Angélica de la Peña
SemMéxico, Ciudad de México, 10 de noviembre, 2025.- De todos los servicios públicos que son inherentes a un Estado democrático y de derecho en sus tres niveles de gobierno, la seguridad pública eficiente y eficaz, es fundamental para el funcionamiento del propio Estado. De esto depende que se concreten otros más. Lo más importante es preservar la vida misma de cada quien.
Jorge Carpizo señalaba que era imprescindible armonizar la seguridad y la justicia, con la democracia. El Estado tiene la obligación de aplicar medidas coercitivas o de sanción; sin embargo, debe poner énfasis en la prevención del delito. Alertó sobre el daño estructural que la corrupción provoca en las instituciones del Estado.
Y cómo, desde una perspectiva democrática, la protección de los derechos humanos y la justicia social, aseguran una justicia restaurativa y garantista. En su obra, puso énfasis en la importancia del abatimiento de la impunidad y de la reducción de la violencia.
El asesinato de Carlos Manzo causa un gran impacto nacional porque apuntó a todos estos problemas y evidenció los daños que padece la población que él gobernaba. Por eso lo mataron. Para acallar y dar un mensaje desde el poder de los cárteles que se han empoderado precisamente por la permisividad, impunidad y la corrupción de entes gubernamentales que este alcalde de Uruapan mostró ante la opinión pública con gran valentía. No puede negarse el contexto.
Este y otros hechos dañan al Estado de Derecho en su estructura. Las instituciones no lo previeron en su momento años atrás; hubo colusión en lugar de sanción; hoy hay un desastre en materia de seguridad pública. Un círculo sistémico de impunidad y corrupción, que deja en total vulnerabilidad a la población y a quienes les representan. Un hecho criminal reiterado, constata la magnitud de la crisis.
¿Dónde estaba el asesino de Carlos Manzo unos años atrás, siendo niño? Qué no hizo el Estado para prevenir que estos niños no sean expertos en asesinar. ¿Nadie se sorprende de que estos sicarios sean menores de edad?
La presidenta Sheinbaum debe estar pasándola muy mal junto con su gabinete de seguridad, porque este asesinato le está dando la vuelta al mundo. E inusitadamente decide salir a las calles a tomarse selfies con jóvenes cuando de repente llega un borracho que la abraza por detrás, la toquetea, y sus agentes de seguridad tardaron unos segundos en quitárselo de encima, lo que evidenció el altísimo riesgo para la mandataria. Más allá de las suspicacias de que ese hecho fue montado o no, y que era una distracción frente al impacto del asesinato de Carlos Manzo, me quedo con las genuinas preocupaciones expresadas por quienes reaccionaron ante el hecho. Si a ella, con toda su seguridad le pasa eso, se imaginan lo que padecen todos los días mujeres y niñas en el Metro, en el transporte público y calles donde los riesgos son de horror y no hay nadie que las proteja.
Y derivado de ese acoso vino la publicación del Plan Integral contra el Abuso Sexual presentada por la Secretaría de las Mujeres bajo la consigna “si tocan a una (a la presidenta) nos tocan a todas”. Y también para salir al paso, otro plan de paz para Michoacán.
Si no hay hechos tangibles que pongan a las mafias y a funcionarios corruptos en la cárcel y se den reales alternativos de desarrollo a la niñez, seguiremos cayendo en el hoyo y las selfies con la presidenta no funcionarán para taparlo.
- Defensora de derechos humanos



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