Elvira Hernández Carballido
SemMéxico, Pachuca, Hidalgo, 16 de enero, 2025.- “El libro que tienes en tus manos te proporcionará el placer que se experimenta al callar bocas con rigor y conocimiento. Además, te dará las herramientas para llevar a cabo la acción individual más eficaz que podemos ejecutar: informarte sobre la realidad de las mujeres basándote en la evidencia que aportan los datos.”
Este fragmento del prólogo escrito por Sindy Takanashi invita grata y provocadoramente a leer “Tu argumentario feminista” de Júlia Salander. Una recomendable obra, bien dice en su introducción que posee “150 verdades objetivas que se convierten en 150 argumentos para debatir con la realidad en la mano y en 150 razones para seguir luchando para combatir el machismo hasta el final”.
En efecto, a lo largo de 190 páginas la autora nos presenta porcentajes y estadísticas impecables sobre siete temáticas significativas: Socialización y amor romántico; Feminicidios y agresiones; Representación; Mercado laboral; Maternidades y cuidados; Salud, salud mental y violencia estética; y, Violencia sexual y sexualidad. Aunque algunos datos se centran en España, la edición para México destaca panoramas que trazan con acierto lo que vivimos en nuestro país. Salander tiene bien claro que no basta una cifra para persuadir o sensibilizar:
La necesidad de datos no implica que no debamos ser muy precavidas con el uso de los indicadores, ya que existen dos problemas potenciales: caer en la deshumanización y el peligro de la fiabilidad de los datos. Sobre el primero, es cierto que un número es algo frío e inerte, pero detrás de los números siempre hay personas sintientes, historias y realidades complejas. Cualquier indicador necesita de un contexto para que tenga sentido; el número de forma aislada nos da muy poca información, pero al acompañarlo de un contexto y de una teoría o hipótesis es cuando aporta realmente valor.
Y la investigadora sigue puntualmente su perspectiva, hay datos, pero también explicaciones, referencias, reflexiones que humanizan cada cifra, que alertan ante problemáticas graves que caracterizan al siglo XXI, que seguimos arrastrando desde hace mucho tiempo. Es así como en cada página hay un formato general:
- Introducción del capítulo. Justifica la elección de la temática y el porqué de su importancia.
- Encabezado. Ofrece el porcentaje o cifra a destacar.
- Contexto. Expone una argumentación clara del tema, explica con referencias los puntos significativos, define y categoriza cuando es necesario, presenta ejemplos o casos muy representativos para dimensionar la situación que se denuncia.
- Recuadros. La información se complementa con diferentes viñetas. Una de ellas es “Dato mata relato”, donde agrega breves descripciones del asunto abordado. Otra, “El dato que te peta la cabeza”, amplía información numérica del tema tratado. “Indagando que es gerundio” asemeja el significado de esta forma verbal al referirse a la posibilidad de aparecer en diversos contextos en los que se posee un carácter adverbial. En tanto, “Del dato a la idea” y “En el terreno de las ideas” recomienda referencias que permitan profundizar en el tema.
Resulta difícil en una reseña señalar cada una de las 150 razones que el libro recupera, les compartiré algunas, sobre todo, las que más llamaron mi atención.
En el primer capítulo, “Socialización y amor romántico”, señala en cuánto tiempo la niñez aprende los estereotipos de género, denuncia que en la vida escolar infantil el 80 por ciento del patio pertenece a los niños. Sobre México indica que el 37% de nosotras se identifica como feminista. Destaca en general que el 60% de canciones hablan sobre amor romántico y los filmes con historias amorosas.
“Feminicidios y agresiones machistas” desgraciadamente reitera esos datos que nos parten el alma y provocan levantar el puño con total coraje e indignación. Destaca que se centre en nuestro país, aunque la información reportada es de 2022.
Por su parte, el capítulo de “Representación” fue el que más me impresionó. Advertir que solo el 33% de los personajes animados son niñas, que solamente el 29% de las actrices de más de 40 años tienen protagónicos o que el 38% de las películas de 2021 no pasan la prueba de Bechdel: “1) como mínimo han de aparecer dos mujeres, 2) han de hablar entre ellas y 3) que la charla no sea sobre un hombre.”
Otros datos más para pensar aparecen en el cuarto capítulo, “Mercado laboral”, donde la autora da a conocer 12 razones que demuestran la manera en que el patriarcado sigue provocando bajos salarios para las mujeres, doble o triple jornada de trabajo, y que la brecha salarial no ha disminuido. De igual manera, el en cinco, “Maternidad y cuidados” los datos son contundentes, sobre todo en el caso de México: el 33.4 de las mujeres sufrió algún tipo de maltrato en el parto, 9 de cada 10 madres se sienten juzgadas con frecuencia, cada 5 días despiden a una mujer embarazada, hay más cesáreas que partos naturales y el 65 por ciento de las horas de la semana las usamos en tareas domésticas y de cuidado.
Preocupa el tema sobre salud, salud mental y violencia estética abordado en la sexta parte del libro: Mueren de infarto el doble de mujeres que de hombres, hasta el 2005 no se supo cómo era el clítoris, el 55% de mujeres no explican que tienen la menopausia a su entorno más cercano, el 85% de operaciones estéticas son para mujeres porque se sienten infelices con su aspecto físico, el 99% depila alguna parte de su cuerpo, desde los 12 años las niñas empiezan tratamientos de belleza.
El capítulo final, “Violencia sexual y sexualidad”, el más extenso de todos, da a conocer “37 razones que ponen de manifiesto una realidad: la violencia sexual es una pandemia. Entenderemos datos sobre agresiones sexuales, pornografía, prostitución, OnlyFans, el tabú que sigue existiendo al hablar de sexo, prácticas sexuales, infecciones de transmisión y orientaciones sexuales”. Al llegar el epílogo la autora nos pregunta: ¿Y ahora qué?
Nos intentarán dividir y desviar de lo verdaderamente importante nos harán creer que la opresión no existe y que somos unas exageradas. Pero ahora vamos con los datos en la mano. No son hipótesis ni instituciones, sino hechos objetivos que corroboran lo que llevamos siglos denunciando. Nos enfrentamos al machismo más rancio y también al más sutil; al más evidente y agresivo, pero también al que se camufla y se vuelve más imperceptible. Para luchar contra todos ellos, los datos son una de las herramientas más útiles que tenemos a nuestro alcance.
Salander, Júlia. (2024). Tu argumentario feminista en datos. 150 razones para combatir el machismo. Editorial Montena. México.