El que se lleva, se aguanta, dice el pueblo.
Es tendencia señalar al propio AMLO como responsable del accidente aéreo en que murió la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso
SemMéxico. Sonora. 28 de diciembre de 2018.- Desde la campaña presidencial y ya en el mandato AMLO se ha referido a las “benditas” redes sociales y explicó por qué: con ellas, dijo, se puede informar rápida y efectivamente, así como responder a las mentiras que se publican en los medios ordinarios. Y, de hecho, twiter, face, what´s app y demás contribuyeron a su triunfo electoral.
Pero, como es sabido, en esas redes ha quedado atrapado más de uno, luego de haber confiado en ellas: ahora es tendencia señalar al propio AMLO como responsable del accidente aéreo en que murió la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y su esposo el senador y ex gobernador Rafael Moreno Valle, así como tres inocentes más: los pilotos y un allegado.
El presidente acusó de mezquinos y fascistas a quienes han manipulado en las redes esa campaña, pero las dudas son entendibles (así como los gritos de ¡Asesinos!, ¡Fuera! y ¡Justicia! con los cuales algunos poblanos recibieron a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, durante las honras fúnebres, más tristes aun en plena Navidad, en Puebla).
Primero porque AMLO mismo calificó de fraudulenta la victoria de Martha Érika, y MORENA filtró a los medios un proyecto de anulación de las elecciones elaborado por un magistrado del Tribunal Federal Electoral, pero finalmente se validó su triunfo y AMLO aceptó a regañadientes el fallo (pero el candidato perdedor de MORENA, no); y segundo porque, antes de eso, el hoy presidente dijo que “acabaría con esa dinastía en Puebla”. Ciertamente que ambas expresiones no dan para ninguna acusación formal, pero sí para las especulaciones, precisamente de lo que se nutren las redes sociales.
El que se lleva, se aguanta, dice el pueblo.
Además, el mal manejo de la información incrementa las dudas: el Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, con base en una inspección de la SEMAR, eliminó la posibilidad de una bomba en el helicóptero; y el sub-secretario de Transportes, dijo que tanto los pilotos como la aeronave no tenían problema alguno (aunque la nave cayó en posición invertida, “de cabeza” dijo el funcionario). Entonces si todo estaba bien ¿por qué se desplomó si se excluyen las fallas humanas y mecánicas?
En esos casos siempre debe dejarse abierta alguna posibilidad que, más tarde, la investigación concluirá. Pero cerrar esas puertas abre inevitablemente el sospechosismo (ahora mismo se tuitéa que envenenaron a los pilotos y lo cual nunca podrá descartarse por haber quedado incinerados por completo).
Nada más lejos de Mujer y Poder que abonar a las maledicencias de las redes contra el presidente. Pero las concausas, deben evitarse para la mejor comunicación social. Esas redes siempre serán un arma de doble filo y tienen, como ya lo está resintiendo el gobierno federal, muy poco de “benditas”, al grado de que tienen al nuevo régimen ante su primera crisis.