, la de todos aquellos cuerpos disidentes de la norma binaria de la heterosexualidad.

La exclusión de las mujeres ha sido política; desaparecidas de la vida pública, no contamos, porque no existimos; o por lo menos no con autonomía, no por nosotras mismas, pues el hombre-patrón, propietario habla por nosotras y nos representa. ¿Para qué nombrarlas si todas las mujeres de la casa le pertenecen?

Pero las condiciones han cambiado, las mujeres tienen ahora más presencia pública, y hacen política. ¿Tendría sentido seguir sin nombrarlas? Pregunto.

Nombrar es un proceso inacabable, porque inacabable es el proceso creativo. Se nombra lo que se tiene que nombrar, todo lo cognoscible. Pero la organización de las palabras, no es neutral, el lenguaje se construye políticamente. Volverlo incluyente, es una búsqueda, a veces torpe y rígida, tal vez chocante. Pero el lenguaje en la búsqueda irá dando de sí, porque tendrán que ser nombradas las nuevas realidades que son plurales, no binarias y mucho menos excluyentemente masculinas.

La disidencia del feminismo y de los movimientos que disienten de la heteronorma, van construyendo su casa en el propio lenguaje y naturalmente tienen que romper con reglas gramaticales. El lenguaje aprenderá.

Porque el lenguaje, no es de la Academia, es común, se hace cada vez por cada quien en todo momento y circunstancia. La gramática no es por lo tanto inamovible. Los usos del lenguaje son antes que las reglas del lenguaje y la retórica se va encontrando a sí misma.

Así que hay que irle buscando y viendo como nos acomodamos mejor al hablar de modo incluyente. No le tengamos miedo, es un trabajo personal sobre el habla propia que refleja una postura política frente a una necesidad ética.

Las mujeres somos humanas y no humanos y es el lenguaje el que tendrá que irse alineando a ello y no al revés; la pluralidad para existir debe ser nombrada. Realidad no visible no puede ser transformada. La desigualdad de las mujeres y sus violencias son una realidad, de la que no puede ser cómplice el lenguaje. Nombremos todo.

Y tengamos claro que el dilema es ético, es político y no es gramatical.

En Facebook también encontré esto:

Defender nuestrxs cuerpxs como primer territorio de defensa. Nuestros espacios como nuestro primer territorio, incluirnos y organizarnos desde la comunidad…

Me parece que dice justo lo que tiene que decir como lo tiene que decir, ni más ni menos.

https://www.facebook.com/OlimpiaFloresMirabilia

Twitter: @euphrasina  (amor por la elocuencia)

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