Los feminicidas son “como bestias, lo peor de la humanidad”: Zoila Bengochea

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* Este sábado 9 de abril se cumplen 9 años del feminicidio de Dafne Carreño Bengochea, su agresor recibió la primera sentencia por este tipo penal

* El proceso sigue, por falta de ética los defensores han prolongado el caso

Soledad Jarquín Edgar

SemMéxico, Oaxaca, 8 de abril, 2022.- No se puede vivir con esta maldita soledad, dice Zoila Bengochea Espitia, madre de Dafne Denisse Carreño Bengochea, asesinada un 9 de abril de 2013 por Alejandro Enrique Rivera López, sentenciado a 78 años de prisión en 2017.

Esa fue una sentencia para la historia judicial de Oaxaca al ser la primera emitida por feminicidio en la entidad, luego que en octubre de 2012 había entrado en vigor el tipo penal, sin embargo, todavía no termina el largo litigio; el sentenciado apeló, pero la sentencia quedó firme, en segunda instancia, los años de prisión fueron ajustados a 74 y algunos meses y se determinó el pago de la reparación del daño, que no había sido contemplado en la primera instancia.

Luego siguió otro periplo judicial, tras un amparo directo del procesado. La carpeta fue a dar hasta la ciudad de Saltillo, Coahuila, y llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación de donde regresó a Oaxaca. 

El año pasado determinaron reponer parte del procedimiento, es decir un careo entre el procesado y dos testigos mujeres y un hombre. Finalmente, la jueza determinó no llevar a cabo ese proceso, porque se estaban violando los derechos de la madre de la víctima, como dejaron claro las abogadas de Consorcio Oaxaca. Hoy están a la espera de otro paso por parte de la defensa, dice la abogada Lourdes López Velasco, de Consorcio Oaxaca, quien espera que “nada haga tambalear lo que han avanzado”.

Nueve años después del asesinato que terminó con la vida de su hija esto no termina. 

Zoila Bengochea, durante estos nueve años, ha seguido puntualmente el proceso judicial, toca puertas, exige, grita, llora. El costo es grande, enfermedades físicas y emocionales le marcan su día a día y se traducen en depresión, insomnio y ansiedad, así como dolores inexplicables en su cuerpo, dice mientras recuerda: “mi Dafne cumplió 30 años el pasado 12 de marzo, porque para mí sigue cumpliendo años porque está viva en mi corazón”.

Cuando Alejandro Enrique Rivera López asesinó a Dafne, ella tenía 21 años. Él llegó al departamento de ella y tras una discusión la asesinó agrediendo su cuerpo con un cuchillo en repetidas ocasiones. Vecinas y vecinos escucharon, lo vieron con el arma en la mano mientras el cuerpo de ella yacía en el suelo. Salió huyendo, alguien había alertado a la policía municipal de Oaxaca de Juárez que lo persiguieron, lo acorralaron y cuando lo iban detener, los policías vieron cómo se producía pequeñas heridas, una de ellas en el cuello, nada que pusiera en riesgo su vida, dijeron.

Alejandro me privó del derecho de tener a mi hija, de recibir sus abrazos, de quizá un día ser abuela, agrega la madre de Dafne, quien asegura que los feminicidas son “como bestias, son lo peor de la humanidad”.

Usan su dinero para comprar la justicia

Por muchas vías la familia intentó salvar a Alejandro Enrique, afirman a SemMéxico, tanto Zoila Bengochea como Yesica Sánchez Maya, directora de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, quienes han acompañado a Zoila en este largo proceso en busca de justicia para Dafne.

La abogada y defensora de derechos humanos explica que la familia del feminicida trató de impedir que la sentencia se diera, pagaron miles o millones de pesos. Promovieron un amparo directo aduciendo que el tipo penal de feminicidio era inconstitucional, porque era más grave asesinar a los padres o cualquier otra persona que no fueran mujeres, se exhibió el machismo y la misoginia, la misma con la que han querido revertir la sentencia histórica, incluso por muchas vías han tratado de “desacreditar” a la víctima.

Zoila Bengochea agrega que con “su maldito dinero” buscaron salvar al feminicida de la cárcel, querían “comprar la justicia”, y ahora pagan amparos tras amparos. Alejandro Enrique está preso, “aunque vive en el penal como si estuviera en un hotel. Viste bien, con tenis de marca, hace ejercicio, come tres veces al día y hasta pagan para protegerlo. Mucho tiempo estuvo en áreas alejado del resto de las personas en reclusión. Su castigo es el encierro, aun así, ha seguido su vida como si nada, tiene una pareja, es papá”.

El pretexto de los derechos humanos sirve para alcahuetear a los feminicidas, refiere y recuerda que Dafne ya no está. “Ahora dice que él no la mato”, pero los testigos lo señalan. “Asegura que fue mi hija quien lo agredió, pero los policías lo vieron autolesionarse. Lo que pasa es que no tiene suficientes… es cobarde”.

“Bien, si él no la mató, entonces que me devuelva a mi hija viva”, dice en tono retórico.

Debilidad en el sistema judicial

Yésica Sánchez Maya sostiene que el caso de Dafne refleja una gran debilidad que tiene el sistema de justicia, explica en referencia a los amparos interpuestos por la defensa que buscan sorprender la buena fe de los órganos judiciales, pero es claro, que se trata de una injusticia que prolonga el sufrimiento de la víctima directa, que es Zoila Bengochea.

“Las madres de las víctimas de feminicidio lo que quieren es justicia. No pueden colocar sus pensamientos y su corazón en otro espacio hasta que no la obtengan. Para Zoila han sido nueve años en que no puede tener ese derecho y no se puede descolocar de ese lugar, lo que va en detrimento de su salud”, dice Sánchez Maya. 

Lo que han hecho los abogados del feminicida es alargar el proceso cuando al feminicida lo detuvieron en el lugar de los hechos, las y los vecinos lo escucharon y lo vieron, hay diversas personas que fueron testigos de la herida que el mismo se hizo pretendiendo culpabilizar a Dafne.

Por ello, prolongar el proceso es no actuar ni con ética ni con responsabilidad por parte de los abogados quienes tratan de exculpar al feminicida y no dan paso a la reparación del daño al que tiene derecho la madre de la víctima y, por otro lado, siguen cuestionando la vida de Dafne, acciones que define como misóginas y machistas.

Este sábado 9 de abril se cumplen nueve años del feminicidio de Dafne. Zoila, su madre, prepara un acto litúrgico, dice que pasara el día con su familia, que no ha estado bien de salud, pero que se repondrá porque tiene mucho que hacer para que la justicia llegue.

SEM/sj

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