Elda Montiel
SemMéxico. Ciudad de México. 26 de agosto 2024.- Hay que tomar muy en serio las acciones para la prevención del acoso laboral y sexual y hay que ir un paso adelante en las empresas sostiene Cecilia Undarraga, directora de People and Culture de Rankim, para asegurar un entorno laboral seguro para que las trabajadoras no sean víctimas de conducta abusivas por parte de sus empleadores, líderes o pares que las lleven a renunciar o tomar medidas extremas.
Rankim es el software 360º para la gestión de Capital Humano en un solo lugar, que permite a las empresas y sus líderes se enfoquen en construir culturas organizacionales centradas en las personas, tiene presencia en México, Chile y el Perú.
Cecilia Undarraga informó que Rankmi está a punto de lanzar un programa a nivel global para la sensibilización, capacitación y establecimiento de protocolos para prevenir el acoso laboral y sexual, que incluye líneas de denuncias anónimas en las empresas que den certeza a las trabajadoras de ser escuchadas sin que sean revictimizadas, pues el miedo a perder su trabajo es la principal razón por la cual no denuncian.
La prevención debe ser una prioridad en las empresas, y esto se logra a través de la aplicación de buenas prácticas internas, capacitación constante y la creación de un ambiente laboral donde cada colaborador se sienta seguro, escuchado y valorado. Solo así construiremos en conjunto lugares de trabajo más justos para todas y todos, indica.
Asimismo, hace énfasis en prevenir el acoso desde una etapa temprana y hay que darle la importancia que merece, de acuerdo a la encuesta mundial por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Lloyd’s Register Foundation (LRF) y Gallup, la violencia y el acoso en el trabajo afectan a más de una persona de cada cinco , casi un 23 por ciento.
Tan sólo en México, al menos 7.9 millones de mujeres han vivido violencia en el trabajo de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares en 2021, 2.4 millones más que en 2016.
Cecilia Undarraga refiere que este primero de agosto, entró en vigor en Chile, la Ley Karin es una nueva legislación que busca enfrentar el acoso y la violencia en el lugar de trabajo e instala protocolos de prevención por parte de las empresas.
La ley establece medidas que se deben tomar en el ámbito público para abordar estos problemas, establece procedimientos claros para denunciar situaciones de esta índole, obliga a la capacitación, establece protocolos de prevención, y sanciona a aquellos que incurran en este tipo de malas prácticas.
Refiere que es importante que las empresas le den la mayor importancia a la prevención pues la Ley Karin en Chile, está inspirada en Karin Salgado, un técnica en enfermería del Hospital Herminda Martín de Chillán que se suicidó después de ser víctima de acoso laboral, en 2019. La aprobación de esta ley también permite que Chile cumpla con los compromisos adquiridos al ratificar el Convenio 190 de la OIT en junio de 2023.
La invitación es a tomar en serio las denuncias, investigar los antecedentes, tomar acción basada en los hallazgos, monitorear, implementar políticas preventivas y, sobre todo, comprometerse a escuchar, acatar y respetar.
Al respecto, indicó que es muy importante que los poderes del Estado, en conjunto, puedan intervenir y guiar ciertas discusiones, además de establecer parámetros y penalizaciones sobre conductas evidentemente incorrectas. Pero, también, es clave que las empresas se comprometan a aceptar cambios, trabajar para mejorar y, sobre todo, educar a sus equipos en temáticas sensibles como el acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo.
Advierte que ya no estamos en tiempos en donde la hostilidad y la severidad son una cualidad de liderazgo; las empresas y quienes tienen cargos de poder deben comprometerse y abogar por espacios seguros para trabajar. Asimismo, las y los colaboradores deben estar dispuestos a incorporar en su cotidianidad el respeto hacia sus pares.
La prevención debe ser una prioridad en las empresas, y esto se logra a través de la aplicación de buenas prácticas internas, capacitación constante y la creación de un ambiente laboral donde cada colaborador se sienta seguro, escuchado y valorado. Solo así construiremos en conjunto lugares de trabajo más justos para todas y todos.