Y parece que esto continuará.
La gobernadora pidió “paciencia” a los usuarios y dijo que el servicio “estará mucho mejor dentro de tres o cuatro meses”.
SemMéxico. Sonora. 10 de octubre de 2018.- Las y los usuarios de los ruleteros de Hermosillo, desde siempre han –hemos– tenido un servicio que ha ido de peor a malo, pasando por regular; pero nunca, jamás un buen servicio.
Y parece que esto continuará pese a la requisa que, en aras de mejorarlo, decretó la gobernadora Claudia Pavlovich en un domingazo que no se esperaban los concesionarios (y menos los usuarios ajenos a esos enredos y cuyo único interés es llegar a tiempo a la escuela, al taller o a la oficina): el pasado lunes en la mañana 275 unidades que usufrutuaban las empresas Sictuhsa y Red (que aglutina a un buen porcentaje de los concesionarios del transporte) pasaron al poder físico y material del gobierno para administralas directamente aunque, desde luego, con la mayoría de los mismos choferes, también sin otra vela en ese entierro y cuyo único interés es trabajar (con toda y su mala fama).
La requisa no obedeció únicamente al mal servicio prestado por esas empresas. Si así fuese siempre estarían requisados. Las cosas podían haber seguido como siempre (o sea mal), con promesas incumplidas por parte de los concesionarios de mejorar el servico; con amenazas incluso cumplidas de irse al paro; y con autorizaciones oficiales de aumento de tarifas, en un estira y afloja ya muy conocido.
Pero hoy ese equilibrio se rompió: ciertamente que el paro de hace unos dias de los ruleteros; el cobro de la tarifa alta (nueve pesos), pese al estado de segunda de los camiones y sin refrigeración (que ameritaba cobrar solo ocho), alegando el fin del verano; la exigencia de otro incremento a las tarifas; y la huelga programada para el próximo 24 de Octubre, abonaron al desenlace, pero el detonador de la requisa fue un elemento de tipo político: la colocación de enormes mantas en la parte trasera de los camiones diciendo “Este Gobierno Tampoco Cumple”.
Ese odioso mensaje de comparación con el régimen anterior (cuyo gobernador está en prisión por corrupción) y que miles de hermosillenses veían a diario en la ciudad… fue el colmo. El presidente de Sicthusa, José Luis Gerardo Moreno, los mandó colocar luego de que el gobierno del Estado iniciara sendos procedimientos de cancelación de concesiones a los paristas, intentando ponerse de tú a tú con la gobernadora, en una confrontación en la que el único perdedor podría ser él mismo. Y así es: está a punto de ser removido de la empresa por el resto de los concesionarios que desean volver a las migas con el gobierno (tramitó además un amparo ante el temor de ser tambien acusado penalmente por algun delito).
Enfrentarse al gobierno no es negocio, como lo saben todos (salvo contadísimas excepciones) aquellos que lo han hecho y esa enfermiza satisfacción no les ha durado mucho: las mantas insultativas fue lo primero que, tras la notificación de la requisa, modificaron los inspectores del transporte sobreponiendo un “sÍ”, donde decía “tampoco”, para quedar en un “Este Gobierno SÍ Cumple” (en un alarde para compensar la diatriba).
La gobernadora pidió “paciencia” a los usuarios y dijo que el servicio “estará mucho mejor dentro de tres o cuatro meses”. Puede contar con la paciencia del hermosillense en ese tema porque es inveterada. Y también es creíble que el servicio “mejorará” : basta con que se evite lo peor de ayer y lo malo de hoy, para que pase a lo regular de mañana.
Lo que es increíble es que un servicio tan simple como tener unidades en buen estado, recoger el pasaje, cobar el peaje y bajar al usuario en las paradas, sea tan complicado como tanto los concesionarios como el gobierno del Estado quieren hacernos creer.