* Contibuye a construir un sector cultural más inclusivo
* Nos encontramos en un contexto de enormes desafíos para el arte y artistas emergentes
Lirians Gordillo Piña
SemMéxico/SEMlac, La Habana, 14 de julio, 2024.- El arte joven y los emprendimientos culturales emergen en Cuba en medio de aspiraciones propias, miradas generacionales y un contexto complejo. En este escenario social, el Fondo de Arte Joven (FAJ) promueve a creadoras y creadores emergentes, apostando por la inclusión y la colaboración.
Neida Peñalver Díaz, coordinadora general del FAJ y máster en Estudios de Género por la Universidad de La Habana, afirma que el apoyo a creadoras y emprendedoras en el sector de las industrias culturales es parte esencial de esa iniciativa y uno de los aportes sociales del proyecto.
«Garantizar su participación activa y equitativa no solo fortalece la diversidad y la innovación, sino que también contribuye a construir un sector cultural más inclusivo, justo y capaz de impulsar un desarrollo sostenible», refiere la también museóloga del Museo Biblioteca Servando Cabrera Moreno.
En su opinión, es necesario «ampliar el acceso equitativo a recursos y generar modelos de referencia femeninos en el sector cultural emergente», para «promover la cultura del emprendimiento y el liderazgo de las mujeres en las industrias creativas».
¿Cómo surgió esta iniciativa?
Desde el inicio, fuimos conscientes de que nos encontramos en un contexto, tanto nacional como global, de enormes desafíos para el arte y artistas emergentes. Sobre todo, en lo relacionado con el acceso inclusivo a recursos, la promoción, redes de contactos y capacidades necesarias para gestionar procesos creativos y lograr productos culturales competitivos.
En medio de ese contexto, fue posible dar a luz una plataforma para la promoción del arte y la cultura cubanos, gracias a la iniciativa de Lorenzo Suárez, director adjunto de la Cooperación Suiza (Cosude) y Consejero de la Embajada de ese país en Cuba entre 2019 y 2024.
De esa colaboración, enmarcada en la Estrategia de Cooperación 2021-2024 de Cosude, nació el Fondo, específicamente en 2023. Hoy somos una organización sin fines de lucro, registrada en Ginebra, Suiza, y con una sede operativa en Cuba.
La estructura actual continúa articulando la cooperación de donantes y socios con amplia trayectoria en el apoyo al arte y emprendimientos culturales gestionados por jóvenes. Esto comprende organizaciones cubanas y extranjeras, con objetivos similares y presencia en Cuba, como el Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos (CISP), la Unión Europea y el Centro de Intercambio y Referencia sobre Iniciativas Comunitarias (Cieric).
Creamos, además, también sinergias importantes, para acciones puntuales, con agencias de Naciones Unidas como Unicef Cuba y Unesco. También con instituciones cubanas, el empresariado del sector privado emergente, artistas y colaboradores.
¿Cuáles son las principales líneas de trabajo?
A diferencia de los modelos tradicionales de movilidad artística, el FAJ promueve actualmente el intercambio Sur-Sur, lo que facilita el tránsito hacia Cuba de artistas y profesionales de países como Haití, Túnez, Siria, Líbano y Mali.
Funcionamos mediante un sistema de convocatorias públicas y premios que combinan diversas oportunidades para artistas emergentes y emprendimientos culturales. Nuestros apoyos incluyen financiación de proyectos creativos, acceso a recursos y equipamiento técnico, oportunidades de formación y movilidad académica.
Apoyamos proyectos institucionales, lo que nos ha permitido colaborar con la Academia Orquesta Juvenil del Lyceum Mozartiano y la Academia de Bellas Artes San Alejandro.
Tenemos ya establecidos, en el panorama del arte joven, ciertos estímulos para la creación, exhibición, encuentro cultural y enseñanza. Aquí destaca el Programa de residencias académicas, con la participación de países del Sur Global. Este tuvo su primera edición en 2023, con un emotivo intercambio de tres semanas entre nueve jóvenes artistas visuales y músicos de Haití y sus homólogos cubanos.
También creamos, en colaboración con Unicef en Cuba, un Concurso nacional de música, el cual próximamente tendrá una segunda convocatoria. Igualmente somos, desde su V Edición en 2023, productores y coorganizadores del Festival Internacional Habana Clásica.
Desde tu experiencia, ¿cuáles retos enfrentan hoy las y los jóvenes artistas en Cuba, en particular las mujeres?
Siempre hay grandes desafíos globales para el arte joven. En Cuba tenemos un contexto agravado por la profunda crisis económica que toca todos los sectores, incluida la cultura. Se ha producido un dramático incremento de la emigración de buena parte del sector, lo que ha debilitado las redes profesionales y reducido el acceso a plataformas de producción y exhibición.
Las instituciones culturales también están colapsadas en sus modelos de gestión habituales, lo que se traduce en un entorno difícil para la innovación y la expresión artística; sobre todo porque no existe aún una infraestructura jurídica ni social suficiente para garantizar la sostenibilidad de las nuevas formas de gestión de procesos creativos, emprendimientos o espacios culturales alternativos en ascenso.
Artistas jóvenes luchan por obtener los medios necesarios para desarrollar proyectos competitivos y exitosos. Sin el apoyo financiero adecuado, la producción de obras que puedan destacar en un contexto global se vuelve una tarea monumental. Igualmente, faltan incentivos para emprender en el sector cultural y muchos jóvenes desconocen las herramientas para aprovechar el marco legislativo actual.
Aun así, los emprendimientos culturales se han convertido en una forma de resiliencia y resistencia creativa, en un sector emergente que busca fortalecer el ecosistema emprendedor e impulsar nuevas formas de gestión no estatal. Sin embargo, estas iniciativas a menudo enfrentan obstáculos burocráticos y falta de recursos, lo que dificulta su sostenibilidad a largo plazo.
Para las mujeres, este problema se agrava por la persistencia de una brecha de género que limita su visibilidad y reconocimiento en un entorno que, a menudo, favorece a sus colegas masculinos.
Estas barreras estructurales afectan la igualdad de oportunidades en el acceso a financiamiento, redes de apoyo y comercialización de sus productos, lo que restringe el crecimiento de emprendimientos culturales liderados por mujeres y, por consiguiente, impacta negativamente en su autonomía económica, situándolas en sectores de baja remuneración y sostenibilidad.
Para contribuir a eliminar estas barreras, el Fondo de Arte Joven ha priorizado la accesibilidad y la igualdad de género en sus programas y procesos de selección. Actualmente diseñamos una convocatoria específica para brindar financiamiento a proyectos creativos y emprendimientos culturales liderados por mujeres.
¿Qué recomiendas para impulsar las industrias creativas en el país?
La combinación de limitaciones económicas y estructurales constituye un gran reto para el crecimiento de las industrias culturales y creativas en Cuba. Esto incluye dificultades en el acceso a financiamiento, infraestructura adecuada y a un marco legal integral que facilite la innovación.
Superar estos obstáculos requiere no solo cambios en las políticas públicas, en las prácticas institucionales o en la estructura, sino también fomentar una cultura de apoyo y valoración de la creatividad local, como recurso para el desarrollo. Para nosotros es fundamental fortalecer las redes de colaboración entre artistas, emprendedoras y emprendedores culturales, instituciones y el sector privado.
También existen otras cuestiones que se deben solucionar a nivel de país y que escapan a la gestión limitada de los proyectos. Para hablar en términos de cultura para el desarrollo, se debe promover un entorno a la altura de la dinamización del sector y garantizar la funcionalidad y sostenibilidad de los proyectos. Esto implica contar con un marco jurídico adecuado, innovar en políticas públicas y trabajar en la eliminación de barreras institucionales.
Es importante incentivar la inversión, la autogestión, la formación, la visibilidad y la legitimidad de quienes emprenden y crean a nivel local. También se necesita mejorar el acceso a la información y a herramientas para aprovechar el marco legislativo actual, con el fin de facilitar la gestión de sus proyectos.
Pienso que todos estos esfuerzos coordinados ayudarán a construir un ecosistema más dinámico, inclusivo y sostenible, que impulse el potencial creativo de Cuba y genere impacto positivo en su desarrollo económico y social.
RECUADRO:
Entre 2023 y 2024, el Fondo de Arte Joven apoyó a más de una docena de creadoras y proyectos liderados por mujeres, entre ellos:
– Julié Arianne Pérez y su propuesta «La cosmética natural», primera línea cosmética especializada en cabello afro/rizado del proyecto sociocultural «Lo llevamos rizo».
– La marca de ropa «Mai», coordinada por Shanaya Herrera;
– «El parqueo», presentado por Ixcel Marina Casado;
– «La Jeringa», coordinado por Annette Granda;
– Los proyectos discográficos de jóvenes intérpretes y compositoras, como Wendy Oram, Lianne Vega, el cuarteto de cuerdas Alma, Anny Batista; Gabriela Díaz y el dúo Agua de marzo;
– Los proyectos expositivos de las artistas visuales Yaily Martínez, Giselle Lucía Navarro, Olivia Torres y Anadis González (integrante del dúo creativo Infraestudio), la curadora de arte Enedys Seijo con su iniciativa de exposición colectiva Update. Aproximación a una Cuba digitalizada.
– Rosa Cabrera, Clara Masó, Karla Betancourt y Karolyn Sánchez premiadas en el concurso de arte joven malaYerba.
SEM-SEMLAC/lgp