Martha Canseco González
SemMéxico, Pachuca, Hidalgo, 28 de noviembre del 2022.- Queridas y queridos lectores les platico que hace muchos años, cuando no existían aún tantas técnicas de reproducción asistida, una de mis hermanas se tuvo que someter a difíciles e incluso dolorosos procedimientos en su búsqueda de ser madre.
Literalmente la voltearon al revés para tratar de diagnosticar ¿cuál era su problema? Continuos permisos para faltar al trabajo y poder acudir con los especialistas, miles de pesos gastados en las intervenciones más los medicamentos que le hicieron tomar.
Su esposo la miraba con recelo, horrorizado de que se hubiera casado con una mujer estéril. Hasta qué, ¡eureka! a una de las médicas se le ocurrió hacerle a él un estudio de conteo de espermatozoides.
Así se supo, que él era estéril, por supuesto la anécdota tiene un sesgo de género impresionante. Cuando una pareja no logra embarazarse, inmediatamente el ámbito médico asume que es ella la que no puede.
Ese matrimonio no prosperó debido a la violencia ejercida por él contra mi hermana. Finalmente, con otra pareja, ella procreó a una hija.
También por cuestión de género, es muy diferente para hombres y mujeres la presión, la culpa, más las consecuencias por no poder procrear hijos/as. Obviamente es mucho mayor el señalamiento y la estigmatización hacia las mujeres, porqué, según el sistema es nuestra obligación. He visto amigas perder la razón y el sentido común, ante el mandato de la maternidad.
Y a mí, aún no me deja satisfecha la respuesta a la pregunta que he hecho a decenas de mujeres ¿qué se siente ser madre?, generalmente los comentarios van cargados de toda la edulcoración de lo que se ha de sentir.
En este contexto les platico lo que acabo de leer en la plataforma ensedeciencia.com la cual informa que la concentración de esperma en los varones está disminuyendo a nivel mundial.
“Un primer estudio realizado hace 5 años, advertía del alarmante descenso del número de espermatozoides que, podría comprometer la existencia del ser humano. La investigación publicada en julio de 2017 mostraba que el conteo total de espermatozoides por eyaculación, había disminuido en un 50 por ciento en los hombres de América del Norte, Europa, Australia y Nueva Zelanda entre 1973 y 2011.”
Un nuevo meta análisis donde también participaron hombres de América central, del Sur, África y Asia señala que la baja en el conteo de espermatozoides realmente aumentó a un 62 por ciento.
De acuerdo al toxicólogo molecular de la Universidad de Roskilde de Dinamarca, David Kristensen el aumento sustancial de la proporción de hombres con un bajo recuento se encuentra directamente relacionado con la salud en general de los individuos.
Aquí yo lo retomo para señalar que cuando el especialista esta diciendo que se debe al deterioro de la salud en general de los hombres, está incluyendo por supuesto, su salud mental y emocional.
Estoy totalmente convencida, de que la tendencia, que aumenta cada día por parte de tantos hombres de sexualizar la violencia contra las mujeres, incitada por la pornografía, les aleja cada vez más de lo humano y de lo erótico. ¡Aquí están las consecuencias!
La experiencia sexual, sin emociones ni sentimientos positivos involucrados, vamos lo que se conoce como un orgasmo profundo, está propiciando, entre otras cosas, el bajo conteo de espermatozoides, hacer lo opuesto a lo que propone la pornografía, sería la salvación de la humanidad.
Los miles de millones de dólares que produce la pornografía a nivel mundial no servirán de nada en un futuro planetario sin nosotras ni nosotros.
Acabo de conocer un movimiento que encabeza un hombre llamado Les Knight, en Portland, Oregón quien llama a extinguirnos de manera voluntaria dejando de tener hijas e hijos.
Sin embargo, lo que el estudio revela es que se estará produciendo una extinción de la humanidad no de manera voluntaria sino por ¡pura avaricia, ganancias sin medida, consumismo sin control y deshumanización!
¡No sólo hay que acabar con el patriarcado, también con su hijo putativo el sistema neoliberal!