Palabra de Antígona
A la alerta las y los políticos le tienen harto miedo.Sara Lovera
SemMéxico, 29 mayo 2017.- Las peticiones para declarar Alertas de Violencia de Género, un derecho establecido en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, un derecho cuando hay una emergencia, en un lugar determinado de un estado, un municipio, una comunidad. Es eso, una Alerta, cuya importancia en que se declare es que se reconoce el problema y se le dará atención, soluciones y recursos.
A la alerta las y los políticos le tienen harto miedo. Quienes la demandan saben que ponen el dedo en la llaga. Porque lo que es cierto, sin discusión, es que la violencia contra las mujeres no disminuye en ningún lugar del país; hay sitios, incluso, donde se vive como en permanente ascenso y no hay solución y tampoco hampones, criminales o asesinos en la cárcel o en juicio. Además de la violencia sistemática, no funcionan los sistemas de justicia.
Yo creo que fue una bendición que existiera esto en la ley, aunque se le tenga miedo. ¿Por qué? porque la petición de alerta, se resuelva o no, en sentido positivo o negativo para quienes la piden, permite examinar el estado de la situación de una entidad o de un lugar; permite retomar la investigación, obliga a ponerse al día y los gobiernos con tal de decir que no la necesitan o asumir que si la necesitan, se ponen a trabajar profundamente en estos temas; tienen vigías, las o los expertos que los analizan; no están solos, la autoridad Federal los evalúa y también la opinión pública.
No me importa cuán ignorantes sean unas y otros, porque he escuchado tal congreso pedirá la alerta, los congresos no pueden pedirla; tal política o interesada dice que se haga una alerta, nacional, yo pediría mejor que se cumpla con la ley, con el Plan Nacional de Desarrollo, con el Programa Nacional de Igualdad, con las leyes y reglamentos de igualdad y no discriminación.
Pero les gusta hablar de Alerta, porque eso vende, estremece, hace pensar en movimiento, en acción, por ello repito, es una bendición ya que las organizaciones sociales se ponen a trabajar, no pueden decir cosas generales, tienen que demostrar que ahí donde solicitan la alerta, realmente suceden cosas, tienen que demostrarlo investigando.
Hace años me acuerdo, las mujeres que trabajaban en centros de atención a la violencia, no tenían cifras, no podían articular un fenómeno con el otro, no sabían los efectos reales de tener inseguridad en las calles. En cambio, hoy contamos con una enorme información pormenorizada, como para que las autoridades actúen y no se hagan de la vista gorda. Sabemos con exactitud que sucede.
Y algo que hemos aprendido es que la violencia contra las mujeres es un fenómeno estructural, no se resuelve en unos meses, se necesitan programas y trabajo duro; se necesitan políticas públicas y continuidad en un aspecto sustantivo: el del cambio cultural y de mentalidades. Urgente es entonces cambiar el contenido de los medios y atender cambios en los mensajes de valores.
Tal vez por ello y en medio de esta reflexión, es tan importante el haber introducido en la ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, la violencia mediática, que solo en la ciudad de México es ley; mecanismos y principios realmente para detener imágenes, palabras, chistes, barbaridades que denigran a las mujeres en los medios de comunicación.
Esto sí que es fantástico. Ya basta de denostar o descalificar a los medios. Ahora los vamos a poder castigar por lo que hacen, por lo que dicen, contra la integridad de las mujeres; ya no será cosa de monitorearlos u observarlos, sino que, con datos y hechos, estudiados y analizados hace varias décadas por las feministas, se les pondrá un algo.
La iniciativa es de una diputada. Mariana Moguel Robles. Quien se crió en una casa donde se leía y pensaba. Más allá de que es del PRI, de que es ungida por ser hija de, cosa que no me gusta pensar, porque en un país antidemocrático las y los hijos no pueden ser tan buenos o tan malos políticos como sus progenitores. Bueno, volviendo al tema, esta reforma para evitar la violencia mediática contra las mujeres es fenomenal.
Lo feo es que las revolucionarias del género y el feminismo se han ocupado muy poco de estos temas y de la parafernalia jurídica de los medios. No han llamado la atención estos cambios no son comentados; como no lo son todas estas cosas que suceden cuando se solicita la alerta de género.
Me encanta saber que por ejemplo en Morelos a la Comisión Independiente de los Derechos Humanos no se le va una y vigila al gobierno sistemáticamente. Seguro que eso ha servido para que mejoren las cosas. Me encanta que se tome en cuenta la necesidad de los bancos de datos, sustanciales y comprobables. Me gusta que este dispositivo de emergencia se haya convertido en el sentido de la vida de la lucha por acabar con la violencia contra las mujeres.
Ahora sí. Gobiernos y Sociedad Civil alebrestada, están obligados a ejecutar los cambios. Las feministas debían tomar todos los medios, ya que el Secretario de Gobernación hizo un convenio con la Cámara de la industria de la Radio y la Televisión, en lugar de seguir quejándose, podríamos armar videos, campañas, discusiones, mesas redondas para realmente informar a todas las personas y dejarnos de ver el ombligo. Me encantaría que se involucren en vigilar a los gobiernos y dialogar, no para denostarlos solamente.
Que sea esta cruzada porque se cumplan y hagan bien los trabajos, mejor que andar consiguiendo un puesto, una candidatura o la búsqueda del estrellato. A sumar señoras, que es tiempo, siempre y cuando no nos espíen o nos repriman.
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