Potosina casó con Calleja y estuvo en prisión; los dos Virreyes asesinaron a Los Insurgentes
Jorge Herrera Valenzuela
SemMéxico, Cd. de México, 15 de diciembre, 2024.- Poco se sabe que, durante el dominio español, dos jóvenes mexicanas, de familias de la alta sociedad, figuran en nuestra Historia Patria como Virreinas en la Nueva España.
Ambas contrajeron matrimonio siendo veinteañeras, mientras que sus cónyuges casi les doblaban la edad, confirmando que, en el amor, nada impide para culminar una romántica relación.
En el desarrollo de este comentario periodístico, nos enteraremos de detalles que tuvieron los dos virreyes, pues uno puso fin a los enfrentamientos militares del Movimiento de Independencia en el Puente de Calderón, Jalisco, mientras que el otro puso en prisión a personajes que compartían principios contra la monarquía española.
Durante los 302 años de la Nueva España, hubo 62 virreyes. Viudos, casados, solteros, eclesiásticos y dos casados que no trajeron a sus esposas en tanto que 28 si lo hicieron.
María Antonia Godoy y Álvarez de la Faria de los Ríos y Sánchez Zarzosa, esposa del virrey número 53 (Miguel de la Grúa Talamanca) fue acusada de haberse apoderado de alhajas y joyas de las damas de la sociedad novohispana, invitándolas para hacer obras de caridad; se narra que nunca hubo tal ayuda a los pobres.
PORTEÑA Y DE NOBLEZA FAMILIAR
La primera virreina criolla fue Francisca Javiera de Echeagaray y Bosio, de la nobleza novohispana, cuyo padre el teniente coronel fue gobernador del Reino de Nuevo León y de Nuevo Santander. Su madre, Faustina Gertrudis Bosio, de connotada familia del Puerto de Veracruz.
Francisca Javiera nació el 19 de septiembre de 1750 y a los 20 años de edad ya era madre de su primera hija, se casó con Joaquín Gallegos; tuvieron una segunda hija. Murió Joaquín y en diciembre de 1777, la joven contrae matrimonio con Pedro de Garibay y vivieron en la Ciudad de México.
Al ser depuesto el virrey José de Iturrigaray por soliviantar a quienes se reunían para dar “un golpe de Estado” contra la monarquía española, la Real Audiencia designó al general y mariscal de campo de los Reales Ejércitos Españoles, Pedro de Garibay, lo nombró como el virrey 57 y estuvo en el cargo menos de un año entre 1708 y 1709.
La veracruzana por sus relaciones familiares, al estar en la Ciudad de México, inició su amistad con una famosa e ilustre dama, María Ignacia Rodríguez de Velasco de Osorio Barba y Bello Pereyra, a quien conocían como “La Güera Rodríguez”.
De Garibay llegó al Palacio Virreinal e instruyó a sus colaboradores para contraatacar el movimiento independentista, así como buscar los medios para liberar, en España, al rey Fernando VII.
Fueron aprehendidos, con apoyo de inquisidores, los licenciados Primo de Verdad y José Antonio Castro, enviados a los calabozos del Arzobispado, a las tinajas de San Juan de Ulúa fue llevador Fray Melchor de Talamantes y otro preso fue Juan Francisco Azcarate y Lezama. Ninguno sobrevivió a los tormentos.
“El viejo y decrépito” Pedro de Garibay fue retirado del cargo, por presiones de la Iglesia Católica y murió a los 85 años, sobreviviendo tres años a su esposa que falleció en 1812. Ambos fueron inhumados en un panteón capitalino.
Breviario Cultural:
El matrimonio tuvo una hija, Teresa, quien profesó como monja en el convento de la Encarnación, en la Ciudad de México, bajo el nombre de Sor Teresa de Belén.
Una tía de Francisca Javiera, María Isabel de Echeagaray fue la mamá del ilustre veracruzano Francisco Javier Clavijero de Echeagaray.
LA ESPOSA DE CALLEJA DEL REY
El militar español que infligió la última derrota al Ejército Insurgente, encabezado por Miguel Hidalgo y comandado por Ignacio Allende, así como ordenó el fusilamiento de José María Morelos y Pavón.
Recibió como premio el nombramiento de Virrey de la Nueva España. Fue introducido a la monarquía como Conde de Calderón.
Antepenúltimo virrey, el sexagésimo, quien en 1813 impuso a nuestro Zócalo el nombre de Plaza de la Constitución, con motivo de la promulgación de la Constitución Política de la Monarquía Española, Cádiz en 1812.
Estoy refiriéndome a Félix María Calleja del Rey, quien el 26 de enero de 1807 se casó con la joven potosina María Francisca de la Gándara y Cardona, nacida en la Hacienda de San Juan de Vanegas, San Luis Potosí.
Ella de 21 años; Calleja, 54. Tuvieron tres hijos mexicanos y dos en Madrid. El matrimonio duró 20 años y meses. Ambos murieron en Valencia, donde quedaron sepultados.
La hija del hacendado Manuel Jerónimo de la Gándara, está descrita como una mujer guapa y de atractivas formas corporales. Se hizo novia del comandante de la Brigada de Infantería de la Intendencia de San Luis Potosí. El novio era “de buena presencia y modales afables y cortesanos”, señala una crónica.
Al estallar el Movimiento de Independencia, María Francisca y sus tres hijos abandonaron la casa, para mayor seguridad. Se fueron a vivir a la Hacienda del Peñasco.
Su primer domicilio estaba en la Plaza Principal, hoy Plaza de Armas, y la construcción se conservó con el nombre de “La Casa de la Virreina”. Ahora es el restaurant “La Posada del Virrey”, catalogado como monumento histórico por el INAH.
María Francisca y sus hijos iban de la Hacienda del Peñasco a Ciénega de Mata, cuando los insurgentes la detuvieron y presentaron ante el jefe militar Rafael Iriarte, conocido como “El Cabo Leyton”, quien había sido mozo en la casa de los Gándara. Le dio buen trato a la hija de sus patrones. No se cita qué suerte corrieron los hijos, pero estaban a salvo.
Iriarte consiguió que el comandante insurgente Ignacio Aldama firmara un salvo conducto para liberar a la esposa de Calleja, a cambio de que lo mismo hicieran con la mujer de Iriarte. Fue un intercambio, sin causar daño a ninguna de las dos, durante el tiempo que pasaron en prisión.
Salieron de Guanajuato hacia la Ciudad de México e instalados, Félix María recibió el nombramiento de jefe político de la Nueva España y después, por las Cortés de Cádiz, le dieron el nombramiento de Virrey.
Terminado el mandato, la familia marchó hacia España y Calleja continuó su vida como político y militar.
Calleja del Rey estuvo tres años en prisión por haberse declarado participante de un movimiento político y encomendaron al coronel Rafael del Riego aprehenderlo y llevarlo a Mallorca. Liberado, recuperó su poder y falleció en julio de 1828; María Francisca vivió hasta el 27 de julio de 1855.
En las paredes del Museo del Prado, en Madrid, hay un cuadro de la Condesa Viuda del Conde de Calderón, pintado por el artista Vicente López Portaño, pintor de Fernando VII y de Isabel la Católica.
Corresponde a María Francisca, sentada en un lujoso sofá, cubierta la cabeza con una cofia, un pañuelo blanco en una mano y con la derecha sostiene un libro religioso.
Calleja recibió, en Madrid, el título de Conde, por su triunfo en Puente de Calderón, contra las fuerzas Insurgentes de Miguel Hidalgo, en 1811, en ese sitio del río Amarillas, municipio de Zapotlanejo, Jalisco.
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