- En nuestro país han descendido los casos de embarazo adolescente
- Pero sigue por encima de naciones como Chile, Argentina o Brasil
Montserrat Maldonado
SemMéxico/El Sol de México, Ciudad de México, 28 de julio, 2025.- En México, la tasa de embarazo adolescente es de 60 nacimientos por cada mil mujeres de entre 15 y 19 años, lo que coloca a nuestro país al nivel de naciones como Colombia, Senegal y Afganistán, y lejos de Chile, Argentina o Brasil, según los datos más actualizados del Banco Mundial.
De acuerdo con el organismo internacional, nuestro país lleva una década reduciendo su tasa de embarazo adolescente, pues mientras en 2013 era de 78 por cada mil adolescentes, para 2023 (el año más reciente que registra el Banco Mundial) fue de 60.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que en 2023 se registraron 101 mil 147 casos.
Aunque la cifra va a la baja, sigue lejos de naciones socioeconómicamente parecidas. Por ejemplo, en Chile la tasa es de siete, mientras que en Argentina es de 26 y en Brasil de 43. Los números colocan a México a la par de Colombia (59), Senegal (60) o Afganistán (64).
Gabriela Rivera, oficial nacional de Salud Sexual y Reproductiva en el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), dijo en entrevista con El Sol de México, que en muchos casos, el embarazo adolescente orilla a las mujeres a dejar la escuela, limitando sus oportunidades a futuro.
“Cuando una menor de edad se embaraza, puede enfrentar presión para dejar la escuela, incluso, en algunos casos, en su contexto educativo les dicen que puede ser un mal ejemplo para otras alumnas. Ante ese trato ellas pueden dejar de ir a clases”, comentó Rivera.
Otra de las razones por las que las madres jóvenes dejan de ir a la escuela es la falta de acceso a un sistema de cuidados.
“El trabajo de cuidados implica mucho tiempo y energía, es estar con el bebé, darle de comer, bañarlo, cambiarlo, si se enferma darle medicina, arrullarlo, y si no tienen una red de apoyo o acceso a guarderías, son ellas solas quienes tienen que hacer ese trabajo”, sostuvo.
Rivera detalló que si bien en el país no se cuenta con el dato de cuántas adolescentes dejan la escuela por un embarazo, sí se puede conocer que el costo del abandono escolar vinculado al embarazo en menores de edad, el cual asciende a más de 31 mil millones de pesos, según datos del Fondo.
La presidenta Claudia Sheinbaum dijo que se investigarán los embarazos infantiles / Foto: Cuartoscuro.com
En México, existen diversos programas de apoyo dirigidos a adolescentes embarazadas, enfocados en brindarles acompañamiento, educación y recursos para su bienestar.
Uno de ellos es la Beca de Apoyo a la Educación Básica de Madres Jóvenes y Jóvenes Embarazadas (antes Promajoven), el Programa para el Bienestar de Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras, y programas de salud materna y perinatal.
Para Gabriela Rivera, aunque hay esfuerzos del sector educativo para incentivar a que las adolescentes permanezcan en la escuela, no son suficientes.
“Se tiene que contar con guarderías desde la primera infancia para que puedan ayudar a que las niñas embarazadas puedan permanecer en la escuela. Es decir, ellas necesitan la opción de tener a quien dejarle el bebé”, explicó.
En entrevista con este diario, Gabriela Rodríguez Ramírez, secretaria técnica del Consejo Nacional de Población (Conapo), gracias a la beca, las adolescentes tienen para pagar sus pasajes y acudir a la escuela, sin embargo, destacó la necesidad de contar con otras medidas como incrementar el número de bachilleratos.
“Se les tiene que acercar la opción de la educación media superior, darles acceso al sistema de cuidados, en todo eso estamos trabajando porque es un esfuerzo interinstitucional, trabajar también en la educación sexual, en prevención y salud sexual, son otros de nuestros pilares para combatir el embarazo adolescente”, concluyó.
Ana Gómez Gallardo, directora de operaciones de Enseña por México, alertó de las dinámicas de violencia contra niñas y adolescentes que las pueden llevar a un embarazo no deseado.
“No podemos ignorar que hay dinámicas de poder y machismo en los embarazos adolescentes, hay infancias que tienen como parejas a hombres mucho mayores que ellas y que ejercen violencia sexual en su contra, por ejemplo, ellas podrían tender la información de cómo prevenir el embarazo, pero su dinámica no les permite ejercer su derecho de cuidado”, resaltó.
SEM/ElSolDeMéxico/mm
