“Mañana, cuando ya estés lejos, cuando ya estés sola, me recordarás…”
Pedro Infante
Moisés Sánchez Limón
SemMéxico, Ciudad de México, 17 de octubre, 2025.- ¿Sabía usted que Aseguradora Veracruzana de Servicios Integrales, nació mediante decreto publicado el 7 de mayo de este año?, pero…
Sí, señoras y señores, fue el mecanismo mediante el cual se supliría lo que ocurrió 24 días después, es decir, el 31 de mayo cuando caducó el seguro contra desastres y no lo pagó el gobierno estatal.
Bueno, pues hace dos días que le preguntan a la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle. Y que se encabrona. ¿Por qué?
Con cachucha en la cabeza y el paso rápido, alegre, la gobernadora de Veracruz caminaba a trancos en el pasillo de la sala de llegada del aeropuerto de Poza Rica.
Sin asomo de preocupación alguna. Total, qué tanto es tantito el desbordamiento del Río Cazones. Midió a la reportera desde la altitud que da el poder y…
–Gobernadora, buenas tardes, sobre la renovación del seguro catastrófico ¿qué nos puede decir de lo que se ha publicado? –preguntó la colega.
–¡Ja-ja-já! — fue la respuesta, risa despectiva de la culta y atenta gobernadora morenista.
Sí, con el insulto que entraña responder con risa a una pregunta firme, seria, relacionada con la tragedia que enlutó a Poza Rica y al país. Abierta la risa, rozagante gobernadora de mejillas encendidas ¿por el calor?, ataviada con blusa blanca y pantalón beige, dejó a la reportera con la palabra a flor de labios.
–Oye, a ver ¿dónde está…este? A ti necesito verte y a ti también –se dirigió Nahle a sus colaboradores y evitaba hacer declaraciones. Pero…
–¿Sí se renovó el seguro catastrófico, gobernadora? —insistió la reportera micrófono en mano, otras colegas esperaban la respuesta de la ingeniera gobernadora.
Molesta, Rocío Nahle enfrentó a la reportera y habló en plural.
–Quiero decirles algo, ¿eh?, esto no es cuestión de dinero. Ese no es el problema –respondió y dio la espalda rumbo a una oficina.
–Vengan para acá –ordenó a sus subordinados y a representantes de la Marina y del Ejército.
Bueno, bueno, señores, no es asunto de dinero, dice la gobernadora, pero, pero.
¿Entonces con pura voluntad y buenos deseos habrá de superarse la emergencia y atender al reclamo de miles de ciudadanos damnificados? Porque, hasta donde se sabe, la Aseguradora Veracruzana de Servicios Integrales carece de personalidad jurídica y, sobre todo, de fondos.
Vaya, vaya, vaya con la sonrisa de Mona Lisa.
A otra cosa mariposa…
El 19 de septiembre de 2017, Enrique Peña Nieto se volvió viral en redes con un meme en el que aparentemente incurría en un desliz verbal.
Tal vez usted o usted recordará aquel meme que implicó fenomenal bullying contra Enrique Peña Nieto. ¿A cuánto estaba el TP01 para aterrizar en Ixtepec, Oaxaca?: “a un minuto, no, menos, como a cinco”, habría dicho el entonces presidente.
Peña Nieto viajaba a Ixtepec que el día 7 de ese mes de septiembre había sido sacudido por un sismo y, cosas de la naturaleza, ese 19 de ese mes volvió a temblar con graves perjuicios en la Ciudad de México y los estados de Puebla, Morelos y México.
En fin.
Usted se preguntará a qué diablos obedece traer a colación la anécdota.
Bueno, ayer el licenciado Reginaldo Sandoval Flores, coordinador de la diputación federal del Partido del Trabajo, subió a tribuna para despacharse una patriota defensa de los impuestos que tendremos que pagar a partir del próximo 1 de enero de 2026.
Me recordó a Peña Nieto, pero lo del expresidente fue una confusión verbal entre él y los reporteros, lo dicho por el licenciado Reginaldo fue con plena convicción, sin medias tintas. Veamos.
La mayoría oficialista aprobó en Cámara de Diputados impuestos corte Santa Anna a, por ejemplo, los chescos que, de seguir así con dizque espíritu saludable, costarán lo mismo que una champaña francesa.
Y entonces, el demócrata Reginaldo Sandoval cree que los ciudadanos somos párvulos o carecemos de sentido común. Dijo:
“Primero quiero decirles que no hay más impuestos, no son nuevos impuestos. Miren, este tema del IEPS nació en 1981 (…) Las bebidas azucaradas, debido a sus saborizantes comenzó en 2014 en un peso por litro.
“Aquí no hay nuevos impuestos y no hay tampoco incremento a los que están. Y hay que decir con toda claridad para que el pueblo de México nos escuche que es un impuesto esencialmente para el tema de salud”, cantinfleo.
O sea: hay, pero no hay, según la lógica del pastor del PT en la Cámara de Diputados.
¡Ajajá! Pero, de acuerdo con el diputado Sandoval Flores, “el modelo neoliberal durante 36 años nos cambió la dieta a los mexicanos y se metió con el sistema de salud curativo, elitista y permitió que este sistema de salud terminara verdaderamente en dificultades para nuestros ciudadanas y ciudadanos…”
¡Sopas!
Pero ahí no quedó el asunto, porque la diputada petista Ana Karina Rojo Pimentel se encargó de ponerle el balón para que drible y se luciera, pero se le fueron las cuentas casi como a Peña Nieto, porque…
–Si usted tiene el dato. ¿En el gobierno de Felipe Calderón cuántas refinerías se hicieron en nuestro país para que el petróleo no saliera a Estados Unidos y encareciera la gasolina?
Y, otra pregunta es que en el gobierno de Enrique Peña Nieto en cuánto estaba el precio de la gasolina y si les puede recordar para los mexicanos y también aquí a todos los diputados de esta Cámara el famoso gasolinazo, usted lo recordará claramente y quisiéramos que usted nos diera respuesta estas preguntas…–dijo Ana Karina
Reginaldo respondió:
–Miren, en el tema de la gasolina, aquí tengo la grafiquita, de cómo estuvo desde el sexenio de Calderón cuánto subió la gasolina, 22.9 (por ciento), cuánto subió con Peña Nieto: 42.8 (por ciento) y, de la llegada de la 4T en lugar de subir bajó -5.2 (por ciento) y ahora con la presidenta sigue bajando el tema de la gasolina –puntualizó orgulloso.
En buen castellano, para el demócrata diputado petista -5.2 es la diferencia de haber recibido el precio de la gasolina entre 18 y 19 pesos el litro y haberlo elevado hasta 26 y 27 pesos en 7 años. ¿En serio, Reginaldo? ¿Sigue a la baja?
O sea.
Pero su compañera de partido, la petista Lilia Aguilar Solís no se anduvo con rodeos y llamó impuestos saludables a los que le darán en la madre a monederos y carteras de las familias más necesitadas que consumen más refrescos que agua. Y ni qué decir de los que gravaran a videojuegos y la salida de menores al extranjero.
A grito pelado y en demérito de la oposición, Aguilar Solís redondeó:
“A la gente de México les queremos decir: estos impuestos a las bebidas azucaradas a los casinos, a los videojuegos, son no solamente parte de los objetivos del desarrollo sostenible de la ODES de la OEDS 3 de salud y bienestar; nosotros no solamente estamos legislando en concordancia a nuestros principios, sino aquí nosotros no somos hijos ni de la Coca Cola y lo bueno que hoy podemos decir es que ¡Fuera máscaras!, porque han dejado en evidencia que aquí, como siempre, su patrón es el dinero. Y que viva la cuarta transformación”.
Sí, a hueso, ¡fuera máscaras!, se acaba la lana y hay que sacar de dónde sea para solventar los programas sociales. Cuidadito, cuidadito –María Victoria ddixit– están en riesgo los votos de… ¡primero los pobres! ¿Será, Drakko?
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