Han pasado ocho meses, su familia tuvo que identificar su cuerpo violentado, hasta ahora alargar el proceso
La fiscalía simplemente no avanza; su caso es ejemplo de decenas más sin justicia en Guerrero
Rosalba Ramírez Hernández
SemMéxico/EjeCentral, Guerrero, 8 de mayo, 2020.- Alma Lilia Zamarripa Salazar viajó al puerto de Acapulco por una oferta de trabajo. No viajó por vacaciones o a divertirse.
El sábado 4 de septiembre de 2021 tuvo una cita laboral con su jefe. Al día siguiente, el domingo 5, ya no se volvió a comunicar con su madre, a quien le había dicho que no se preocupara, porque por la tarde regresaría a casa en Tlalnepantla, estado de México.
Nunca regresó. Le gustaba la música rock, tenía humor negro, y era bromista. Apenas cursaba los 30 años, era ingeniera civil y su meta era crecer. Viajó a Acapulco por negocios al ser contratada por la constructora de su jefe, a quien conocía desde mucho.
Su madre, quien pidió omitir su nombre, relató que su jefe le habló de un proyecto para construcción. Había una relación laboral de cuatro años.
Ese sábado 4 de septiembre Alma Lilia estuvo con su jefe hasta media noche, horario en que fue cuando le quitaron la vida. “El domingo traté de comunicarme con ella y ya no contestó, fue cuando empecé la búsqueda. Con todas mis hijas he tenido contacto de dónde están, avísenme cuando lleguen, en donde y con quién están”, relató su madre.
El cuerpo de Alma Lilia fue encontrado sin vida durante la tarde del lunes 6 de septiembre en la colonia Playa Diamante del Boulevard de las Naciones, frente al CRIT Teletón.
Policías Ministeriales encontraron a una mujer sin vida, con lesiones producidas por arma de fuego en la frente y golpes en cara. Su cuerpo yacía frente a un inmueble abandonado de Telmex, entre la maleza. Así, la única línea de investigación que tiene la fiscalía de Guerrero, es que fue su jefe el presunto feminicida, quien actualmente se encuentra preso dentro del Centro de Reinserción Social de Acapulco, esperando la resolución de un juez.
La tortuosa justicia
El pasado viernes 22 de abril, la familia de Alma Lilia viajó al Puerto de Acapulco, porque tenían programada una audiencia a la una de la tarde, que fue, por segunda ocasión, postergada por el juez del distrito. La familia ingresó un amparo en enero del presente año y a la fecha no se le ha dado respuesta. “Mi hija desafortunadamente ya no está con nosotros y ya no se puede defender. Estoy desesperada”, denunció la mamá de Alma entre lágrimas, arropada por su esposo y otra de sus hijas.
Pese a que no se ha dictado una sentencia, la familia de Alma Lilia está segura que el sospechoso es el culpable de su feminicidio, porque el 6 de septiembre por la mañana, dos días después de que tuvieron comunicación con Alma Lilia, hablaron con el sospechoso, su jefe, porque sabían que estaría con él
La primera audiencia que les retrasaron fue el 4 de marzo, dos días antes les llamaron para citarlos a una audiencia urgente, porque la defensa del imputado dijo que se habían violado sus derechos humanos el desahogo de pruebas y en el juzgado se le concedió. Por eso, se difirió la diligencia para el 4 de abril.
La madre de Alma acudió al ministerio público de Tabares, en donde le informaron que de un día para otro el caso por el asesinato de su hija ya no lo llevaban ellos sino homicidios. Al trasladarse a las nuevas oficinas, la respuesta fue que sólo revisaban el caso, porque tal vez lo llevaría el área de feminicidios, porque se dictaminó como un feminicidio. “Trate de comunicarme con la gobernadora de Guerrero (Evelyn Salgado Pineda), pero era diciembre y fue uno de sus secretarios quien me habló y (dijo) que la carpeta la llevaba feminicidios, hasta ahí fue el apoyo”, describió en entrevista con eje central.
Pese a que no se ha dictado una sentencia, la familia de Alma Lilia está segura que el sospechoso es el culpable de su feminicidio, porque el 6 de septiembre por la mañana, dos días después de que tuvieron comunicación con Alma Lilia, hablaron con el sospechoso, su jefe, porque sabían que estaría con él. Al momento de preguntarle si sabía algo de Alma Lilia, relataron los familiares, él negó haberla visto. De hecho, dijo que tenía dos semanas de que no hablaba con ella, pero cuando fue llamado a declarar fue cuando aceptó que sí había estado con Alma Lilia.
“Mi hermana siempre fue una persona muy dedicada a su trabajo, por eso siempre estaba dispuesta a viajar a dónde le dieran una oportunidad de crecer”, cuenta la hermana menor de Alma Lilia.
La familia ahora sólo espera justicia, pero ya van ocho meses y esa justicia no llega. Lo terrible, narró su madre, es vivir con su ausencia: “Para mí nunca va a dejar de vivir, quién me la arrebató dejó un hueco muy grande, pero sigue conmigo. No la veo, no la toco, no la beso, no la abrazo, no la regaño, no sonreímos juntas, no la tengo conmigo para decirle buenos días solecito, ya amaneció”.
Las protestas
Durante el Día contra la Violencia hacia las mujeres y tres días posteriores, se registraron protestas, marchas y un memorial de las mujeres desaparecidas y asesinadas, esto, en Acapulco, Chilpancingo, Tlapa, San Marcos y Zihuatanejo que exigieron un alto a los feminicidios que han causado tanto dolor en Guerrero y el resto del país.
Durante las protestas en Chilpancingo, colectivos feministas exigieron justicia a las autoridades por el asesinato de Adelina Cruz, trabajadora del Ayuntamiento de Chilpancingo, adscrita al área de limpieza de la Secretaría de Salud Municipal.
El viernes y tras una semana de estar hospitalizada, murió Adelina de la Cruz, víctima de disparos de arma de fuego y diversos golpes en el cuerpo. Salió a una fiesta en Mexcala, y al otro día fue abandonada en una población severamente golpeada, y con un balazo en la cabeza. Su voz es inolvidable, dicen compañeras del trabajo. “Nos culpan por querer salir a divertirnos cuando tenemos derecho”.
La marcha en Chilpancingo también se unió a la existencia de justicia y esclarecimiento por el feminicidio de Debanhi Escobar, de 18 años, cuyo cuerpo fue encontrado el jueves por la noche en la cisterna de un motel en Nuevo León.
Feminicidios, una emergencia nacional
Al día siguiente, el domingo, en Acapulco, colectivos feministas realizaron un memorial por las mujeres asesinadas y desaparecidas en Acapulco, Guerrero y el país. En el acceso al parque Papagayo colocaron imágenes de niñas y mujeres, sus fichas de desaparición emitidas por la Fiscalía y otras, la información de que fueron asesinadas o abusadas sexualmente.
Cuantificaron que en este lapso más de 20 mujeres se encuentran no localizadas en el estado, lo que calificaron como una emergencia nacional porque los feminicidios y las desapariciones “se están desbordando”. En el lugar, recordaron que este fin de semana se registraron dos feminicidios en el municipio de Tlapa, región de la Montaña de Guerrero, cometidos contra una adolescente de 15 años y una señora de 40.
Las feministas señalaron que las desapariciones son cada vez de menores de edad pero que no hay políticas públicas para contrarrestarlo. Alertaron que mujeres han desaparecido incluso después de acudir a marchar o protestar contra la violencia de género. “Tenemos muchos problemas. Tenemos acoso por los violentadores, pero tampoco nos sentimos seguras por la parte institucional”, dijeron en el lugar.