Las resistencias culturales, por un tema de conciencia
• Dos modificaciones legislativas le abrieron la puerta al ejercicio del derecho a decidir de las mujeres
SemMéxico. Cd. de México. 12 de septiembre de 2018. En abril de 2007, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó la reforma del artículo 144 del Código Penal de México D.F, en dicha modificación se despenalizaba el aborto inducido hasta las doce semanas de embarazo. En septiembre de 2009 se estableció en la Ley de Salud del Distrito Federal que las instituciones públicas de salud del gobierno del Distrito Federal atenderían las solicitudes de interrupción del embarazo a las mujeres solicitantes aun cuando tuvieran algún otro servicio de salud público o privado.
Estas dos modificaciones legislativas le abrieron la puerta al ejercicio del derecho a decidir de las mujeres sobre su propio cuerpo. Sí, derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, sobre nuestra vida, sobre la aceptación o no de la maternidad. Desde estas modificaciones tenemos 12 semanas para notar cambios en el cuerpo o la cuerpa como dicen algunas compañeras feministas e interrumpir el proceso de gestación.
Pero este cambio legal aunque ha significado un gran avance no necesariamente ha significado una transformación cultural para que la opinión pública defienda en su totalidad este derecho ni para generar la suficiente presión para mantener una política pública que garantice la interrupción del embarazo de forma segura y gratuita.
En términos institucionales las resistencias culturales se reflejan de muchas formas entre ellas podemos encontrar la negativa explicita del personal médico por un tema de conciencia, lo que implica un impacto en la accesibilidad a este derecho, saben ustedes que solo 10 hospitales en toda la Ciudad de México realizan actividades relacionadas a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) y de estos 10 en realidad solo 5 hospitales hacen el procedimiento y dan información y el resto solo dan información y hacen el ultrasonido necesario para el procedimiento para luego referirlas a los 5 hospitales que si realizan el procedimiento.
Otras resistencias son las generadas de manera velada en forma de obstáculos burocráticos como llegar antes de las 7 de la mañana para tener ficha, porque dan un número limitado. Contar hoja de gratuidad del Gobierno de la Ciudad de México y en caso de no tenerla pagar un costo en concordancia con la valoración del personal de Trabajo Social. Sin embargo, sobre este último punto hay testimonios de mujeres que no les dieron esa opción y las mandaron a sus clínicas de seguridad social, a sabiendas de que en muchos de estos hospitales hay más dificultades para realizarse el procedimiento, entre ellas el ir preguntando de ventanilla en ventanilla y en cada momento escuchar opiniones de personas que difunden mitos de toda índole, sembrando culpa y angustia.
Así que a casi 20 años de tener en la Ciudad de México el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo debemos claro que debemos sentirnos contentas de contar con la legislación que protege este derecho, pero ello no elimina la necesidad de mantener una observancia participativa de la política pública para que de verdad la ILE sea segura y gratuita para todas las mujeres.
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