Dulce María Sauri Riancho
SemMéxico, Mérida, Yucatán, 29 de mayo, 2024.- Hoy, miércoles 29 de mayo, concluye un largo camino para ti y para millones de mexican@s que deseamos un país distinto, en paz.
Aunque eres más joven, tú y yo pertenecemos a una generación que ha luchado incansablemente por alcanzar los sueños de libertad y justicia social.
Desde distintas trincheras partidistas y de las organizaciones sociales hicimos las reglas para garantizar elecciones libres, equitativas, con acceso a financiamiento público y a los medios de comunicación, con respeto a las minorías, conscientes de que, en el juego democrático, pueden volverse mayoría en la siguiente elección.
Aprendimos que la certidumbre en los procesos electorales viene de leyes aprobadas por consenso de las distintas fuerzas políticas en disputa; que la pluralidad es riqueza, no estorbo y que tod@s, sin excepción, tienen derecho a estar representad@s en los órganos legislativos y en los ayuntamientos del país.
Para nosotras las mujeres, los avances democráticos fueron también reconocimiento del ejercicio efectivo de nuestros derechos, removiendo los obstáculos legales que impedían nuestra plena participación. Fueron muchos años para lograr la paridad en todos los órganos del Estado mexicano: representación parlamentaria, integración de gabinetes, de ayuntamientos, entre otros.
Sabemos que falta un gran tramo para que nuestra llegada a esos espacios vedados para nosotras hasta hace pocos años vaya también acompañada del ejercicio efectivo de la representación. Que no somos “floreros” ni adornos en sitio alguno, sino personas con capacidades iguales a las de nuestros colegas masculinos. Tan es así que hoy dos mujeres, tú una de ellas, son las candidatas a la presidencia de la república.
Con paso decidido adoptamos la incertidumbre de los resultados de los comicios: “¿quién ganará?”, se volvió la pregunta común cuando, en la recta final, venía el momento de las urnas. Asumimos como mantra la frase: “en democracia, reglas ciertas, resultados inciertos”.
Vivimos la construcción de las instituciones que tutelan nuestro derecho fundamental de decidir libremente por quién votar. El entonces IFE, hoy INE, organiza a las y los ciudadanos responsables de integrar las casillas y recoger la votación de sus vecinos.
Y el Tribunal Electoral, el llamado TRIFE que tiene también instancias estatales, se encarga de despejar cualquier duda sobre los resultados. Ya no más colegios electorales en los que la calificación de la elección —presidencia de la república, senadurías, diputaciones federales y locales, gubernaturas y ayuntamientos— dependía de quien tuviera la mayoría en las cámaras respectivas. Desde 2000 es el Trife el responsable de calificar la elección presidencial.
Durante 27 años trabajamos, acordamos, discrepamos y resolvimos la mayoría de los conflictos en paz, con apego al Estado de derecho. El PRI, mi partido, perdió la presidencia en 2000. Una mayoría refrendó el triunfo del PAN en 2006 y seis años después, en 2012, regresó el PRI. En 2018, más de 30 millones de ciudadan@s votaron libremente por la opción representada por Morena.
Cada seis años hemos tenido el privilegio de poder cambiar de opinión: si no nos cumplen, los cambiamos. Lo hemos demostrado por más de un cuarto de siglo. Pero eso, Xóchitl, puede desvanecerse en 2024. La amenaza de la restauración autoritaria de un régimen que tú y yo contribuimos a desmantelar y abrir hacia la democracia, es una realidad.
Yo vengo de la política. Tú, Xóchitl, del mundo de los negocios y el emprendimiento. Desde hace más de 25 años nos unió la emoción de construir las nuevas instituciones para el adelanto de las mujeres. Tú desde esos años, cuando amamantabas a Juan Pablo mientras hablábamos de los programas sociales que recién se iniciaban como Progresa, ya te dedicabas a la ayuda directa a la población más marginada, que son los pueblos originarios.
Recuerdo la impresión que me causaste por tu capacidad para equilibrar el tiempo de la empresa y del apoyo social, mientras criabas a tus hij@s. Reconozco el enorme sacrifico personal y familiar que ha representado tu candidatura a la presidencia de la república.
De alguna manera, la vida te ha blindado para resistir la tentación del ejercicio autoritario del poder y enfrentar la adversidad. Te hemos exigido mucho, quizá demasiado, quienes ansiamos el triunfo de una opción distinta a la continuación de la inseguridad, de la falta de medicinas, del despilfarro de recursos en obras faraónicas de dudosa utilidad. Estoy segura de que comprendes las razones de esa exigencia ciudadana sobre tu persona en la que se mezcla el temor al futuro autoritario que representa Morena y su candidata, con la esperanza de poder trazar otro camino. Tú lo defines como la senda de la Libertad, la Verdad y la Vida.
En muy poco tiempo llegará el momento de las urnas. Casi 100 millones de mexican@s podrán ejercer su derecho a definir su futuro. Quienes hayan aceptado ser funcionari@s de casilla, quienes representen a los partidos políticos de la coalición Fuerza y Corazón por México tienen una responsabilidad descomunal frente a los intentos de vulnerar la libertad y la secrecía del voto en la que puedan caer Morena y sus aliados.
Nadie debe faltar a su compromiso ciudadano o su responsabilidad partidista. No voy a hacer un recuento de los viejos vicios y triquiñuelas que parecían erradicadas definitivamente de los procesos electorales pero que, como las cucarachas, han sobrevivido y ahora planean su resurrección.
Tu nombre, Xóchitl Gálvez, aparecerá tres veces en la boleta, como candidata que eres del PAN, del PRI y del PRD. Quienes vamos a votar por ti podemos elegir el “taxi” partidista que te lleve nuestro voto, de preferencia uno solo. En esta ocasión, la tarea no termina después de votar. Después habrá que estar alertas para acabar con cualquier intento de alterar la voluntad popular. Porque Morena y su jefe político, el presidente de la república, no son demócratas y no saben perder.
Frente a esta actitud la solución es el voto masivo por ti, Xóchitl, depositado en las urnas el próximo 2 de junio. Así será, presidenta.
dulcesauri@gmail.com
Licenciada en Sociología con doctorado en Historia. Exgobernadora de Yucatán
Licendiada su carta es el sentir de toda una población por demas golpeada en este sexenio, en materia educativa, de salud, de seguridad y no se diga en materia económica, que ahora nos tiene a todos los mexicanos inmersos en una desestabilización en todos los sentidos, asi es la tarea mas importante es este domingo, dia en el cual saldremos los mexicanos de corazón, los que aportamos con nuestros impuestos, los que ayudamos a los mas necesitados, los que estamos al pie del cañon dando todo lo mejor por y para todos, los que queremos un cambio con rumbo a la democracia, en lo particular usted es un bastion muy grande e importante para las generaciones en las que se lucho por tener un pais en paz, en calma y con miras a la superación. Sus palabras las hacemos nuestras, para que México salga adelante y Xochitl que no tenga duda en que estaremos a su lado para reconstruir un país, dura tarea mas no imposible con personas como usted a la vanguardia.