Natalia Vidales de Bitterlin*
SemMéxico, Sonora, 8 de diciembre del 2022.- Las manifestaciones ciudadanas que se dieron por todo el país este mes… dieron resultados.
Las y los congresistas de la oposición resistieron las advertencias -amenazas inclusive- y no pasaron la iniciativa de Reforma Electoral que les había enviado el Presidente; esta vez nadie se “dobló” ante el poder del mandatario de manipular la ley para torcerla en contra de sus adversarios -por legítimos que sean-.
El manejo de las elecciones, ya lo dijimos los ciudadanos y ciudadanas, deben ser de nosotros/as, de quienes conformamos este gran país que es México.
Con uñas y dientes se está defendiendo la autonomía del Instituto Nacional Electoral (de nuestro INE), un órgano de gran credibilidad y cuyos consejeros/consejeras han mostrado fortaleza para enfrentar los embates de Palacio, así como su independencia y buen actuar en los períodos electorales anteriores, cuyo triunfo ha sido -y así se ha respetado- para un partido y para otro, en atención a la alternancia propia de las democracias.
Así, ya quedo atrás la hegemonía política y el dedazo desde el poder para nombrar a nuestros gobernantes, tanto como el hecho de que se desee regresar a ese pasado, sería algo inaudito e inaceptable. Y así se manifestó en las calles. Al INE hay que fortalecerlo…no acabarlo.
El intento de control y de invasión al órgano… no funcionó
Pero ese triunfo en la Cámara Baja no nos debe hacer confianza ni bajar la guardia, ni mucho menos; porque, como las y los mismos legisladores de oposición lo han advertido: la participación cívica debe continuar porque el Presidente de inmediato presentó, en la misma sesión, su Plan B que consiste en hacer cambios ilegales e inconstitucionales en las leyes secundarias que se presentaron y aprobaron las y los morenistas sin incluso haberla leído -un legajo de 300 páginas- que se les entregó momentos antes de la sesión.
Pero esas leyes retrógradas -en que se captura al INE- ya están en el Senado para su revisión, y es ahí cuando inicia una nueva batalla que también debe de ganar la ciudadanía, realizando la misma presión que se hizo este mes en las calles para enviar el mensaje claro y fuerte de que no se aceptarán pasos para atrás en nuestra democracia. Para mayor beneficio sí, pero no para regresar a un pasado donde lo que prevalecía era el autoritarismo, el control absoluto y el fraude.
Las ciudadanas y ciudadanos debemos continuar contando los votos, el INE debe seguir teniendo recursos para realizar elecciones confiables y seguras, las y los consejeros deben continuar siendo personas no “populares” sino preparadas, seleccionadas de entre las mejores para ejercer tan delicado encargo.
¡Alto!, entonces, al deseo del gobierno de obtener el control del Instituto que ha sido garante de nuestra democracia.
*Periodista desde hace mas de 30 años. Fundadora y directora de la revista Mujer y Poder. Activista social sonorense. Comentarios: whats 6621441440