Doaa Al Zamel , refugiada siria.
Escuché que muchas personas, incluidas algunas cercanas a mí, querían hacer el mismo viaje. No estuve de acuerdo, pero entendí sus razones
Doaa Al-Zamel, activista siria y defensora de los derechos de los refugiados cuenta su experiencia
Redacción
SemMéxicoONU Noticias, Cd. De México, 17 de enero, 2025.- La refugiada siria Doaa Al Zamel, que en 2017 plasmó en su libro Una esperanza más poderosa que el mar, su desgarradora historia sobre la huida de la guerra en su país, sobreviviendo incluso a un naufragio que muchos no pudieron contar, narra en primera persona para Noticias ONU cómo ve el futuro de Siria.
Después del estallido de la guerra civil siria en 2011, Doaa Al Zamel y su familia se mudaron a Egipto, donde permanecieron tres años. Pero al cabo de ese tiempo, la situación para los refugiados se deterioró y, en 2014, ella y su prometido sirio pagaron a contrabandistas para que los llevaran a Europa por mar.
Durante el viaje, su bote fue embestido por traficantes, provocando que 500 personas murieran ahogadas, incluyendo su prometido. Después de cuatro días en el mar, un barco mercante la salvo, junto con dos niños pequeños que había estado cargando todo ese tiempo (uno de ellos, de nueve meses, llamado Malak, y que murió cinco horas después de ser rescatados).
Al Zamel plasmó en 2017 la historia de ese naufragio y su vida como refugiada en un libro titulado Una esperanza más poderosa que el mar. Ahora, Noticias ONU la ha entrevistado para conocer sus reflexiones sobre la actual lucha por la paz y el futuro de la Siria post-Assad.
¿Cómo pueden matar a 500 personas?
“Hicimos tres intentos de salir de Egipto por mar. Las primeras dos veces fracasamos y, cada vez, nos encarcelaron durante 10 días. Al tercer intento salimos desde la costa de Alejandría.
El último bote que abordamos estaba en muy malas condiciones [los migrantes fueron trasladados varias veces a diferentes barcos durante el viaje]. Llegó otra embarcación, con gente que parecía pirata, maldiciéndonos e insultándonos. Hundieron nuestro bote y huyeron riendo.
Hasta el día de hoy, el sonido de sus risas todavía está en mis oídos y no puedo olvidarlo. La mayoría de los que iban a bordo se ahogaron. ¿Cómo pudieron matar a 500 personas, incluyendo niños, mujeres, familias y jóvenes?
Tenía un pequeño dispositivo de flotación alrededor de mi cintura y estaba asustada porque no sabía nadar. Cargue a dos niñas pequeñas sobre mi pecho durante cuatro días. Sus familiares me las dieron antes de que estos se ahogaran. Permanecí despierta, sin comida ni agua. Hacía frío y había cadáveres a mi alrededor. La única luz que podía ver eran las estrellas en el cielo. El dolor y la muerte me rodeaban por todas partes.
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© UNICEF/Muhannad Aldhaher
Una familia se reúne en un centro de acogida de la ciudad siria de Ar-Raqqa.
Falta de opciones
Tras ser salvada y llevada a Europa, escuché que muchas personas, incluidas algunas cercanas a mí, querían hacer el mismo viaje. No estuve de acuerdo, pero entendí sus razones. Se ven obligados a hacerlo porque no hay otras opciones.
Tuve que pasar por este viaje peligroso por mi familia. Quería que ellos vivieran en condiciones mejores y más seguras. Quería que mis hermanos menores estudiaran y vivieran a salvo lejos de las difíciles condiciones que experimentamos en Egipto, donde la vida era difícil y no teníamos muchas oportunidades.
Pudimos aprender sueco y ahora estoy estudiando inglés. Trabajé como asistente de profesor durante seis años y mi hermano pequeño ahora está por comenzar sus estudios universitarios. He tenido algunas experiencias muy buenas y he trabajado con buena gente que ama a los sirios.
Actualmente, participo en conferencias con varias organizaciones afiliadas a universidades, escuelas o agencias de voluntariado. Hablo sobre automotivación y de cómo hay que superar las dificultades después de pasar por experiencias difíciles. Hablo de los refugiados sirios y de los derechos de los refugiados.
Los sirios merecen vivir seguros y alcanzar sus sueños
Cuando escuché la noticia [de la caída de Assad] fue como un sueño para mí y para los muchos sirios que han sufrido. Lloré desconsoladamente. Fue un sentimiento indescriptible, algo así como un sueño.
Quiero hablar sobre el dolor y las voces de las madres que perdieron a sus hijos a causa de la tiranía de Bashar al-Assad. Después de la liberación, es necesario imaginar un futuro lleno de oportunidades, cambios positivos, paz y seguridad porque todos los sirios merecen vivir en libertad.
Siria necesita mucha ayuda para reconstruir y borrar la destrucción. Ya sea que me quede aquí, en Suecia, o que regrese, quiero contribuir a su reconstrucción para que todos podamos tener paz y seguridad.
Los sirios merecen vivir en seguridad y alcanzar sus sueños. Todos podemos contribuir de alguna manera, para apoyar a la comunidad, participar en proyectos de desarrollo y generar conciencia”.