Martha Canseco González
SemMéxico, Pachuca, Hidalgo, 19 de diciembre del 2022.- Lo único bueno que dejó a México este mundial de futbol, es que con el ridículo de siempre de la selección nacional y con el afán de repartir culpas, vulgo “yo no fui”, se reveló el alcance de la corrupción nacional e internacional que rodea a este deporte.
¡Qué impresionante! Los hombres corrompen todo lo que tocan, con el fin de hacer cumplir la máxima patriarcal, “todo para mí nada para las y los demás” y así, son unos pocos en México y en la FIFA, los verdaderos ganones del llamado “deporte del hombre”.
Creo que de todo lo que se comentó, la frase que más aprecio es la del periodista argentino Jorge Lanata quien dijo: “Les cuento lo que yo veo cuando miro un partido: veo veintidós millonarios que corren y, a su alrededor, millones de personas que pierden todos los días, pero que creen que ganan cuando los millonarios ganan. Me parece uno de los ejemplos más cínicos del sistema. Y no me vengan con esa pelotudez de la pasión. Yo sé lo que es la pasión, y no creo que nadie pueda decir que no soy un tipo apasionado”.
Yo creo que lo mejor que le puede pasar a México, es que los gobiernos de los tres niveles dejen de apoyar a ese deporte, en todos los sentidos, para ya no hacer más millonarios a los dueños de los equipos y a los medios de comunicación, que se rasquen con sus propias uñas. Y qué, ese dinero que se ahorren los gobiernos vaya a programas en favor de las mujeres y para prevenir la violencia de género.
Es una desgracia que los medios de comunicación se lleven cantidades ingentes de dinero por esta farsa, dejen de manipular a las y los mexicanos con el manido discurso de que 11 señores van a representar a un país entero, ¡no nos representan ni para ganar, ni mucho menos para perder, dejemos de aplaudir la mediocridad!
En este contexto les platico que un poco antes de que iniciara el mundial de futbol del 2002 y aprovechando la ficticia pasión por este deporte, Carmen Campos y yo desarrollamos una campaña para prevenir la violencia contra las mujeres, se llamó: “¡Sácale la tarjeta roja a la violencia!”
La hicimos para la Secretaría de Salud de Hidalgo, la verdad es que no les interesó. La presentamos entonces en un evento internacional de Género y Periodismo, ahí la tomaron, sin consultarnos y mucho menos sin darnos crédito, dos asociaciones que la presentaron en sus respectivos países con todo el éxito, incluso fue premiada y miren lo que son las cosas de la vida, regresó a Hidalgo muchos años después, como si se hubiera ideado en otro lugar.
Y hablo de esta campaña, porque no es un secreto, que la violencia contra las mujeres se incrementa durante las competencias nacionales e internacionales de este deporte. Muchos hombres ante la imposibilidad creada que tienen de no gestionar sus emociones y mucho menos aquellas que creen que los disminuyen, como la tristeza y la frustración, se desquitan con ellas, como si fueran las culpables. Yo no sé sí este tipo de hombres se pasan de inocentes o de penitentes, que no alcanzan a ver que muchos de los partidos están de antemano arreglados y sobrevalorada su afición.
Este domingo la edición Americanas del diario español El País, lo dedicó a este fenómeno, “En el mundial, gane quien gane, las que pierden son las mujeres” por cierto la foto de portada, es un aficionado de la selección mexicana acuchillando una pantalla de televisión después de la derrota ante Argentina.
Almudena Barragán, da estas cifras: “En Brasil, una investigación del Foro Brasileño de Seguridad Pública señala que entre el 2015 y 2018, las denuncias por amenazas en los hogares crecieron un 23.7 % los días en los que se jugaba la liga. Las denuncias por lesiones subieron un 25.9 % los días que los equipos jugaban en sus propias ciudades y un 30 por ciento cuando lo hacía la selección nacional”.
Señala Almudena: “En México, por ejemplo, existe una frase coloquial que dice: “si pierde mi equipo, pierde mi familia”. Un dicho que normaliza la violencia contra las mujeres y los niños/as después de una derrota deportiva, y que, dicho sea de paso, está bastante aceptada en la sociedad. El problema no está en el deporte. El futbol no causa violencia, sin embargo puede ser un factor que afecte a las relaciones y a las emociones. Los datos son un recordatorio de cómo los deportes pueden reforzar la masculinidad tóxica” No se pierda el reportaje completo.
Desde mi punto de vista como comunicóloga, ahora viene lo mejor, todo lo que hará el sistema patriarcal en México, para recuperar a la afición desilusionada ante tanta verdad que se dijo por la eliminación de la selección nacional. Así que no se dejen sorprender por lo que digan ahora los medios de comunicación, ni la federación y mucho menos los dueños de los equipos, de que lo se trata es de adormecerlos para que dentro de 4 años estén regalándoles su dinero, ese que tanto trabajo les cuesta ganarlo.
Es una verdad verdadera, gracias a tanta corrupción en este deporte, México no tiene el nivel y dudo que dentro de 4 años lo tenga, para llegar siquiera a un cuarto de final de un campeonato mundial.
¡Van a hacer todo lo que tengan que hacer para confundirlos!, ¡pónganse abusados y no crean nada!
¡Bajo advertencia, no hay engaño!
(Esta columna va dedicada a mí querido sobrino Julio Muñoz del Bosque)
Por cierto, les comento qué como todos los años, me tomaré vacaciones durante las fiestas, así que no escribiré la columna hasta el próximo 2023. ¡Felices fiestas a todas y todos! ¡Mis mejores deseos!
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