Angelica de la Peña
SemMéxico, Ciudad de México, 23 de junio, 2025.- El artículo 18 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra las Mujeres (CEDAW) establece que todos los Estados Parte deben dar un informe al Comité de la Convención sobre todas las medidas para el cumplimiento de este Tratado.
México, con Citlalli Hernández a la cabeza, acaba de dar el X Informe Periódico. Al escuchar a la secretaria de las Mujeres surge la pregunta sobre a cuál país se refirió, a México definitivamente no. Lo primero que se me vino a la mente fue la nota de la chica de 20 años identificada como sicaria que murió en un enfrentamiento con la policía. La pobreza la orilló a “eso” decía un pariente.
La delegación de México expresó loas a la Nueva Escuela Mexicana y a programas para la erradicación de la violencia sexual en la educación básica. No se dijo nada sobre la desaparición de las escuelas de tiempo completo cuando uno de sus méritos era que las niñas y los niños estuviesen en la escuela hasta que sus madres y padres regresasen de su trabajo. Ese sistema es la mejor prevención contra toda violencia.
Se anunció la Cartilla de Derechos de las Mujeres y el funcionamiento del Sistema Nacional y Progresivo de Cuidados, cuando la ley en esta materia está detenida en el Senado por instrucciones de Hacienda. Se hizo referencia a centros de educación y cuidado infantil, y un programa de Abogadas de las Mujeres que atienden a las mujeres en sus comunidades. Tienen razón, la niña indígena es la más discriminada, pero al matrimonio infantil nadie lo toca.
Es sumamente preocupante el maltrato a la sociedad civil, quienes exigen acreditar cuáles son los avances que se mencionaron para eliminar la violencia contra las mujeres. En la realidad desde 2019 han sufrido recortes para los refugios. Hoy hay una reducción de 21.8 millones menos respecto al 2023. Se anunció un Manual de Operación para Refugios que no tuvo ninguna participación de las organizaciones sociales.
No existe ninguna política pública para prevenir y erradicar la trata de mujeres, niñas y niños y este terrible flagelo victimiza a niñas cada vez más pequeñas. La legislación para impulsar la paridad y la igualdad sustantiva, contra la violencia hacia las mujeres, el tipo penal de feminicidio, contra los delitos de trata y desaparición forzada, no fueron autoría ni diseño en el gobierno de la actual presidenta, sino un proceso emprendido por las feministas desde sexenios atrás.
La delegación mexicana se ufanó por mostrar propósitos, siendo del mismo partido de López Obrador quien se caracterizó por su demagogia, misoginia y por poner tres vallas de metal alrededor de Palacio Nacional cada 8 de marzo y 25 de noviembre. Esto no ha cambiado.
Como se mencionó en Ginebra es necesario que México cumpla con los artículos 1 y 2 de la Convención sobre la Discriminación contra la Mujer como toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo y que menoscabe o anule el ejercicio de los derechos humanos y libertades fundamentales de las mujeres.
Las expertas del Comité deben conciliar el informe del gobierno, con visitas in situ y la información objetiva de las organizaciones de la sociedad civil. No es nueva la tendencia a simular, minimizar y presentar un país irreal. Pero hoy, con la tergiversación de los presupuestos para fomentar el asistencialismo se marca una distancia abismal con la CEDAW y nos aleja de su cumplimiento.