En México la violencia patriarcal no se detiene: ni ante la más alta investidura

Fecha:

Compartir:

Miriam Nájera 

SemMéxico, Ciudad de México, 10 de noviembre, 2025.- Un hecho indignante ocurrió en México el pasado 4 de noviembre de 2025. Algo que, sin duda, será citado por generaciones presentes y futuras cuando se analice el acoso sexual, el abuso sexual, el acoso callejero, la revictimización, la violencia digital… en fin, las múltiples violencias que confirman el arraigo de la cultura patriarcal en nuestro país.

El suceso ocurrió en pleno Centro Histórico de la Ciudad de México, mientras una mujer caminaba rodeada de gente, frente a cámaras y el escrutinio de muchas personas, un sujeto aparentemente alcoholizado, la abrazó por detrás, intentó besarla en el cuello y le realizó tocamientos en la zona de sus senos “sin su consentimiento”. La mujer es la máxima autoridad en nuestro país, la presidenta de la República. 

Esos segundos, pusieron el dedo en la llaga colectiva que nos une en la rabia y la memoria de millones de mujeres que hemos sido víctimas de este tipo de violencia. 

El miedo incrementó, y lo reflejan frases que se repiten en redes sociales: “¡Si eso le pasó a la presidenta, que nos espera a nosotras!”, “¡Si la mujer con más poder en México vivió una situación de acoso, entonces ¿qué pueden esperar las mujeres que viajan en el transporte público o caminan solas todos los días?», “¡Que miedo que mi hija camine sola de noche, si eso pasó a la presidenta, de día y acompañada!”. 

Este miedo es fundado en un país donde la violencia sexual en el ámbito comunitario, es la más frecuente a nivel nacional: 

De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2021), el 42.2 % de las mujeres ha sido víctima de violencia sexual a lo largo de su vida y en el 72.2 % de los casos la agresión fue perpetuada por un desconocido. 

Frente a todo lo ocurrido, durante la conferencia de prensa matutina de 5 de noviembre, la presidenta de nuestro país compartió que interpuso una denuncia por el delito de acoso sexual. Ahora bien, tomando en cuenta los elementos del hecho, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México podría reclasificar el delito inicialmente denunciado como acoso sexual al de abuso sexual, aumentando con ello la pena, con fundamento en el artículo 176 del Código Penal para el Distrito Federal (vigente en la Ciudad de México), que refiere:

“Al que sin consentimiento de una persona y sin el propósito de llegar a la cópula, ejecute en ella un acto sexual, la obligue a observarlo o la haga ejecutarlo, se le impondrá de uno a seis años de prisión. — Para los efectos de este artículo, se entiende por acto sexual, cualquier acción dolosa, son sentido lascivo y caracterizada por un contenido sexual, que se ejerza sobre el sujeto pasivo…”.

Este suceso nos obliga a reflexionar ampliamente sobre la violencia de género ejercida contra las mujeres, sin embargo, me limitaré a abordar tres dimensiones particularmente visibles: la violencia sexual, la revictimización y la violencia digital.  

Violencia sexual

En un país donde casi la mitad de las mujeres han sido víctimas de violencia sexual a lo largo de su vida, el caso de la presidenta de la República adquiere un importante valor simbólico.

El hecho que la víctima sea la jefa de Estado -la mujer con mayor visibilidad pública, investidura y poder político en México- expone crudamente la raíz estructural de la violencia, misma que se sostiene en una cultura que continúa normalizando practicas machistas, que terminan por arrebatar la dignidad, libertad, salud y hasta la vida a miles de mujeres en nuestro país.

Refleja lo interiorizado del mandato patriarcal de dominación sobre el cuerpo de las mujeres, reafirmando lo que Pierre Bourdieu señaló al referirse a las estructuras simbólicas de subordinación: “el cuerpo femenino sigue siendo tratado como espacio disponible”. 

Por su parte, Rita Segato plantea que la violencia sexual “no es una desviación, sino una pedagogía de la masculinidad”. Desde esta visión, lo ocurrido con la presidenta: no es un accidente o error del sistema, es parte del sistema. 

Es una prueba documentada de que el patriarcado se mantiene vigente, incluso en las más altas esferas del poder, incluso, cuando se trata de una mujer cuya realidad y privilegios la colocan a gran distancia de las violencias cotidianas del resto de las mujeres mexicanas.

Transversalidad de género en la política pública 

Este hecho desnuda la brecha real entre el discurso gubernamental y el contexto tan violento que enfrentamos las mujeres y muestra la radiografía que muestra la fragilidad de la perspectiva de género en la política pública actual, misma que no está reconstruyendo esa parte del tejido social que da paso a la desigualdad entre mujeres y hombres. 

Ante el anuncio del “Plan Integral Contra el Abuso Sexual”, la actual transversalización de género en las políticas públicas -que incluye campañas de sensibilización y capacitación, protocolos institucionales, tipificación y endurecimiento de las penas- confirmó su insuficiencia. 

Era para ayer el robustecimiento de una política pública con perspectiva de género permanente -no reactiva- y con presupuesto suficiente. Porque la pedagogía institucional sobre el consentimiento (“no es no”) urge ser asimilada socialmente, a través de instituciones que asuman su responsabilidad operativa y administrativa en la prevención, atención, sanción y reparación de la violencia sexual contra las mujeres.

Revictimización y violencia digital 

La revictimización es el daño o sufrimiento adicional que se infringe a una persona que ha sido víctima de violencia. Este daño puede ser ocasionado por el sistema de justicia, las instituciones, la sociedad y los medios de comunicación. 

En este caso -como en muchos otros-, la sociedad ha participado activamente en la revictimización. Desacreditando la veracidad del delito con mensajes misóginos y violentos en contra de la víctima, así como a través de la violencia digital en redes sociales: reproduciendo un video que lesiona su dignidad y generando fotografías, videos y memes con inteligencia artificial, a manera de ridiculización, que no solo denigran su imagen, sino que también restan importancia al abuso sexual que vivió. 

No fueron solo las redes, muchos medios de comunicación se sumaron a la violencia mediática y sin consentimiento de la víctima reprodujeron y difundieron de manera masiva el video que documentó el abuso, con el único objetivo de vulnerar su imagen pública, prolongando así su agresión. 

Así mismo, he escuchado y leído la insistente narrativa social y mediática que califica el abuso sexual denunciado por la presidenta de la República como: un montaje, una “cortina de humo” o una “caja china”, usada para desviar la atención del reciente atentado que quitó la vida al alcalde de Uruapan Michoacán. Quienes optan por desacreditarla bajo este argumento, están reduciendo su persona a un objeto político o recurso mediático.  

Que se trate de la presidenta de nuestro país, no la hace inmune al daño físico, psicológico, social y moral que esto le puede generar.

Además, quien revictimiza establece una alianza con la persona agresora, que termina sellando el pacto patriarcal, favoreciendo a un sistema que minimiza, justifica y niega la violencia sexual contra las mujeres.

No se trata de repartir culpas, sino de comprender la gravedad. Revictimizar es deslegitimar la voz de la víctima, y esto abona a la cultura del silencio, la misma que ha matado a millones de mujeres en mundo.

Queda claro que, en nuestro país las mujeres que no callan la violencia sexual, además de enfrentar a su agresor, también atraviesan obligatoriamente la dolorosa aduana de la revictimización. 

Que una mujer sea abusada sexualmente a plena la luz del día, acompañada y frente a las cámaras, revela una brutal realidad: Ninguna de nosotras, ni siquiera la presidenta de la República, está a salvo en las mismas calles que miles de mujeres caminamos a diario para ir a la escuela, el trabajo y la casa. 

Miriam Yadira Nájera Pétriz. Abogada feminista, docente y activista en la defensa de los derechos humanos de las mujeres.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Homenaje a las Costureras del 19 de septiembre, 1985.



XVI Conferencia Regional sobre la mujerhttps://www.cepal.org • Portada del sitio de la reunión: https://conferenciamujer.cepal.org/16/es • Sitio especial de transmisión: http://live.cepal.org/XVIConferenciaMujerALC • Cuenta oficial de la CEPAL en X: https://x.com/cepal_onu • Cuenta oficial de la CEPAL en Facebook: https://www.facebook.com/cepal.onu





A partir de este domingo 2 de marzo ofrecemos: una retrospectiva, a 50 años de la primera conferencia mundial de la mujer que se celebró en México, de los 30 años de la IV Conferencia Mundial de la Mujer, Beijing 1995 y todo lo que sucede y está sucediendo alrededor del 8M.


Artículos relacionados

Resolver en un máximo de un año los procesos penales relativos a delitos de violencia de género: plantea PT

Sólo en 2024 se registraron más de 310 mil carpetas de investigación relacionadas con delitos de violencia familiar,...

Llama  Marea Verde Quintana Roo a usar los mecanismos de denuncia

Redacción SemMéxico, Q.Roo, 11 de noviembre, 2027.- Frente a la violencia que intenta silenciarnos, recordamos que tu voz es...

La Opinión| FRANKENSTEIN, REDIVIVO 

 David Martín del Campo SemMéxico, Cd. de México, 11 de noviembre, 2025.- El monstruo está ahí, ¿ahora qué hacemos...

La opinión| Despatriarcalizar las universidades

Elena Tapia Fonllem SemMéxico, Cd. de México, 11 de noviembre, 2025.- ¿Es posible despatriarcalizar las instituciones de educación en México, es...