Una sociedad en la que el uso del lenguaje sigue en demasiados casos marcando diferencias insalvables en la determinación de los estereotipos que se han de seguir para mantener los privilegios del patriarcado y que los señoros de la Academia se niegan a actualizar con discursos vacuos que ya no convencen a nadie.
Teresa Mollá Castells*
SemMéxico, Ontinyent, Valencia, 7 de enero, 2024.- Ya avisé que me pasaría por este espacio de vez en cuando para mantenerlo vivo...
Todavía no hemos acabado de asumir los resultados del pasado 28M y ya estamos en una nueva precampaña electoral para las elecciones generales del veintitrés de julio.
Cuesta decir adiós, por eso me cuesta tanto decirlo. De hecho, no voy a decirlo. Solo voy a plantear esto como una pausa necesaria para descansar los domingos.
Escribo justo el Día Internacional del Libro y hace un rato navegando por las redes me encontré con una entrada en una de ellas de mi querida Begoña Piñero en la que nos recordaba a las niñas y mujeres a las que impiden leer
Gracias a una amiga acabo de conocer que Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y firme defensora de la legalización de la prostitución, ha acusado a Carmen Calvo de alienarse con la derecha en materia de igualdad.
Cuando escribo estas letras la llamada “ley trans”, recién aprobada por las Cortes Generales del Estado Español, todavía no ha sido publicada en el BOE, pero la traición a las mujeres y niñas ya se ha perpetrado.