No discuto con mujeres

Fecha:

Compartir:

Textura Violeta

Por Drina Ergueta

SemMéxico. La Paz-Bolivia. 3 de agosto de 2021.- Durante una sesión del senado boliviano, hace unos días, el senador del partido de gobierno (Movimiento al Socialismo – MAS) Hilarión Padilla se negó a debatir con Andrea Barrientos, jefa de bancada del partido opositor (Comunidad Ciudadana – CC), porque dijo: “A mí no me gusta discutir con señoras. Yo respeto a mi mamá (…) entonces, no tengo por qué discutir con la hermana (senadora) porque al final es mujer. Yo no voy a pelear”. La aludida rechazó su machismo y anunció su denuncia formal.

Es de “hombres” negarse a debatir, a discutir e, inclusive, a deliberar con una mujer. Es una forma de mandar a callar a quien no es considerada su igual en el ejercicio de exposición de ideas, allí hay desprecio por mucho paternalismo o galanteo que se observe.  Es algo que viene de lejos en la cultura occidental global y de ello habla Mary Beard, catedrática en literatura, que recuerda que ya en La Odisea aparece Telémaco haciendo callar a su madre Penélope porque lo hacía en público y con autoridad.

Si se toma como tal que en el pasado andino el pensamiento estaba regido por la dualidad chacha-warmi (hombre-mujer) en todos los aspectos de la vida, como defiende el MAS, que las mujeres no hablen en público es entonces parte de nuestra cultura patriarcal y que llegó con la colonia. Sería, entonces, parte de la colonización contra la que lucha el MAS y también los movimientos indianistas muy masculinizados.

Este tema es atributo también de otras fuerzas y posturas políticas que, cuanto más a la derecha están, suelen ser más explícitas en su machismo: allí está el fugado y preso ex ministro Arturo Murillo diciéndole en el oído lo que tiene que decir a la ex presidenta Jeanine Áñez y las tantas expresiones machistas y misóginas de políticos nacionales y regionales.

Beard recuerda que “no solo se trata de excluir a las mujeres del discurso público, sino también de exhibir esta exclusión” y esto porque, dado que la voz de autoridad es masculina, hacer callar a una mujer o simplemente negarse a escucharla es una exhibición de masculinidad machista. Señala que a las mujeres sólo se les es permitido hablar en público en calidad de víctimas y lo hacen para hablar asuntos considerados de mujeres (familia, hijos, maridos, otras mujeres), siendo abominable que toquen temas que implican a toda la sociedad.

Beatriz Pañeda Murcia, en una reseña, recuerda que las mujeres míticas citadas por Beard “inspiraron la concepción de la femme fatale decimonónica, mujer perversa que con sus artes de seducción es capaz de dominar al hombre y conducirlo a la perdición”, mientras que las mujeres que han conseguido hacer valer su voz públicamente, que hasta nuestros días han ocupado puestos de poder, en muchos casos han sido caracterizadas como andróginas, ya que han adoptado las formas de hacer masculinas.

Así, en la cultura machista, a las mujeres que hablan en público se las califica finalmente, o de inicio, de putas o de marimachos o no-mujeres, y son los primeros insultos que a un hombre se le ocurre lanzar cuando no tiene capacidad de hablar o debatir públicamente con una mujer ¿A eso se refiere el senador Padilla, cuando dice que por respeto a su madre no peleará con una mujer? No tiene que pelear, señor, hable, argumente, defienda su posición, muestre que la otra persona no tiene razón y hágalo con respeto y, así, usted quedará muy bien, también su partido y quienes le han votado.  

Hay que cambiar ese pensamiento colonial; hay ironía, pero es en serio. El MAS (cuyos militantes aplaudieron chistes y expresiones machistas de su líder Evo Morales, no sancionaron a quienes con representación pública cometieron actos de violencia machista y otros) ofrece este tema como motivo continuo para ser atacado desde otras posturas políticas, pese a que también tienen lo suyo. Tanto es así que, de hecho, una de las rémoras que cargan como sello de presentación es el machismo. Ya es hora de hacer algo, podrían comenzar con sancionar a Padilla.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí



Artículos relacionados

El mal manejo del gobierno en la pandemia costó la vida a 800 mil mexicanas y mexicanos

Los indicadores sobre el impacto de la pandemia en México son devastadores y por eso inocultables: más de 800 000 muertes en exceso (una de las tasas más altas del planeta), 511 mil fueron causadas directamente por el Covid-2 y las otras 300 mil por desatención

Marcela Delgado, una mujer que lucha por la libertad de prensa y el periodismo local de servicio público

Marcela Delgado dirige el medio local San Carlos Digital, donde ha asumido un compromiso absoluto con la libertad de prensa y el periodismo de servicio local.

Argentina: gobierno de Milei desmantela programa de prevención del embarazo adolescente

Después de suspender programas dirigidos a mujeres víctimas de violencia, prohibir la perspectiva de género en la administración pública y amenazar con derogar la ley de aborto, el gobierno del presidente argentino, Javier Milei, anunció a inicios de abril el desmantelamiento del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (Enia), cuyos resultados lo habían convertido en una referencia en América Latina.

Misógino el Gobierno federal exhibe datos personales de María Amparo Casar Pérez, violando la Constitución y cuestionando la pensión de viudez

El INAI investiga cómo el gobierno federal viola la ley de datos personales; y Xóchitl Gálvez, afirma que Ma. Amparo es objeto de acoso