Por Drina Ergueta
SemMéxico, La Paz-Bolivia, 9 de octubre de 2025.- Mediocridad, Machismo y toques de Misoginia, además de Menosprecio a la audiencia femenina, es lo que mostró el inusual debate electoral entre candidatos a la vicepresidencia de Bolivia, realizado el fin de semana, donde la mención a las Mujeres fue Mínima, mostrándolas como Madres, como Minoría o como propiedad Masculina (“nuestras mujeres”). Muchas palabras que comienzan con eme, a la que alguien, de cualquiera de los bandos, podría incluir alguna más.
Este juego de letras M y palabras dice mucho porque habla de una especie de destierro de la Mitad de la población en una realidad donde, sin embargo, ésta sí habita porque está presente, sólo que está invisibilizada, como si las mujeres fueran fantasmas de carne y hueso o cosas que se utilizan cuando hace falta. Veamos cómo eso se hace evidente en el debate vicepresidencial.
Se trató de un debate poco habitual, ya que lo usual es que sean los candidatos a la presidencia los que generen mayor atención y expectativa. En esta oportunidad, los vicepresidenciables son también el centro mediático, ambos por razones negativas: Juan Pablo Velazco, por un lado, presenta antecedentes feos en los últimos 15 años, publicó twuitts (verificados) muy racistas por los que no pidió perdón; en estado de ebriedad chocó contra un coche policía y huyó; y finalmente se le acusa de formar parte de una gran estafa financiera millonaria. De todo esto no ha querido dar explicaciones. El otro candidato, Edmand Lara, es un ex policía que en sectores de clase media y alta provoca gran rechazo por su origen popular, porque se ha convertido en una especie de justiciero y porque tiene unas formas al hablar y actuar, impulsivas y de tinte autoritario, que mucha gente considera “peligrosas”.
En el debate, el poco carismático candidato Velazco dio un discurso memorístico recitando tediosamente las políticas que propone su sigla; Lara, con mejor manejo del escenario, pero con insuficientes recursos retóricos, prácticamente habló muy poco del programa de gobierno y fundamentalmente atacó al contrincante con las denuncias que pesan sobre él. Mediocre es el término usado mayoritariamente para ambos por quienes hicieron un balance final del encuentro.
En estas elecciones, las Mujeres estuvieron ausentes como candidatas a la presidencia o vicepresidencia (salvo algún caso), lo que ya es bastante malo porque no tienen la representación que correspondería. A esto se suma que ellas no están tomadas en cuenta en las políticas propuestas y eso fue evidente en los discursos de los candidatos que, además, no tuvieron reparos (y ni siquiera se dieron cuenta) en mostrar su Machismo al hablar.
En su discurso, Velazco se refirió a las mujeres como Madres y concretamente aquellas que pierden la vida durante el parto. Ninguno de los dos habló del aborto y de las muertes que su penalización produce, ni de la responsabilidad de los hombres en el embarazo no deseado.
En relación a la presunción de inocencia, Lara preguntó a Velazco si modificaría la Ley 348 contra las violencias hacia las mujeres. Es decir, el justiciero Lara, ¡en los casos de violencia machista, se preocupa por la presunción de inocencia! Velazco respondió una insustancialidad sobre lo que se debería hacer con esta violencia, pero se refirió a las mujeres como “nuestras mujeres”, asumiendo un sentido de propiedad masculina sobre la femenina que ha generado rechazo.
Un debate mediocre también así marcado por las preguntas generales, sobre ámbitos macro, que se hizo desde la organización, donde cuatro periodistas sólo daban la palabra, y donde en las preguntas sólo una vez se incluyó a las mujeres junto a colectivos minoritarios vulnerables.
Un “colectivo minoritario” vulnerable, cuando son el 50% de la población y ocupan todos los estratos sociales, aunque evidentemente en este patriarcado el hombre tiene una posición de privilegio a costa de ellas, que se refleja en este escenario político y en los discursos.
Las mujeres no son minoría, como no lo son las personas indígenas ni quienes están en situación de pobreza, toda esta población no fue tomada en cuenta en las propuestas. En el caso de las mujeres, los asuntos que les atañen son específicos y tienen que ver con librarse de las violencias machistas, con ser ellas dueñas de su cuerpo y tener derecho a la salud que da el aborto despenalizado, con el acceso a espacios de poder y ejercicio pleno de la ciudadanía. Tomen nota.