- De marcha de mujeres a carnaval GBTTTIQ, acusan
- Responsabilizan al movimiento Pan y Rosas de confrontar a las mexicanas por “inclusión forzada”
Guadalupe López García
SemMéxico, Ciudad de México, 7 de marzo de 2022.- Lesbianas feministas socialistas decidieron retirarse de la coordinación 8M, la cual prepara la marcha por el Día Internacional de la Mujer en esta ciudad, con el argumento de que esta busca acabar con el movimiento de mujeres y convertirlo en “un mercado más de la diversidad sexual y eliminar al feminismo transmutándolo en queerismo (doctrina Queer)”.
La Asamblea Amplia Organizadora de la Marcha #8M agrupa a sindicatos, partidos de izquierda (reformistas), organizaciones no gubernamentales, políticas e independientes, así como el movimiento Pan y Rosas. Este último, indican, es el que ha adquirido más influencia en la coordinación colectiva en los últimos años, por lo que logró convencer a sindicatos y organizaciones pequeñas de que la marcha de mujeres tenía que diversificarse y ampliarse a otros sectores sociales, como el GBTTTIQ (gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti, queer), BDSM (bondage, dominación, sadismo y masoquismo), no binario, etcétera.
En el comunicado “De marcha de mujeres a carnaval GBTTTIQ, bajo el liderazgo de Pan y Rosas”, firmado por Yan María Yaoyólotl, indican que lo anterior viola flagrantemente el principio de autonomía política que debe regir a todos los movimientos sociales, y que ahora se ha dado una mezcolanza de realidades diferentes, característica del pensamiento posmoderno neoliberal, particularmente del queer, con el propósito de confundir y desorientar para desmovilizar a los movimientos sociales.
Destacaron que la marcha del 8 de marzo, día de las mujeres trabajadoras, ha sido convertida en un carnaval GBTTTIQ-BDSM-NoB+ y de la diversidad sexual. Pan y Rosas ha despojado a las mujeres de la marcha, ha impuesto su visión queer de la lucha social y de la lucha de clases, además de que se logró incluir a muchas organizaciones que son misóginas por acción u omisión y muchas antifeministas, señalaron.
Esa inclusión forzada, puntualizaron, “representa una agresión abierta contra las mujeres mexicanas, porque estas siempre han respetado los espacios y actividades GBTTTIQ y trans, pero ahora Pan y Rosas abrió un espacio de enfrentamiento entre ambos. ¿Cuál es su propósito de enfrentar a los hombres GBTTTIQ contra las mujeres? ¿Para quién trabaja Pan y Rosas, para el socialismo o para el neocapitalismo?
Los grupos mencionados ya cuentan con su marcha en el mes de junio, pero nunca les ha interesado la lucha de las mujeres, ni han peleado por sus demandas ni siquiera apoyado desde lejos.
Pan y Rosas, continuaron, sabe que las expresiones de enojo y coraje de las jóvenes radicales, autonomistas, separatistas y de izquierda radical en las marchas del 8 de marzo se deben al despojo de los pocos espacios que las mujeres habían conquistado: espacios físicos, discursivos, de análisis y de identidad; entonces, ¿con qué derecho despojan los queer-transgénero a las mujeres y feministas de una marcha que iniciaron en la década 80 un puñado de mujeres contra todo el sistema patriarcal, del cual, ahora, ellos forman parte?, se preguntan, por lo que llamaron a recuperar el feminismo y la marcha del 8 de marzo para las mujeres.
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