Lisandra Fariñas*
SemMéxico/Semlac, La Habana, Cuba, 3 de abril, 2024.- Acompañar, apoyar, brindar información y visibilizar el tema de los cuidados y de quienes cuidan constituyen esencias de la red promovida por el Proyecto Palomas, a la cual se integran actualmente casi 900 personas a través de Whatsapp.
«El grupo surge como resultado de la filosofía de Palomas de visibilizar esas realidades muchas veces silenciadas en el entramado social cubano», comentó a SEMlac Sergio Cabrera, coordinador del proyecto, quien significó que el tema de los cuidados siempre ha estado de una manera u otra en sus trabajos audiovisuales.
Sin embargo, necesitábamos más, apuntó Cabrera, porque hoy como nunca se habla de este fenómeno que tiene rostro de mujer, pues son ellas quienes fundamentalmente asumen esa labor; pero las políticas públicas van a veces demasiado lento y las vidas siguen corriendo, con vacíos existenciales, proyectos privados y hasta públicos tronchados, señaló.
Según Cabrera, al inicio se acercaron al tema con audios que se compartían cada sábado, hasta sumar más de 40 asuntos abordados y, al ver que contaban con mucha aceptación, en junio de 2023 crearon la red del Proyecto Palomas para las personas cuidadoras.
«Las protagonistas de la iniciativa son, en realidad, las personas cuidadoras. Ahora son 12 coordinadores, casi todas mujeres, y nosotros asesoramos, acompañamos», precisó Cabrera.
A juicio de Lourdes Ruiz, mujer cuidadora y una de las administradoras de la red, se trata «de un espacio de socialización virtual donde es posible encontrar desde orientaciones y sugerencias, hasta actualidad noticiosa, también sobre el estado del tiempo, los derechos legales», entre otros asuntos.
Pero también es un sitio donde «se narran historias de vida, se ríe y se comparte música», resumió Ruiz.
En opinión de esta mujer cuidadora, visibilizar estos asuntos resulta cada vez más necesario, en correspondencia con el envejecimiento demográfico en Cuba y las demandas y necesidades crecientes de un grupo etario que requiere ser orientado, acompañado y apoyado. «Es lo que muchos cuidadores necesitaban y anhelaban», afirmó.
«Muchos cuidadores, a través del proyecto, han podido saber, por ejemplo, cómo curar una escara, cómo trasladar a un paciente encamado, cómo utilizar productos naturales, cómo brindar a los enfermos una dieta saludable, aspectos que no conocían antes», ejemplificó Ruiz.
Igualmente, destacó los momentos dedicados cada noche a la risa y los domingos a la música, además del tratamiento a los temas jurídicos, donde existen muchas inquietudes en torno a la seguridad social de las personas que han tenido que renunciar al trabajo para ser cuidadoras.
El mensaje de los sábados es «sin dudas el eje central del proyecto, porque nos llega a los cuidadores ese consejo, ese apoyo, esas palabras de aliento que necesitamos», subrayó Ruiz.
Para María Antonia Torres, colaboradora desde Güira de Melena, en la provincia de Artemisa, a 44 kilómetros de La Habana, se trata de brindar esa palabra amiga «de aquí estoy, puedes contar conmigo», aun cuando falten cosas, «pero que ese abrazo espiritual esté».
Torres, quien antes fue cuidadora, comentó a SEMlac que desde sus inicios hasta la actualidad la red ha experimentado varios cambios, para bien, partiendo de la retroalimentación con las personas cuidadoras y sus necesidades, de lo cual han surgido nuevos espacios.
Así ha ocurrido con el segmento «Tú me cuidas, yo te cuido», del cual es responsable, y en el que comenzó a intercalar música con las informaciones, tras conocer un estudio donde refieren que lo último que olvidan las personas mayores es precisamente la música.
«Me dio mucha alegría recibir fotos de las abuelitas tarareando la canción que estaban oyendo, ya fuera de un artista nuestro o internacional», mencionó y detalló que, en ese programa, además de consejos sobre cuidados, también insisten en la necesidad del cuidado a quienes cuidan.
Torres valoró altamente que la red visibilice a las personas cuidadoras, muchas alejadas de la vida social, apartadas de sus amistades y para las cuales hay espacios que las llevan a pasear por un museo, a decirle adiós el estrés y, ahora, hasta les proporcionan recetas de cocina.
De acuerdo con Torres, en el espacio se han abordado diferentes aspectos, desde cómo se siente ese cuidador cuando la persona a quien cuidaba y era el centro de su vida ya no está, hasta la necesidad de reconocer que está bien sentir agotamiento. «Insistimos en qué hay que luchar minuto a minuto por ser felices, por tratar de ver esa obra inmensa que es cuidar con satisfacción, como algo hermoso que se hace desde el corazón», agregó.
Las vidas no pueden esperar, por eso, para Palomas, este es un tema que interesa tanto, dijo Sergio Cabrera, quien significó que la filosofía de la red no es solo dar voz a quienes no la tienen, sino que esas personas puedan tener una vida digna y feliz.
Mencionó, sin embargo, que existen desafíos como el carácter asistencialista de los servicios sociales, algo que está en el subconsciente social cubano. «Aquí estamos fomentando algo más, estamos fomentando el necesario humanismo que acompañe los logros del proyecto social cubano, que va más allá de la alimentación, del aseo o de los culeros; se trata de la vida de la persona cuidada, pero también de la vida concreta de las personas cuidadoras».
Todavía hay muchas cosas que faltan, que tenemos que transformar, apuntó, por su parte, Torres. Reconocer y valorar económicamente la contribución familiar y social del trabajo no remunerado que realizan mayormente las mujeres es esencial, dijo.
También fomentar servicios para las familias, en los distintos territorios, que aligeren las sobrecargas, así como redistribuir labores, es decir, fomentar la participación de los hombres en las actividades domésticas y del cuidado.
Igualmente, Torres hizo alusión a la lucha contra la violencia, un flagelo presente en la sociedad y al interior de los hogares. «La subjetividad de las personas no cambia cuando se hace una ley, de ahí que se necesita desmontar cosas que se aprenden en el seno de la familia, en medio de una cultura patriarcal. Ahí radica también uno de los valores que tiene esta red», valoró.