Testigo y protagonista de seis décadas de transformación política, social y tecnológica; hoy reafirma su compromiso con una ciudadanía crítica y plural en la era digital
La llegada del hombre a la luna fue una de las portadas más enigmáticas de El Sol de México
Ha documentado el surgimiento de la sociedad civil organizada y el paulatino empoderamiento de las mujeres, como laconsolidación de la ciudadanía
Juan Carlos Rodríguez
SemMéxico / El Sol de México, Cd. de México, 25 de octubre, 2025.- Hoy, al conmemorar el sexagésimo aniversario de su fundación, El Sol de México se erige como un faro perseverante en el periodismo mexicano.
Nacido el 25 de octubre de 1965, en pleno “milagro económico”, este diario no sólo ha sido testigo de seis décadas de transformaciones sociales, políticas y tecnológicas, sino que ha sido un agente activo en su configuración.
Fundado por el visionario empresario periodístico José García Valseca, El Sol irrumpió como el primer periódico impreso en offset y a colores en América Latina, lo que permitió tirajes masivos, reduciendo costos y expandiendo el acceso a la información visual y atractiva para clases medias y populares.

Un cambio de siglo, 11 sucesiones presidenciales y tres alternancias en el Poder Ejecutivo han transcurrido desde la aparición de El Sol de México, que a través de sus páginas ha documentado la evolución democrática del país y hoy comprende que su razón de ser es brindar información a una ciudadanía hiperconectada, crítica, plural, inclusiva y exigente de contenidos multiplataforma.
Son 21 mil 629 números que van desde la época del priismo hegemónico hasta la alternancia del año 2000 y de ahí al arribo de la izquierda al poder; registros que han dado cuenta de la llegada del hombre a la Luna hasta la irrupción de la inteligencia artificial.

El Sol de México ha documentado el surgimiento de la sociedad civil organizada y el paulatino empoderamiento de las mujeres hasta la consolidación de los ciudadanos como figuras activas de la vida pública a través de las redes sociales.
“Si en México existen todas las libertades, menos la de acabar con la libertad, entre todas ellas descuella la de expresión, porque es piedra de toque de todo régimen político”, decía hace 60 años el editorial en el que se anunció la salida de El Sol de México.
Corrían los años de la Guerra Fría y sus protagonistas, Estados Unidos y la Unión Soviética, patrocinaban conflictos en todos los continentes. En ese contexto, El Sol de México expresaba que “el día que los mexicanos nos dejáramos uncir por los internacionalismos que hoy se disputan el dominio del mundo, dejaríamos de ser mexicanos, porque dejaríamos de ser libres”.
Sobre el significado del cabezal, el editorial de lanzamiento refiere que el naciente periódico “es ‘Sol’, del cual huye la sombra, la traición y la duda. Es ‘de México’, en el que esplende la libertad, se acelera el progreso y se anuncia ya un futuro promisor”.

Aquel día, la nota principal fue un discurso del presidente Gustavo Díaz Ordaz, quien cursaba su segundo año de gobierno y prometía ejercer el cargo “sin consentidos ni discriminados”.
En la foto principal aparece monseñor José Villalón Mercado, obispo auxiliar de México, al momento de bendecir al personal y las instalaciones del nuevo periódico.
“Yo creo que El Sol de México, y Los soles en general, han sido una presencia que define en buena medida lo que somos los mexicanos, con todas nuestras contradicciones”, opina el ensayista Humberto Musacchio, autor del libro Historia crítica del periodismo mexicano.
“Una de las funciones de la prensa es decirnos cómo somos y quiénes somos, y creo que El Sol en buena medida ha cumplido esa función, al participar en ese proceso de definición del mexicano y de lo mexicano”, añade. Consultado para hacer un balance sobre los 60 años de El Sol de México, Musacchio dice que “el coronel García Valseca hizo un periodismo muy cargado a la derecha y, sin embargo, también hizo cosas que uno no se explica, como tener de articulista estrella durante muchos años al inmenso Renato Leduc, grandioso periodista, maestro de muchos de nosotros, quien siempre se identificó con las causas de la izquierda”.
En este mosaico de ideologías han convivido columnas icónicas como Red privada, de Manuel Buendía; Perspectiva, de Bernardo Ponce; De poder a poder, de Guillermo Chao Ebergenyi o Mauricio dice, de Mauricio González de la Garza, quienes coexistieron con plumas agudas como las de Juan José Arreola y Alejandro Jodorowsky.
El sello de la innovación
La génesis de El Sol de México marcó un hito en la historia del periodismo iberoamericano. En una época dominada por la linotipia manual y los diarios elitistas, García Valseca —heredero de una cadena de publicaciones populares iniciada en 1929 con revistas como Paquito y que incluía los diarios Esto y La Prensa— apostó por la modernidad.
El offset en colores democratizó la prensa, llevando noticias, cultura y entretenimiento a hogares semiurbanos y rurales, en un México donde el analfabetismo aún acechaba.
Desde sus primeras ediciones, El Sol fomentó la formación profesional al crear la Academia Teórico-Práctica de Periodismo, que capacitó a generaciones de reporteros, linotipistas y editores.
Esta escuela interna, inspirada en el espíritu emprendedor de García Valseca, elevó los estándares éticos y técnicos del gremio, contribuyendo a una prensa más profesional y accesible.
En 1976, la adquisición de la Cadena García Valseca por Mario Vázquez Raña —quien la transformó en la Organización Editorial Mexicana (OEM)— marcó una nueva era: de ser una red en crisis financiera, surgió un emporio con 73 periódicos regionales, estaciones de radio y contenidos multimedia, donde El Sol actúa como eje articulador.
Su cobertura global pionera posicionó al diario como puente entre México y el mundo, formando a lectores sobre temas de geopolítica en una era de aislamiento.
El Sol de México no llevaba ni un año de imprimirse cuando se tomó una decisión que puso en claro que la competencia contra los diarios grandes iba en serio: mandó a un reportero a cubrir la guerra de Vietnam.
En la edición del 21 de septiembre de 1966, día en que se publicó el primer texto del enviado, en la primera plana se explicó que “en la encrucijada mundial, Vietnam es hoy en día un punto neurálgico, zona donde dos ideologías y dos fuerzas se enfrentan en una guerra a muerte, que puede ser el principio de una conflagración mundial”.
Por ello, añade la nota de la Redacción, “para dar una idea vívida y con criterio objetivo, pero mexicano, de lo que pase en Vietnam, El Sol de México envió a Benjamín Wong, joven y completo reportero. Es el primer periodista mexicano que envía un reportaje desde el frente mismo de combate”.
Cuatro años más tarde, El Sol volvió a dar muestras de que estaba listo para jugar en las grandes ligas. Al estallar la guerra de Jordania, en septiembre de 1970, el propio Wong y el fotógrafo Carlos Macías se lanzaron al Medio Oriente y fueron los únicos mexicanos que cubrieron el conflicto.
“Estoy viviendo el infierno”, decía una de las primeras crónicas de Wong, publicada el 18 de septiembre de 1970. “Humo y llamas rasgan la noche mientras el tableteo de ametralladoras, el tronar de cañones y el silbido siniestro de las balas me recuerdan en cada instante que la muerte ha hecho su guarida en esta ciudad desgarrada por la guerra civil”, describe el texto escrito desde Amman.
La guerra de Jordania, conocida como “Septiembre Negro”, fue una guerra civil de baja intensidad entre el ejército jordano y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP); se desencadenó por el aumento de poder de la OLP en Jordania, lo que amenazó la estabilidad del reinado de Hussein I.
Fue memorable la narración del 24 de septiembre de Wong Castañeda, quien fue el último periodista extranjero en salir de la devastada ciudad de Amman, a bordo de una aeronave de la Cruz Roja. “Venían en el avión hombres con carnes y huesos destrozados, niños sin brazos y una mujer jordana con el rostro borrado por la metralla”, informó el enviado.
Lecciones del 68
Para septiembre de 1970, habían pasado dos años de la matanza de estudiantes de 1968, acontecimiento que, además de consternar al país, representó un desafío para la cobertura de los medios.
En la edición del 3 de octubre, El Sol de México tituló: “El objetivo: frustrar los XIX Juegos”, junto con un balazo que rezaba: “Manos extrañas se empeñan en desprestigiar a México”.

“El Sol de México es un diario que surgió en una combinación de connivencia política con el gobierno y un afán de innovación, sobre todo en el aspecto tecnológico, al ser el primer diario de América Latina impreso en offset”, señala Raúl Trejo Delarbre, especialista en medios de comunicación y teórico de la relación entre prensa y poder.
Desde su óptica, la cadena García Valseca y posteriormente la Organización Editorial Mexicana (OEM) ha tenido varios méritos, sobre todo “la creación de un periodismo de aspiración nacional, entendido lo nacional no como la propagación de la visión de la capital al resto del país, sino como el rescate de los acontecimientos en cada localidad”, expuso.
Integrante del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Trejo Delarbre planteó que “García Valseca no era un adversario del gobierno, era un aliado para hacer eco de la información oficial. Todo esto se mantuvo de manera relativamente boyante, hasta ya avanzados los años 70”.
Ya durante la época de Vázquez Raña, El Sol brilló en coberturas que marcaron el pulso social. Los terremotos de 1985 detonaron un trabajo en equipo que, además de dar voz a las víctimas, puso al descubierto la necesidad de reformas en materia de protección civil y reglas de construcción.
“Paralizada y semidestruida la ciudad”, tituló el diario en su edición del 20 de septiembre de 1985, al día siguiente de la tragedia, que contó con 18 páginas destinadas exclusivamente a mostrar en fotografías la destrucción en la zona Centro del Distrito Federal, la colonia Roma, Tlatelolco y San Antonio Abad.
“La gente duerme en la calle”, “Militares y civiles, en un solo frente”, “El éxodo del miedo”, “Se manifiesta la unidad entre capitalinos” fueron los titulares de algunas de las crónicas de los reporteros de El Sol de México, quienes salieron a las calles desde el primer minuto del siniestro.
El termómetro de las elecciones
En materia política, no solo la sociedad ha evolucionado hacia instituciones ciudadanas, respeto a la pluralidad y defensa de las libertades. También El Sol ha calibrado sus coberturas para responder a lectores que exigen equilibrio e imparcialidad.
Del titular “Triunfo contundente, legal e inobjetable de CSG”, después de las elecciones del 6 de julio de 1988, el diario pasó a cabezas como “Transición estable, acuerdan Zedillo y Fox”, en la primera plana del 3 de julio del año 2000, cuando se concretó la primera alternancia política en la Presidencia de la República en más de 70 años.
La señal de los nuevos tiempos se hizo patente previo a los comicios del 1 de julio de 2018, cuando El Sol publicó una portada limpia, sin colores partidistas y con un llamado a la participación ciudadana.
Como pocas veces en su historia, la portada fue una ilustración sencilla pero contundente: una paloma de la paz formada con huellas dactilares —como sello de un dedo pulgar que fue marcado al acudir a votar— que en lugar de una rama de olivo lleva en el pico una boleta electoral. “Vota, hoy tú decides”, decía la cabeza.
El editorial que acompañaba la ilustración destacaba un llamado a la convivencia pacífica: “La democracia participativa es la única manera que existe para que el país continúe su marcha de acuerdo al mandato de las mayorías. La contienda política que hoy acaba, nos confirmó que somos un país con mucha vitalidad, plural y heterogéneo que, pese a minorías violentas, desea vivir en paz”.
A lo largo de 60 años, El Sol de México ha navegado revoluciones tecnológicas con maestría. El rediseño de 2017, al cumplir 52 años, lo convirtió en tabloide portable (“fácil de leer, fácil de llevar”), integrando infografías y textos híbridos que le han merecido decenas de premios de la Society for News D[esign (SND).
Society for News Design premia 11 trabajos de diseño de El Sol de México
Bajo la dirección de Hiroshi Takahashi y Martha Ramos (directora general de la OEM desde 2016), apoyados por la audacia de la presidenta y directora general, Paquita Ramos de Vázquez, el diario ha abrazado la era digital con apps, producción multimedia y podcasts como “Cofre de leyendas”, “Economía pesada”, “Las claves del mundo”, “La Lovera” y “Archivos secretos de policía”.
Estas iniciativas no solo aseguran supervivencia en un ecosistema digital, sino que posicionan a El Sol de México como cuarto diario más leído a escala nacional.
Desafíos futuros
Sobre el futuro de la prensa escrita, Humberto Musacchio dice, con sorna, que cada vez se va postergando más el plazo fatal que le habían dado a los medios impresos. “Los magnates tecnológicos dijeron, primero que en 2030, después nos dieron 10 años más y ahora están recalculado que será hasta 2050”.
Lo que va a salvar a los diarios es la responsabilidad, sostiene. “En redes sociales y en internet circulan muchas versiones incomprobables, en cambio en un medio escrito hay que ser rigurosos, hay que decir qué pasó y dar pruebas de que eso pasó, y no decirlo como se nos ocurra”.
Y remarca: “Necesitamos tener no sólo la nota escueta, necesitamos tener todo lo que rodea a una información importante, y eso sólo lo pueden dar los periódicos como El Sol y muchos otros; no lo dan ni la televisión, ni la radio, ni internet, ni mucho menos las redes sociales. Creo, pues, que los periódicos bien dirigidos tienen una buena y larga vida por delante”.
Una muestra de lo que dijo Musacchio se presentó en marzo de 2020, con la irrupción de la pandemia de Covid-19. El 23 de marzo de ese año, cuando se decretó la emergencia sanitaria en México, El Sol de México no sólo se dispuso a evitar la infodemia y evitar las especulaciones, sino a informar con evidencia y precisión.
También inyectó esperanza a sus lectores cuando el porvenir parecía incierto. “Los augurios son negros, pero hay que dar la batalla como los mexicanos lo hemos hecho en múltiples ocasiones, con fortaleza, solidaridad y orgullo”, se leía en un editorial titulado “México saldrá adelante”.
El 28 de marzo, menos de una semana después de decretada la emergencia, El Sol lanzó el suplemento diario “Covid-19. Alerta mundial”, en el que contaban historias de las víctimas y sus familias, recomendaciones de protección, se mostraban ejemplos de resiliencia, testimonios de personal médico y la numeralia más completa de la evolución del virus.
El domingo 2 de junio de 2024, El Sol lo volvió a hacer y lanzó una icónica portada dedicada exclusivamente a la jornada electoral. No había carga partidista, sino carga emotiva para llamar a una fiesta cívica.
“Te lo pedimos de 100 maneras; hazlo como quieran, por quien quieras, pero… ¡VOTA!”, exclamaba la cabeza principal. Y no era una exageración: se habían escrito en plana 100 motivos para salir a las urnas y sobre la importancia de combatir el abstencionismo.
Al día siguiente, sin regateos, la portada de El Sol consignó el hecho histórico. “Claudia arrasa”, decía el titular, acompañado de la foto de la mandataria electa con el puño en alto. Era la “primera mujer presidenta”.
Sobre el futuro de la prensa escrita en general y de la cadena de Los Soles en particular, Trejo Delarbre apuntó que “hoy en día tenemos un poder político que solo se interesa en la prensa cuando la puede manipular y que cuando no lo hace, se dedica a descalificarla, como ocurrió con el gobierno del presidente López Obrador y sucede ahora con el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum”.
Pero este fenómeno, añade el académico, no necesariamente debe ser una amenaza para la subsistencia de los periódicos. “A la sociedad que le interese la consolidación de la cultura política y que le interese rescatar a la información como un elemento constitutivo de la democracia, debería interesarle que haya diarios locales serios y profesionales”.
Desde 1976 y hasta 2015, año de su muerte, Mario Vázquez Raña fue el timonel de la OEM, una de las mayores cadenas de medios en el mundo, donde El Sol México es su ariete. Durante esos 40 años, don Mario también dio cátedra periodística al entrevistar a más de 500 líderes mundiales.
Los diálogos con personajes como Vladimir Putin, Fidel Castro, Nelson Mandela, Mijail Gorbachov, Yasser Arafat, Muamar Gadafi, Jacques Chirac, Jian Zemin, Koffi Annan y Luiz Inacio Lula da Silva, entre muchos otros, posicionaron a la OEMcomo puente entre México y el globo.
A 60 años de su fundación, El Sol de México no es solo un periódico, es un legado vivo que ha iluminado transiciones, catástrofes y esperanzas colectivas. Sus innovaciones tecnológicas, coberturas transformadoras y plumas icónicas han moldeado el periodismo mexicano, democratizando la verdad en un país en constante reinvención.
Como afirmó Vázquez Raña: “Un periódico no pretende erigirse en juez, sino en tribuna y vocero de las inquietudes populares”.
Hace 60 años, en el primer número de El Sol de México, este diario publicó la noticia de que el Centro de Cálculo del Instituto Politécnico Nacional (IPN) había adquirido las primeras computadoras especializadas en “alta matemática electrónica”.
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Eran aparatos que a simple vista parecían refrigeradores de dos metros de altura, con centenares de botones, gavetas, focos y grandes rollos de cinta magnética.
“El desarrollo en la ciencia contemporánea exige la utilización de complicadas, pero asombrosas, máquinas que resuelven problemas de cantidades superiores a las diez cifras”, describe con admiración el pie de foto.
A seis décadas de distancia, no sólo aquellas computadoras monumentales se han vuelto más compactas, potentes y al alcance de la mayoría de los ciudadanos, sino que El Sol de México ha evolucionado a la par que la tecnología, y hoy es de los primeros diarios en montar un departamento especializado en utilizar la inteligencia artificial con el fin de hacer más eficiente y vigoroso el quehacer informativo, siempre bajo la supervisión humana.
Juan Carlos Rodríguez: Reportero con tres décadas buscando historias incómodas. Me gusta la política, analizar el desempeño gubernamental y la data. Salsero, cruzazulino y paparazzi de mi familia. Amo las biografías y los documentales.



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