- Presentar una demanda por pensión alimentaria es enfrentar violencia institucional, con autoridades y funcionarios solapadores, leyes, abogados y jueces sin perspectiva de género. Es la aduana burocrática por la que pasan madres solteras que buscan hacer válidos sus derechos.
Carla González
SemMéxico/ElSoldeMazatlán, Mazatlán, Sinaloa, 5 de septiembre del 2022.- No hubo forma, procedimiento o ley que hiciera que la expareja de Deneb «G» aportara la pensión económica del hijo que tienen en común. Durante casi ocho años esta mujer originaria de Oaxaca enfrentó a la burocracia, a la violación institucional y a un desgaste emocional y psicológico sin tener éxito para lograr algo que por obligación es.
De la relación entre Deneb «G» y César «S» dio fruto un hijo reconocido en el 2010. Los problemas vinieron en el 2013, cuando César se puso renuente a pagar un préstamo de 80 mil pesos que le había solicitado a la familia de Deneb, con el objetivo de montar un negocio.
Esta situación traspasó la relación, pues también se negaba a proveer para la manutención del niño, argumentando que no tenía dinero, lo que detonó una discusión en la que incluso fue necesaria la intervención de la policía. Hasta que finalmente, en junio del 2014, se rompió la comunicación entre la pareja.
Contra los deudores
Hace un año Deneb se unió al movimiento que había iniciado su paisana Diana Luz Vázquez Ruiz, a quien el padre de su hija le negó reconocimiento de paternidad y por ende también la pensión económica.
Como último recurso ante el hartazgo de violencia institucional Diana Luz, convocó en el estado sureño a un «tendedero de deudores alimentarios» en el que empezó a evidenciar y exponer en redes sociales a sujetos que no aportaban con la pensión alimentaria de sus hijos.
La comunidad creció rápidamente, pronto empezaron a llegar denuncias y reportes de deudores alimentarios de otras ciudades y estados de la República. Fue así como nació el Frente Nacional de Mujeres contra Deudores Alimentarios.
Según una encuesta realizada por el FNMCDA, se identificó que en el 98 por ciento de los casos, los deudores alimentarios tienen un perfil sociópata, es decir, son manipuladores, maltratadores pasivo-agresivos, estafadores y mitómanos; públicamente se hicieron las víctimas y al abandonar el hogar bloquearon comunicación con sus parejas, cambiaron números telefónicos, domicilio y trabajo.
Ser un deudor alimentario no distingue de estatus social ni económico, algunos hasta aprovechan los cargos que ocupan en gobierno para evadir responsabilidades.
“Todos los sujetos, cuando les demandas pensión, en sus escritos meten el tema de la convivencia y qué pasa al final, no son ellos quienes los cuidan y piden a los niños para maltratarlos emocional y psicológicamente», dijo.
Desde siempre, menciona, a la mujer que es madre soltera se le señala y se le cuestiona e incluso se le culpa. «¿Por qué te involucraste con él?», «¿Para qué cog…?», «¿Para qué abres las piernas?», «¡Tú estuviste mal!», son las frases más comunes con las que se les juzga.
«Uno carga con la vergüenza, con toda la responsabilidad del cuidado, la crianza, la manutención y además con el señalamiento social», mencionó.
Relata que después de la separación, César se refugió en la casa de sus papás, la familia le solapó y bloqueó toda comunicación con ella.
Durante dos años no buscó a su hijo, no pagó la deuda ni la manutención, menos se hizo responsable de los cuidados y crianza. Fue a inicios del 2016 cuando Deneb presentó una denuncia de alimentos.
César apareció y estuvo aportando de forma irregular e incompleta, luego presentó una incapacidad por una lesión y con eso justificó la falta de empleo y de ingresos. Para finales del 2017 dejó de pagar y se hizo el desaparecido otra vez.
Detrás de todo caso de abandono paterno, señala, hay historias de violencia emocional, psicológica, material, económica y física en contra de las madres e hijos.
«Tienen como cómplice a la misma familia, cuando vas a buscarlos a su domicilio, cuando los quieres notificar, con que la familia diga: ‘aquí no vive’, ‘aquí no está’, ya se paró tu denuncia, porque no hay donde notificarle», señaló.
Muchos sujetos, con tal de no proveer, renuncian a sus trabajos, utilizan prestanombres, prácticamente desaparecen del sistema; no hay registro de ellos en el IMSS ni el SAT.
Vacío Institucional
Recuerda que antes de iniciar el proceso de demanda tuvo que pedir permiso a su jefe en la oficina, prácticamente, para que este le permitiera salir para atender las audiencias.
«Le tienes que invertir tiempo y dinero para pagar un abogado, estar al pendiente del juzgado y de las audiencias, tienes que conseguir a tus testigos y aunque sean amistades o personas cercanas, es pedirles el favor que vayan y que también tienen que pedir permiso en su trabajo para salir y acompañarte una audiencia», recordó.
No solo es ir a poner una demanda y ya, en el camino se tropieza con una serie de retos en las propias instituciones. Precisó que las autoridades y funcionarios son en muchos casos solapadores y machistas; tanto las leyes, abogados, jueces, psicólogos, no juzgan con perspectiva de género, ni atienden al interés superior de las infancias.
«Te ignoran los abogados, los jueces, falta perspectiva de género; no hay una sistematización, una digitalización», apuntó.
Tampoco hay unificación ni comunicación entre las instituciones, Registro Civil, Juzgados, Fiscalía.
«Es desgastante, frustrante y agotador, mental y emocionalmente, porque además se tiene que dedicar tiempo para encargarse del cuidado de los hijos y trabajar», agregó.
Contó que en 2018 promovió un recurso penal. César apareció, luego volvió a desaparecer. En los siguientes tres años se le buscó para notificarle, pero ya no se dejó ver.
No obstante, el último escrito que su ex pareja presentó en noviembre del 2021, argumentaba que él nunca había dejado en abandono al niño, que sí le daba dinero en efectivo y que era la mamá quién le negaba la convivencia.
«Es la clásica conducta para negar su abandono, tratar de desacreditar a las mujeres con la supuesta negativa de convivencia y prolongar los procesos legales», expresó.
El mismo proceso, expuso, está hecho de tal manera que la mujer desista, porque en el transcurso se va dando cuenta que simplemente no hay formas.
Ley Sabina
La Ley Sabina es una iniciativa que consta de 40 reformas a la Constitución y al Código Civil Federal, entre ellas las siguientes:
– La creación de un padrón nacional de deudores alimentarios y que sea de consulta pública.
– La restricción de derechos; quien está registrado como deudor alimentario no puede sacar una licencia, un pasaporte, no puede salir del país, no puede tramitar un crédito.
– Que cualquier varón que quiera postular por un cargo público no debe tener ningún reporte de abuso sexual, violencia intrafamiliar, ni que sea deudor alimentario.
– Tipificar como delito grave a quien abandone a una mujer embarazada, sanciones severas a los deudores alimentarios y seguimiento financiero.
En Sinaloa
El pasado 29 de agosto el Congreso del Estado aprobó reformas constitucionales para establecer como requisito que los hombres que quieran ser candidatos a un puesto de elección popular no deberán aparecer en el Registro de Deudores Alimentarios Morosos, así como no haber tenido una condena por el delito de violencia política contra las mujeres en razón de género.
Actualmente la Ciudad de México, Estado de México, Chiapas, Coahuila y Guerrero, son los únicos con un Registro de Deudores Alimentarios.
Datos del FNMCDA
El FNMCDA expone que en México ha invisibilizado el abandono paterno, ya que no existe una estadística o censo específico para contabilizar el número de infancias y hogares en abandono paterno.
Tampoco hay informes por parte del Tribunal ni los juzgados donde se dé cuenta del total de denuncias de divorcio y alimentos, ya que no hay registro de varones que incumplen, no hay seguimiento ni rastreo de hombres que abandonan a sus hijas e hijos.
El 40 por ciento de los reportes recibidos corresponde a varones que abandonaron a sus parejas cuando estaban embarazadas, dejando hijos en gestación y recién nacidos sin reconocer.
El 70 por ciento de los casos tienen como principal cómplice a la misma familia, quienes niegan información, aunque hayan regresado a vivir al mismo domicilio, se niegan a recibir notificaciones.
En corto
– Según el INEGI, los hombres han dejado en abandono más de 11 millones 400 hogares.
– En promedio, cada varón ha dejado 2 infancias en abandono.
– Siete de cada 10 hombres divorciados en 2020 no cumplen con la pensión.
– De esos 7 que son demandados por pensión alimentaria, sólo 1 se logra “ejecutar”.
SEM/MG