Los hombres asesinos y agresores lo hacen por voluntad propia
* Cada dos horas y media una mujer es asesinada
Para Héctor
Martha Canseco González
SemMéxico, 22 julio 2019.- Hace muchos años, mi hermana gemela estaba en los últimos años de la carrera de Psicología, aunque sabía que su especialidad era la Neuropsicología, estaba segura que alguna cosa más habría aprendido, entonces continuamente le expresaba mis dudas sobre distintos temas, que con el tiempo sabría eran producto de mi incipiente malestar de género.
Alguna vez le pregunté: ¿Los agresores están conscientes del enorme daño físico y emocional que le hacen a las mujeres y a las niñas cuando las violan o abusan de ellas sexualmente? Su respuesta me dejó con la boca abierta: ¡Si no fuera así, no lo harían!
He de confesar que para mí fue un tremendo golpe cultural, darme cuenta que algunos hombres en México, por desgracia demasiados, no nos quieren a las mujeres en el planeta tierra y buscan hacernos el mayor daño posible.
Lo que quiero resaltar aquí, es que los hombres asesinos y agresores lo hacen por voluntad propia, buscan justificarse arguyendo celos, alcohol, engaño o drogas, así entonces y en buena parte, terminaremos con la violencia de género cuando ellos decidan dejar de violentarnos.
México es ya el país con mayor número de feminicidios en el mundo, tan sólo en lo que va del año, mil 119 mexicanas han sido asesinadas, así de fácil cada dos horas y media una mujer es asesinada a manos de quién prometió en un altar quererla y cuidarla, o de hombres cercanos y conocidos.
Decía mi querida amiga Nora Sosa cuando fue Directora de la UEPAVF (Unidad Especializada para la Atención de la Violencia de Género y en la Familia): “No hemos ni siquiera empezado a enfrentar una violencia, cuando a los machistas ya se les ocurrió otra”.
Y como comunicóloga tengo que reconocer el papel que juegan los medios de comunicación para fomentar la violencia contra las mujeres y no sólo porque los medios son la caja de resonancia de los roles y los estereotipos de género sino porque los recrean, los exageran.
Dice la antropóloga feminista Rita Segato que no es casualidad que en los principales centros de producción cinematográfica y televisiva del planeta se estén produciendo tantos programas y películas de corte policiaco e investigación, donde generalmente las víctimas son mujeres. Se trata dice, Segato de una pedagogía de la crueldad, enseñan cuál es la manera más cruel de acabar con las mujeres.
Y aunado a ésta, ya de por sí, terrible situación hay que agregar los vaivenes y la simulación del sistema de justicia mexicano, que termina dejando a la mayoría de las mujeres en total indefensión y sin acceso a la justicia.
En éste marco quiero comentar algunos detalles de la columna de Héctor De Mauleón que escribió para El Universal el pasado 17 de julio y que tituló “Matar mujeres: la epidemia sin control”.
Una epidemia es una enfermedad que se propaga durante un cierto período de tiempo en una zona geográfica determinada y que afecta de manera simultánea a cualquier persona.
El femigenocidio que se está llevando a cabo en México no es una enfermedad, los hombres que lo llevan a cabo, no están enfermos, son hijos sanos del machismo más cerril, primitivo y aldeano. Decir que es una epidemia es quitar responsabilidad a los asesinos de mujeres.
El exterminio de mexicanas no está ocurriendo en una zona determinada del país, es en general en todo el territorio, ciertos estados presentan más casos que otros, pero esto sólo resulta anecdótico.
Una epidemia afecta por igual a hombres que a mujeres, en éste caso sólo son mujeres las víctimas, así que Héctor hay que nombrar a las cosas por su nombre: En México hay una guerra contra las mujeres, pura violencia de género. Seguramente como tú sabes, la violencia de género es aquella dirigida, orientada y exclusiva contra mujeres y niñas, por el mero hecho de ser mujeres y niñas, no hay ninguna otra razón.
Además, la violencia de género cumple un objetivo social: CONTROLAR Y DOMINAR A LAS MUJERES.
Así entonces Héctor, se debe declarar una emergencia nacional si no queremos que ocurra lo que en China, en ése país asiático hay un déficit de mujeres debido a los abortos selectivos, es decir no dejaron nacer a millones de mujeres. Aquí en México nos dejan nacer, pero no nos dejan vivir, ¡yo no sé qué es peor!
botellalmar2017@gmail.com