Por Rocío Fiallega
Ojos luz de llanto
manos llenas de viento
pies de cemento
piernas contenidas
cintura de río desolada
cabellos secos y sin alas
sexo mohoso,
todo infértil antes del amor.
Latente ya existía
con raíces antiguas
buscando la humedad.
El amor se instala
historias
cuerpos
cicatrices
temperamentos
lecturas
lunas
vientos.
Espíritu que estalla
orgasmo de estrellas
derrota en la batalla
ternura en la templanza.
Éramos todo lo indebido
lo censurado, excomulgable,
pareja exótica:
la flor más rara.
Este amor, como el amor,
no se queda quieto,
siempre anda floreciendo
si no, se nos marchita
entre las horas.
Nuestro reflejo es orquídea
en su belleza nos regocijamos
porque es nuestro el amor
nuestra la quemadura y el deleite.