SemMéxico/ Notimex. 13 de febrero de 2019.- Al grito de “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, la Cámara de Diputados otorgó la Medalla al Mérito Cívico “Eduardo Neri, Legisladores de 1913” a María del Rosario Ibarra de la Garza, quien por cuestiones de salud no pudo asistir y envió a su hija para recibir la presea.
En sesión solemne, el presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo, entregó la medalla a la luchadora social, a través de su hija María del Rosario Piedra Ibarra, en medio de aplausos de los legisladores quienes se pusieron de pie.
La fundadora del Comité ¡Eureka! confió que el nuevo gobierno federal habrá de esclarecer todos los casos de personas desaparecidas en el país.
Muñoz Ledo dijo que le conmueve que todos los partidos políticos, algunos con gran energía y determinación, invocan la lucha de Ibarra de Piedra, y recordó que esta lucha fue común de los partidos desde 1988, que llegaron a reclamar el fraude electoral, con Cuauhtémoc Cárdenas, Manuel Clouthier y Rosario Ibarra.
Destacó que esta unanimidad en cuestiones fundamentales es una herencia de la pluralidad política, “aquí podemos tener muchas discusiones, enfrentamientos incluso, ideológicos, parlamentarios y hasta personales, pero la historia nacional se está construyendo entre todos”.
Destacó que «Rosario Ibarra es una mujer de inmensa entereza, pocos personajes en la vida de México han mostrado tal perseverancia y constancia como ella lo ha hecho», y propuso que «al rendir este homenaje, reconozcamos nuestro pasado reciente, por medio tal vez de otra comisión de la verdad, como la que se ha creado para el tema de Ayotzinapa”.
Recordó que el 1 de julio del año pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador votó simbólicamente por Rosario Ibarra de Piedra, por lo que planteó «que eso sea la señal de la justicia histórica de México».
En su turno, el presidente de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, Jorge Luis Preciado, recordó que la creación de la Medalla Eduardo Neri obedece al reconocimiento del valor cívico de un hombre que presentó un discurso histórico para manifestarse, desde la tribuna de la Cámara de Diputados, en contra del gobierno del presidente usurpador Victoriano Huerta.
Ello, por los asesinatos de los diputados Adolfo Gurrión, Serapio Rendón y del senador Belisario Domínguez, quien había sufrido un atentado que le quitó la vida, el 7 de octubre de 1913, después de que mandara publicar uno de sus discursos, en una abierta crítica al gobierno.
El legislador panista resaltó que Eduardo Neri Reynoso se le ubica como un parlamentario que contribuyó con su valor, a la reivindicación del Poder Legislativo.
«Hoy, a través de la entrega de la Medalla que lleva su nombre, conmemoramos los hechos que significaron un parteaguas para la relación entre el Congreso y el Ejecutivo y el equilibrio de poderes en nuestro país», agregó.
En este contexto, dijo que después de hacer un análisis exhaustivo, la Comisión que él preside aprobó por unanimidad el dictamen por el que se determinó que el galardón correspondería a Rosario Ibarra de la Garza, mismo que fue ratificado por la mayoría de este pleno en diciembre de 2018.
Reconoció que no podía ser de otra manera, tratándose de una mujer ejemplar, de reconocido prestigio social, como lo es Ibarra de la Garza, conocida públicamente como doña Rosario Ibarra de Piedra.
Sus méritos radican fundamentalmente en el activismo social que la ha caracterizado, su lucha dio inició a partir de que su hijo, Jesús Piedra Ibarra, fue secuestrado el 18 de abril de 1975, por razones políticas.
En 1977, el tesón por encontrar a su hijo la llevó a fundar el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, que después cambió su nombre a Comité ¡Eureka!, bajo la consigna “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, conformado por madres y familiares de desaparecidos durante la llamada “Guerra Sucia”. Gracias a su organización, se logró la localización con vida de más de cien desaparecidos.
Rosario Ibarra de Piedra ha sido cuatro veces candidata al Premio Nobel de la Paz y gracias a su participación política ha sido diputada, senadora, y dos veces candidata a la Presidencia de México por el extinto Partido Revolucionario de los Trabajadores.