- Los califica de “pecados aberrantes”, y compara nuestro país con Sodoma y Gomorra, durante Jornada de Oración por la Paz convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano en todo el país.
América Juárez Navarro
SemMéxico, Morelia, Michoacán, 25 de julio del 2022.- El obispo auxiliar de Morelia, Herculano Medina Garfias, calificó de «pecados aberrantes el lesbianismo y homosexualidad”, durante la misa realizada este domingo en la Catedral de esta ciudad, por Jornada de Oración por la Paz ante los asesinatos y desapariciones en el país, los cuales atribuyó a la comunidad LGTB+.
Al celebrar la ceremonia eucarística como parte de la Jornada de Oración por la Paz, que se lleva a cabo este domingo 24 de julio en todas las iglesias del país, a convocatoria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) por la justicia, la reconciliación y la paz, el obispo promovió ante los fieles un discurso contra la comunidad LGTB+, a quienes comparó con Sodoma y Gomorra, ahí también, dijo, se practicaba el homosexualismo, que es la causa de la violencia.
«En las sociedades de Sodoma y Gomorra se practicaban pecados aberrantes como es la homosexualidad y el lesbianismo, también esos pecados hoy en día han proliferado en nuestra patria y el mundo entero, hoy no se le quiere llamar pecado a la conducta que no va de acuerdo con la naturaleza y la voluntad de Dios», dijo.
Pidió orar para no aceptar como normal lo que es un pecado, ya que agregó que el lesbianismo y la muerte de inocentes son conductas que alejan a la persona de su naturaleza y de la voluntad de Dios.
Desde el altar en la Catedral de Morelia, expresó que hay otros pecados, tales como la muerte y retener salario a los trabajadores, a estos los llamó “pecados de injusticia”, sin embargo, fue menos enfático al abordarlos.
“Hay otros pecados que claman al cielo, como es la muerte a los inocentes, retener el salario a los trabajadores, sin pagarles lo justo, también hay pecados que explotan a los huérfanos y viudas, y por eso había determinado en el testamento destruir estas ciudades, porque el pecado se había desbordado y lo que había creado, en orden, en gracia y todo esto se vive en nuestro país, estados y ciudades”, indicó.
Agregó que lo que se vivía en Sodoma y Gomorra es todo lo que hoy se vive en nuestro país, estados y ciudades, de ahí la necesidad de intensificar la oración, “el tipo de oración necesitamos hacer para alcanzar de Dios la gracia y misericordia”, expresó.
La Jornada de Oración por la Paz, convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, exhorta en todas las misas a celebrarse en julio hacer memoria de todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que han sido asesinados en el país y colocar fotografías de estos hombres y mujeres que han dado su vida por el pueblo de Dios y han recibido la muerte violenta.
A celebrar misas o realizar oraciones comunitarias en lugares significativos que representen a todas las personas que han desaparecido o sufrido una muerte violenta, sean homicidios dolosos, feminicidios, activistas sociales o cualquier otra persona en situación de exclusión o vulnerabilidad.
En las eucaristías del día 31 de julio se pide por los victimarios, se ore por sus vidas y la conversión de sus corazones; además de que, en cada Diócesis, Congregación Religiosa o Parroquia, se definan las acciones a emprender para abonar al camino para la paz, como son horas santas y procesiones por la paz.
SEM/MG