Sentencias mediocres, agentes que revictimizan, jueces indolentes y policías que desacreditan la violencia feminicida
Elda Montiel
SemMéxico, Ciudad de México, 5 de septiembre 2024.- En conferencia de prensa en el Museo de la Mujer, madres, hijas, hermanas y sobrevivientes alzaron la voz para que la Reforma al Poder Judicial de Morena si atienda los derechos de las víctimas y no privilegie a los asesinos, como lo hicieron en el 2008.
Señalaron que los magistrados, jueces, ministerios públicos, ahora que se ven vulnerados, voltean a ver a la sociedad cuando han ejercido violencia de género institucional contra las víctimas, mujeres e hijas, hijos, al no hacer su trabajo de investigación y procesos justos con perspectiva de género; dar sentencias mínimas como en el caso de los feminicidas menores de edad; no otorgar la reparación integral del daño que es un derecho y cuando lo hacen las cantidades evaluadas son irrisorias y un apoyo sicológico insuficiente.
La abogada Gabriela Amores Moya señaló que exponían los casos porque es una necesidad urgente que se visibilice a las víctimas en la reforma judicial, ya que en lo que va del año 463 mujeres han sido asesinadas, las alertas de género no han funcionado al igual que las Instituciones no han funcionado como la Comisión Nacional de Víctimas que limita los recursos.
Criticó que en los foros de la Reforma al Poder Judicial convocados por el gobierno federal, a los que asistió y nunca le dieron la palabra ni tomaron en cuenta sus señalamientos, los participantes eran seleccionados.
Exige al lado de las víctimas de feminicidio una reforma del poder judicial qué si visibilice a las víctimas, para las que no están y para las que se encuentran madres, hermanas, hijas y no sólo privilegie a los victimarios, ya que la actual falta de empatía y recursos en el sistema judicial es inaceptable. Los jueces deben ser más empáticos y profesionales. La reparación del daño no puede ser solo simbólica, debe ser real y efectiva.
Gabriela Amores Moya, abogada de litigio todo el día
Refirió que como abogada de litigio, todo el día, escucha a los agentes del Ministerio Público culpar a las víctimas de feminicidio por su muerte, a jueces indolentes, al policía que desacredita la violencia feminicida cuando lo que se debería tener es un buen sistema de procuración de justicia, con capacidad, actitud, empatía, profesionalización e insumos para hacer la investigación, requisitos que desde el 2009 exigió la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Detalló que al reformar al Poder Judicial en el 2008, cuando se les olvidaron las víctimas: Se estableció el juicio oral como el procedimiento principal para la resolución de conflictos, en lugar del sistema escrito anterior. Juicios por jurados para ciertos delitos, como los crímenes graves. Nuevas figuras procesales como la suspensión condicional del proceso y la mediación.
Se buscó fortalecer la independencia y autonomía del Poder Judicial, separándolo del Ejecutivo y el Legislativo. Se creó la Fiscalía General de la República como una institución autónoma para la investigación y persecución de delitos.
Madres exigen más de cinco años de prisión para feminicidas menores de edad
Lorena Gutiérrez Rangel madre de Fátima Varinia Quintana Gutiérrez, asesinada en 2015, denunció que uno de los feminicidas, Josué Misael Atayde Reyes, recibió una pena de cinco años por ser menor de edad y quedó en libertad en 2022, amenazando ahora a otro de sus hijos. Por lo que pide que la condena para feminicidas menores de edad sea mayor.
También denunció que al igual que muchas víctimas del Estado de México ha tenido que pagar la luz, el agua en las casas de protección, pero para darles 1,000 pesos les piden hasta la huella del pie, y no es retroactivo. Además que tiene cinco nietos y no cuentan con órdenes de protección, mecanismos que sólo existen para seudo activistas como Frida Guerrero y Saskia Niños de Rivera.
Paz Rodríguez García, hija de Melesia García de 72 años, asesinada en 2021 en Milpa Alta, Ciudad de México, denunció que a la fecha no hay detenidos por el feminicidio de su madre, quien fue torturada y violentada sexualmente. Critico que por rayar el Metro dan 9 años de prisión y por un feminicidio 5 años a un menor de edad.
Guadalupe Sevilla, madre de Wendy Yoselin, asesinada por el novio en noviembre del 22 de marzo del 2021 en Xonacatlán, Estado de México, señaló que le dieron cinco años, lo que parece más injusto. Además señaló que como ya hay sentencia no existen para la Comisión Nacional de Víctimas.
María Carreón Lino hermana de Isabel que fue asesinada por su esposo y era conserje en un escuela pública, denunció que por esa razón las autoridades de la alcaldía Álvaro Obregón manejaron el caso bajo el agua, lo detuvieron por narcomenudista.
María Guadalupe Hernández López madre de Arlette Samantha Holguín Hernández, una de las tres últimas víctimas de los asesinos seriales Juan Carlos y Martha en el 2018, señalo que han pasado 6 años en que han sido violados los derechos de sus nietos al no querer darles la reparación integral del daño por parte de la Comisión Nacional de Víctimas porque según están tomadas las instalaciones de Ecatepec por una activista Kika Flores, y ahí está la carpeta.
Fabiola Posadas, sobreviviente de un intento de feminicidio en 2019, denunció la falta de voluntad de las autoridades para prevenir y erradicar la violencia feminicida, donde las sobrevivientes están invisibilizadas. «Las sobrevivientes no sabemos de Comisiones de Víctimas(…) Nosotras no tenemos apoyos, nosotras no somos vistas, no existimos. Sobrevivimos y ya, hay que seguir», lamentó.
Señaló que mientras todos usan al Poder Judicial como «botín», nadie menciona la corrupción en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana ni en las fiscalías, y expresó su preocupación por que una reforma podría empeorar la situación para las víctimas, si la justicia termina en manos de la delincuencia organizada.
Esmeralda Guadarrama Torres, mamá de Melany Guadarrama Torres asesinada el 17 de febrero de este año pide que haya una sentencia justa, una carpeta bien integrada y una pena máxima para el feminicida.