Gobiernos se comprometieron a trabajar para la participación política de las mujeres, por la no violencia contra las mujeres y su autonomía económica
México firmó el compromiso de coordinarse con la sociedad civil feminista y firmó el acuerdo de invertir recursos y financiar la política de género
Sara Lovera
SemMéxico, Ciudad de México, 15 de agosto ,2025.- Los 33 gobiernos integrantes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe firmaron el Compromiso de Tlatelolco, trabajar una década con acciones para el logro de la igualdad sustantiva de género y la sociedad del cuidado, poniendo énfasis en la urgencia de contar con recursos para hacer posibles 80 acuerdos, trabajar por la seguridad y la no violencia contra las mujeres, poner dinero a la igualdad, trabajar con la sociedad civil feminista, transformar a la vieja división del trabajo, privilegiando el trabajo productivo. Declararon al cuidado como un derecho humano.
Entre los acuerdos, los gobiernos aceptaron promover el pago de salario a quienes cuidan, es decir a las mujeres. Los compromisos son ineludibles y marcan una nueva hoja ruta o agenda para reivindicar la condición femenina. Lo hicieron al término de XVI Conferencia Regional sobre la Mujer ahora de las mujeres.
También acordaron un modelo que reconoce el cuidado como un derecho sólo posible si se generan transformaciones en los ámbitos político, económico, social, cultural y ambiental a favor de las mujeres y de la sociedad.
La conferencia celebrada del 12 al 15 de agosto en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, en la Ciudad de México, marca un punto de inflexión para la región. De esta fecha a 2028 México presidirá su mesa directiva. Tres años para avanzar en los acuerdos que no son vinculantes, pero a los que se comprometieron.
Esta conferencia sucedió luego de casi cinco décadas de historia, fue ocasión de una revisión sobre sus objetivos y su estructura; definió los obstáculos que impiden el pleno desarrollo de las mujeres como son la violencia de género, los empleos precarios, la exclusión de todas las mujeres y grupos específicos y sobre todo la urgencia de un cambio en las relaciones interpersonales y sociales. Trabajar con los hombres, para el cambio.
José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo CEPAL lo dijo claro: “No podemos seguir con lo tradicional y que sean las mujeres en el hogar las únicas que cuiden. Las estadísticas muestran que, de lejos, las mujeres son las que hacen la mayor parte del trabajo de cuidado, y una proporción altísima no se remunera. Ese trabajo es productivo, pero no se reconoce ni se paga”, detalló el diplomático.
Se enfatizó que “el Compromiso de Tlatelolco no es solo una hoja de ruta para los próximos 10 años y esta Conferencia ha sido mucho más que un órgano intergubernamental, ya que ha contado con la participación diversa de mujeres que dialogan y trabajan juntas por un objetivo central de cerrar las brechas de género para construir sociedades más justas, igualitarias y sostenibles.
“Es un momento extraordinario para el feminismo en América Latina y el Caribe” y “ esta Declaración con sus 80 acuerdos debe permitir establecer todo lo que falta para que las sociedades del cuidado sea una realidad: el financiamiento, las legislaciones, el mercado de trabajo de la economía del cuidado y más”, destacó por su parte María-Noel Vaeza de ONU Mujeres.
Los cuidados dijo deben entenderse dentro de “ una visión sobre el cuidado como un elemento fundamental de la convivencia y la interdependencia humana”

María-Noel Vaeza y José Manuel Salazar-Xirinachs. Crédito: ONU Mujeres
El reto del envejecimiento
El Secretario Ejecutivo de la CEPAL destacó que el cambio demográfico y el envejecimiento de la población plantea retos sin precedentes para América Latina y el Caribe, lo que obliga a los Estados, el sector privado, la sociedad civil y el resto de actores, a romper con los estereotipos de género y transformarse para que la labor del cuidado se pueda repartir entre hombres y mujeres de forma equilibrada y remunerada, y, con ello, impulsar un desarrollo sostenible y duradero.
“Cada vez la carga de cuidado de adultos mayores va a ser más grande que la de niños, y las dos se suman”, dijo, explicando que la población de 65 años y más superará a la infantil entre 2028 y 2032 en la mayoría de los países de la región. “Habrá unos 34 millones de adultos mayores de 80 años en 2050. Ésa es una población que requiere una inversión en cuidado muy intensa”, enfatizó.
El cuidado como derecho humano
La propuesta impulsada por la CEPAL y ONU Mujeres plantearon y se firmó que el cuidado sea reconocido como un derecho humano: el derecho a cuidar, el derecho a recibir cuidado y el derecho al autocuidado.
El Compromiso de Tlatelolco deja en claro que en la obligación de los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos de respetar este nuevo derecho humano, así que CEPAL espera que los sistemas de cuidados tengan ese correspondiente en la legislación como los establece el párrafo 13 de la Declaración y los recursos económicos necesarios, infraestructura y personal capacitado.
El cuidado como motor económico y pilar del bienestar
En las discusiones y en los compromisos quedó claro que el cuidado no solo es un derecho y una obligación compartida, sino un motor económico y un pilar para el bienestar que solo se puede echar a andar con colaboración, leyes, fortalecimiento institucional e inversión pública y privada.
Se estima que, para cerrar muchas de las brechas, se requeriría invertir un 4.7% del PIB en los próximos 10 años, lo que equivale a un 0.6% anual. Los gobiernos dijeron sí.
Esa inversión, -párrafos 55 a 66- crearía alrededor de 31 millones de empleos en el sector de cuidados, un 12% de la fuerza laboral de toda la región, y generaría un incremento del 20% en los ingresos tributarios. Por cada cinco dólares invertidos en infraestructura de cuidados, se recupera uno.
El cuidado es una inversión inteligente para los Estados porque permite el desarrollo económico y da más bienestar. Es necesario que los servicios públicos y privados participen, añadió María-Noel Vaeza, quien también enfatizó en darle un enfoque territorial a los cuidados, además de verlo como el cuarto pilar del Estado de bienestar.
El Estado de bienestar habla del papel del Estado y de la política pública para dar acceso universal a la educación, acceso universal a la salud, acceso universal a la protección social, y ahora se pone el acceso universal al derecho al cuidado, a servicios de cuidado”, coincidió el Secretario Ejecutivo de la CEPAL.
El Compromiso de Tlatelolco, nueva hoja de ruta para la región
Al concluir la XVI Conferencia Regional sobre las Mujeres de América Latina y el Caribe y con la aprobación del “Compromiso de Tlatelolco. Una década de acción para el logro de la igualdad sustantiva de género y la sociedad del cuidado”, quedó una hoja de ruta con 80 acuerdos entre los que destacan:
- 1. Reconocer por primera vez el derecho al cuidado como un derecho humano.
- 2. Renombrar la Conferencia regional con la frase “sobre las mujeres”, para reconocer la diversas de todas las mujeres de la región.
- 3. Visibilizar a las mujeres indígenas, afrodescendientes, rurales, y reconocer sus conocimientos ancestrales y contribuciones en las labores de cuidados.
- 4. Reconocer la autonomía de las mujeres con discapacidad, quienes no solamente son cuidadas sino que también son cuidadoras.
- 5. Incluir en el texto un lenguaje en materia de derechos sexuales y reproductivos.
- 6. Establecer un marco de acción a nivel regional y nacional para los próximos 10 años que permita avanzar en el marco normativo institucional de participación y fortalecimiento de la capacidad del Estado en el cuidado, movilización de recursos y cooperación, y evaluación y rendición de cuentes, siempre de la mano con la sociedad civil.
- 7. Reiterar el compromiso de América Latina y el Caribe con la paridad de género en el Sistema de Naciones Unidas, incluida en la Secretaría General.
Se impulsa la igualdad con y para las mujeres
Durante la Conferencia colaboraron con CEPAL Naciones Unidas, incluidas las agencias, fondos y programas en México y de otros países de la región, así como representantes regionales co-organizaron eventos y promovieron la igualdad de género y la sociedad del cuidado desde múltiples perspectivas para acelerar acciones en áreas clave como: la movilidad humana, la salud sexual y reproductiva, la gobernanza y el fortalecimiento institucional, el empleo digno, las juventudes como agentes de cambio, el papel de los medios de comunicación, el enfoque territorial en los cuidados, los sistemas agroalimentarios, la crisis climática y la justicia ambiental.
Entre las mesas celebradas destaca el evento paralelo sobre los “Sistemas Integrales de Cuidados en Movimiento: Aprendizajes desde el UNCT y gobiernos nacionales”.
Participaron personalidades de la ONU como Sima Bahous, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres; Michelle Bachelet, ex Presidenta de Chile y primera Directora Ejecutiva de ONU Mujeres; Rebeca Grynspan, Secretaria General de Ia Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo; Ana Güezmes, Directora de la División de Asuntos de Género de la CEPAL; Ana Virginia Moreira, Directora Regional de la Organización Internacional del Trabajo para América Latina y el Caribe; Susana Sottoli, Directora Regional del UNFPA para América Latina y el Caribe; Ana Durán, Directora Regional Adjunta de la OIM para las Américas; Andrea Brusco, Directora Regional Adjunta del PNUMA; Alicia Bárcena, ex Directora Ejecutiva de la CEPAL y actual Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, y Roberto Benes, Director Regional de UNICEF, quienes promovieron discusiones junto a representantes de los gobiernos de la región, activistas, jefas de gobiernos locales, parlamentarias, académicas, colectivas y movimientos feministas, entre otras. A su vez, la Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Amina J. Mohammed, participó de manera virtual en la sesión de clausura.
En total, en la Conferencia participaron más de 1,200 personas, incluidas delegadas y delegados de 31 Estados miembros asociados a la CEPAL; representantes de 23 agencias de la ONU y 25 organismos intergubernamentales; parlamentarias de más de 20 países de la región y cerca de 600 participantes de la sociedad civil.