Lisandra Fariñas
(lisycolor5@gmail.com)
SemMéxico/SEMlac, La Habana, 6 de octubre, 2025.- En los territorios existen fortalezas, experiencias y liderazgos que hoy deben articularse para enfrentar desafíos como la violencia de género, el embarazo adolescente y otras problemáticas sociales que atraviesan la vida de mujeres, familias y comunidades.
«En medio de tantas crisis y carencias, hemos logrado mucho en términos normativos, pero de nada sirve si no se implementan como instrumentos efectivos para la salvaguarda de derechos», reflexionó Yohanka León, investigadora de Galfisa.
Esas premisas guiaron el taller de validación del Plan de Acciones Afirmativas de los Consejos Populares de Cayo Hueso y La Rampa, realizado el 3 de octubre en la capital cubana, con el acompañamiento del Grupo América Latina, Filosofía Social y Axiología (Galfisa), del Instituto de Filosofía.
En Cuba, los consejos populares son la estructura más pequeña del ejercicio del gobierno (Poder Popular), y realizan sus funciones en subdivisiones de los municipios, con lo cual operan directamente en el ámbito comunitario.
Delegadas y delegados, representantes del gobierno local, organizaciones sociales y talleres de transformación del barrio debatieron sobre cómo estos planes pueden impulsar las estrategias de desarrollo local, fortalecer los comités de género y replicarse en otros territorios.
Al taller también se sumaron representantes de las Casas de Orientación de la Mujer y la Familia, creadas por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) para orientar, apoyar y educar en temas como la educación, la prevención de la violencia, el cuidado de la salud, o brindar apoyo psicológico y jurídico.
En el encuentro se identificaron acciones afirmativas concretas, con indicadores de evaluación, para integrarlas en las estrategias de desarrollo de los municipios Centro Habana y Plaza de la Revolución.
El objetivo es alinear las acciones locales con el Programa para el Adelanto de las Mujeres (PAM) y la Estrategia Integral de Prevención y Atención a la Violencia de Géeroy en el Escenario Familiar, aprobadas en 2021, añadió León.
Acciones desde la comunidad
En opinión de Yaima Elena Rodríguez Alomar, también integrante de Galfisa, el taller permitió «consolidar las experiencias locales en una propuesta de acciones afirmativas construidas desde la participación y el diálogo con los propios territorios».
«Este es un momento de construcción colectiva para que los planes se parezcan a las necesidades reales de los municipios», destacó.
Desde Plaza de la Revolución, Odannia Díaz Carrillo, parte del equipo de trabajo de su municipio en la iniciativa conjunta con Galfisa, insistió en la importancia de trabajar con la inteligencia colectiva y fortalecer el capital social.
«Hablamos de crear grupos de mujeres y redes de apoyo que eliminen las barreras para la participación plena en la vida social y económica. No hacemos nada si las políticas no llegan a la mujer trabajadora, a la madre del barrio o a la joven que no conoce sus derechos», afirmó Díaz Carrillo.
Yorlandy García Perera, del gobierno de Centro Habana, recordó que las estrategias deben responder a las particularidades de cada contexto.
«Centro Habana es el municipio más pequeño del país, pero está entre los más densamente poblados. No podemos aplicar soluciones homogéneas. Cada comunidad tiene su dinámica y desafíos», señaló el funcionario.
Entre las prioridades mencionó incorporar la Casa de Orientación de la Mujer y la Familia a las estrategias locales, garantizar empleos para mujeres en situaciones complejas y constituir comités de género en centros laborales y consejos populares.
«El enfoque de género tiene que ser transversal: desde la comunidad hasta la asamblea
municipal. Solo así podremos transformar las realidades y erradicar desigualdades», puntualizó.
Esa mirada fue también defendida por Rodríguez Alomar, quien recordó que la prevención «no puede ser tarea de una comisión o programa aislado».
«El enfoque debe ser integral, implicar a toda la estructura del gobierno local, a las organizaciones y a las comunidades. Solo si el tema atraviesa todos los espacios, lograremos cambios sostenibles», sostuvo la investigadora de Galfisa.
La presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Plaza de la Revolución, Liliana Malena Díaz, coincidió en que el éxito de estas acciones depende de su articulación práctica con las instituciones del territorio.
«En la Casa de Orientación hemos logrado integrar atención, consejería y procesos formativos. Eso es transversalidad: convertir cada espacio en un punto de apoyo y transformación», explicó.
No obstante, reconoció desafíos importantes para sostener esos avances. «Aún falta una cultura institucional que entienda el enfoque de género como parte de la gestión pública y no como un tema añadido», advirtió.
La dirigente insistió en la necesidad de formar y sensibilizar a cuadros y delegados para integrar el PAM en los planes de trabajo locales.
«No basta con aprobar políticas; hay que llevarlas al día a día del gobierno y de las comunidades. Si no se incorporan en la práctica cotidiana, se quedan en la estratosfera», subrayó.
Visibilizar otras formas de violencia
Desde Centro Habana, la delegada del Consejo Popular de Cayo Hueso, Lourdes María Ferrer Rodríguez, alertó sobre la maternidad y el embarazo adolescente como una de las forma más preocupantes de violencia y vulnerabilidad social.
«Estamos viendo niñas de 12 y 13 años embarazadas, muchas veces empujadas por la precariedad o por dinámicas familiares que las colocan en riesgo. Es una forma de violencia que debemos enfrentar con decisión», expresó.
La representante llamó a reforzar el trabajo con las familias y aumentar la educación en sexualidad y derechos desde edades tempranas, integrando a escuelas, servicios de salud y redes comunitarias.
“ En contextos de crisis renacen desigualdades y violencias que creíamos superadas. Por eso el desafío es mantener vivo el compromiso con la equidad y la justicia, desde la comunidad y con participación popular», insistió Yohanka León.
Esa mirada comunitaria fue defendida también en la propuesta «Comunidades por la no violencia y el adelanto de las mujeres», presentada por Wendy Rodríguez Menéndez, comunicadora e integrante de Galfisa.
La iniciativa, más que ofrecer un modelo único, invita a cada municipio a identificar y construir sus propios mecanismos comunitarios para fortalecer la prevención y atención a la violencia de género.
Entre las líneas de trabajo sugeridas estuvo reconocer las rutas de apoyo institucional que garanticen atención médica, psicológica y jurídica; crear canales de ayuda y orientación inmediata; e identificar acompañantes, líderes y promotoras comunitarias formadas en género y derechos humanos.
«Sabemos lo difícil que puede ser dar el paso para pedir ayuda. Por eso necesitamos instituciones confiables y redes de acompañamiento que actúen con sensibilidad, respeto y conocimiento», enfatizó Rodríguez Menéndez.