Las esposas de Yaxchilán eran co gobernantes
Elda Montiel
SemMéxico, Ciudad de Méxic.. 12 de agosto, 2024.- Para estudiar a las mujeres en la historia, hay que hacerlo desde los acontecimientos que les son significativos para ellas, poder insertarlas en la sociedad en la que han vivido, como decía la historiadora Joan Kelly y que las y los compiladores de hechos describan las condiciones en que vivían y no en opiniones como señalaba Virginia Wolf, refirió la doctora María Vega Villalobos al abordar la historia de las mujeres mayas.
Es hora de centrarse en el estudio sobre las mujeres mayas de menor jerarquía , ya que suele suceder que estudios se desvían y terminan abordando otros aspectos menos de las mujeres, expresó la investigadora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, en la conferencia “Señoras de linaje: representar a las mujeres en la civilización maya” dentro del Ciclo “Mujeres Indígenas: pasado y presente” del Museo de la Mujer.
La investigadora señalo que a pesar de información sobre mujeres mayas de linaje no hay certeza de cómo vivían las mujeres de menor jerarquía como campesinas o sirvientas, si se casaban o se quedaban, hasta ahora se sabe que se casaban entre los 10 o 12 años, tenían de cuatro o cinco hijos, de los cuales sobrevivían uno o dos; el 65 % de las mujeres en edad fértil morían en el embarazo o en el momento del parto; carecían de buena calidad de vida pues morían entre los 25 y 30 años con enfermedades con caries, desnutrición y enfermedades. Tenían una estatura de 1.55 mts.
Expresó que no se puede saber bien cómo funciona una sociedad cuando solo podemos hablar de algunas mujeres que han sido representadas, no solo las que están en las grandes élites sino también las mujeres de menor rango como campesinas o sirvientes.
La investigadora se cuestiona como acceder al pasado, como elaborar una explicación científica de los hombres y las mujeres que lo conforman. Enfatiza que se puede enriquecer los estudios sobre las mujeres mayas porque se puede investigar con otras preguntas, porque existen momentos cruciales de la cultura maya que no se han podido responder porque no se ha ubicado como vivían las mujeres.
De las fuentes arqueológicas, epigráficas y figurativas (monumentos, estelas, cerámicas) se sabe que una de las característica de los mayas es que no refleja el pasado ni el presente sino los ideales y lo que se dejaría al futuro. No representan el mundo tal como lo ven.
El arte público mostraba de forma visible y duradera las virtudes político-religioso el 80 % de las representaciones de los gobernantes mayas tiene que ver con su actividad ceremonial, eran los garantes del mundo cósmico.
A las esposas de Yaxchilan las vemos como co gobernantes también tenían estas obligaciones rituales y acompañantes rituales tenían que cumplir las expectativas del comportamiento político y religioso, señala la investigadora.
Ix el prefijo indicador de género femenino en la escritura maya
Recordó que las mujeres mayas fueron vistas como sujetos históricos a partir de Tatiana Proskouriakoff en 1961, pionera para los estudios concernientes al género en la cultura maya, al referirse por vez primera a las funciones y contextos propios en los que se desenvolvían y en poder identificarlas al descubrir, en las inscripciones jeroglíficas que las acompañan, la presencia de nombres precedidos por un glifo con apariencia de rostro de mujer. Ese glifo, Ix, es el prefijo indicador del género femenino en la escritura maya.
Veinte años después empezó la plena identificación de las mujeres como sujetos históricos en la obra de Blood of King (1988) escrita por Linda Schele y Mary Millen que deriva de una publicación de una colección de Arte y causo gran impacto porque subrayan la trascendencia del rol de la mujer maya como madre legitimadora del linaje real. Reivindican así la importante labor femenina en la élite maya a la hora de perpetuar el poder de una dinastía, aspecto probado mediante la epigrafía y los análisis iconográficos, e insisten en la igualdad y complementariedad de las funciones desempeñadas tanto por hombres como por mujeres.
La doctora Maria Elena Vega actualmente trabaja en investigar las mujeres en la antigüedad maya, un estudio histórico y comparativo, por lo que se refirió al argumento de la historiadora estadounidense Joan Kelly, estudiar a las mujeres en la historia desde los acontecimientos que son importantes para ellas, lo que rompió con la historiografía tradicional y alentó a otros historiadores de las mujeres y el género a reevaluar la periodización histórica a través de la lente de las experiencias de las mujeres.
También cito a Virginia Wolf cuando quería saber cómo eran las mujeres de la época isabelina porque admiraba a Shakespeare, en “Una habitación propia”. Escribe, “seria mejor correr las cortinas, excluir distracciones, encender la lámpara, limitar la pesquisa pedir a la historiador y a la historiadora a la compiladora de hechos o al compilador de hechos no opiniones que nos describa bajo qué condiciones vivían las mujeres”.
La representación de las mujeres permiten analizar el papel político, social y en algunos casos religioso en unas regiones que otras, mostró figuras del Dintel 25 de Yaxchilan el cual se encuentra en Inglaterra.
Preciso como los mayas querían que fueran percibidas sus mujeres de élite: grandes, corpulentas, robustas para mostrar que eran de buena salud y elevado estatus económico. Contrasta con la silueta delgada de las sirvientas.
Más marcado en arte monumental, los rostros de las mujeres es alargado, la parte superior, la modificación craneal, pómulos prominentes y doble mentón, senos grandes, muslos bien torneados no desnudos contrasta con las sirvientas del palacio
Precisó que conocemos a las mujeres mayas porque son nombradas por sus hijos. Los gobernantes tenían dos, tres o varias esposas. Lo que no se sabe es si las esposas vivían juntas o cada una tenía su residencia de acuerdo a las fuentes de Yaxchilán.
El arte público mostraba de forma visible y duradera las virtudes político religioso, el 80 % de las representaciones de los gobernantes mayas tiene que ver con su actividad ceremonial, eran los garantes del mundo cósmico. A las esposas de Yaxchilán las vemos como co gobernantes, también tenían estas obligaciones rituales tenían que cumplir las expectativas del comportamiento político y religioso.
Precisó que de los textos jeroglíficos no se sabe si las mujeres tenían acceso a la alfabetización, ninguna firma se puede atribuir a una mujer. No hay mujeres escribas. La escritura en la sociedad maya fue fundamental, limitada para usos específicos contiene los ideales mayas, y lo que se dejaría al futuro, no representan el mundo tal como lo ven. Con el prefijo Ix sabemos que las mujeres aparecen menos en las inscripciones que los hombres.