- 26 de septiembre, Día Mundial para la Prevención del Embarazo no Planificado Adolescente
- Guerrero, Chiapas, Zacatecas y Durango con más altas tasas de fecundidad adolescente
Redacción
SemMéxico, Ciudad de México, 25 de septiembre, 2025.- En el 2023, el 10.4 por ciento de las mujeres de entre 15 y 19 años había tenido un embarazo en al menos una ocasión en los cinco años previos a la encuesta. Porcentaje que fue casi del doble entre las adolescentes hablantes de lengua indígena.
Así lo da a conocer INEGI a propósito del Día Mundial para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, que se conmemora este 26 de septiembre con el propósito de sensibilizar a la población respecto a este tema que impacta la salud, el desarrollo social y económico de las adolescentes y la sociedad en general.

Se identificó que 7.6 por ciento del total de mujeres adolescentes tuvo al menos una hija o hijo dentro de los cinco años anteriores a la entrevista. Este porcentaje fue mayor para hablantes de lengua indígena, con 15.9 por ciento. Del total de adolescentes, 51.4 por ciento deseaba el embarazo, 25 por ciento quería esperar más tiempo y 23.3 por ciento, no lo deseaba.
Cabe señalar que entre las adolescentes hablantes de lengua indígena el panorama reportado por INEGI cambia, ya que el 57.4 por ciento deseaba embarazarse, 26.7 por ciento quería esperar más tiempo y 15.9 por ciento no deseaba embarazarse.
Sexualidad adolescente
En 2023, en México había 5.3 millones de mujeres de 15 a 19 años, las cuales representaron 7.9 por ciento del total de la población femenina en el país. De esas, 34.8 por ciento ya había iniciado su vida sexual al momento de la entrevista. De este último grupo, la mitad era sexualmente activa.
En cuanto a las mujeres adolescentes hablantes de lengua indígena, la encuesta identificó a cerca de 228 mil, que representaron 5.9 por ciento. La tercera parte (34.2 %) ya había iniciado su vida sexual y de estas, la mitad (51.2 %) era sexualmente activa.
Del total de las adolescentes que había en el país y que ya habían iniciado su vida sexual, 66.9 por ciento utilizó algún método anticonceptivo en su primera relación sexual: el más común fue el preservativo o condón masculino (92.2 %). Le siguieron la píldora del día siguiente o anticoncepción de emergencia (4 %) y los métodos hormonales2 (3.5 %).
De las adolescentes hablantes de lengua indígena que habían iniciado su vida sexual, 26.6 por ciento usó algún método anticonceptivo en su primera relación sexual, principalmente el condón masculino (81.6 %).
Le siguieron métodos no hormonales (9.5 %) y hormonales (8.0 %).

Respecto a las mujeres adolescentes que no usaron anticoncepción en su primera relación sexual (28.7 %), las razones más frecuentes fueron: no planeaban tener relaciones sexuales (34.9 %) y no conocían métodos anticonceptivos (16 %). Entre las mujeres hablantes de lengua indígena, las razones de no usarla fueron distintas; la principal fue quería embarazarse, con 26.2 por ciento, seguida por no conocía métodos, con 25.3 por ciento.

De las adolescentes sexualmente activas, 60.2 por ciento eran usuarias de métodos anticonceptivos.
Este porcentaje fue de 42 por ciento en mujeres hablantes de lengua indígena. Según el tipo de método, los métodos hormonales fueron los más utilizados por las adolescentes hablantes de lengua indígena (77.9 %), en tanto que los no hormonales fueron los más frecuentes para el total de mujeres adolescentes (62.7 %).

De acuerdo con su situación conyugal, entre las adolescentes hablantes de lengua indígena sexualmente activas usuarias de métodos anticonceptivos, 88.1 % se encontraba unida, mientras que 40 % del total de adolescentes sexualmente activas usuarias de métodos anticonceptivos, lo estaba.
La tasa específica de fecundidad en las adolescentes fue de 45.2 nacimientos por cada mil mujeres de 15 a 19 años. Entre las adolescentes hablantes de lengua indígena, fue el doble (90.3).

Por entidad federativa, Guerrero (82.1), Chiapas (78.6), Zacatecas (74.4) y Durango (71.5) registraron las tasas de fecundidad adolescente más altas, con más de 70 nacimientos por cada mil mujeres de 15 a 19 años.
En contraste, las tasas más bajas se registraron en Ciudad de México (19.2), Quintana Roo (39.1), Baja California Sur y Querétaro, ambas con 39.4 nacimientos.
