Caso Melani en Tamaulipas desestabilizó autoridades y sociedad
¿Se puede prevenir? No hay respuestas y si preocupación
Redacción
SemMéxico, 10 de noviembre, 2024.-La violencia contra las mujeres, especialmente la ejercida por sus parejas y la violencia sexual, es un problema grave que afecta la salud pública y viola los derechos humanos de las mujeres. Esta violencia está profundamente arraigada en nuestra sociedad y perpetúa la desigualdad de género.
Las estadísticas son alarmantes: a nivel mundial, una de cada tres mujeres experimenta violencia física o sexual en algún momento de su vida, a menudo a manos de su pareja. Esta realidad nos recuerda la magnitud de la desigualdad de género y la discriminación que enfrentan las mujeres en el mundo.
Melanie Barragán, una joven de Cd. Madero, Tamaulipas, fue agredida físicamente por su novio, Christian de Jesús Rojas, estudiante de medicina en el ICEST, el 31 de octubre durante una fiesta de Halloween. El caso se viralizó después de que su amiga, Danna, intentara defenderla. A pesar de ello, Christian le propinó múltiples golpes severos, y Melanie tuvo que ser hospitalizada.
Desde el ataque, Christian se encuentra prófugo. Los compañeros de universidad de Melanie solicitan ayuda en redes sociales para localizar al agresor y han comenzado a recaudar fondos para cubrir los gastos médicos de Melanie.
Ante situaciones como esta, surge la necesidad de identificar los factores de riesgo involucrados en la violencia en la pareja. La OMS detalla que a nivel institucional, comunitario, interpersonal e individual, estos elementos tienen una correlación directa con el fenómeno de la agresión:
- Institucional: ausencia o falta de aplicación de las leyes en materia de violencia contra las mujeres.
- Comunitario: normas de género que perpetúan los privilegios masculinos y limitan la autonomía de la mujer.
- Interpersonal: altos niveles de desigualdad en las relaciones, relaciones controladas por el hombre o dependencia de la pareja.
- Individual: actitudes que condonan o justifican la violencia como comportamiento normal o aceptable.
Por otra parte, se ha generado material didáctico para identificar y prevenir la violencia en pareja. Para este fin se creó el violentómetro, que es una herramienta diseñada para identificar y medir los diferentes niveles de violencia que pueden ocurrir en una relación de pareja. Esta herramienta visual y educativa ayuda a las personas a reconocer situaciones de abuso que podrían estar normalizando.
Esta herramienta, diseñada por la Unidad de Gestión con Perspectiva de Género del Instituto Politécnico Nacional, es beneficiosa no solo para las escuelas, sino también para las familias y el mundo laboral.
El material se divide en tres niveles, representados por colores distintos, cada uno con una situación de alerta o «foco rojo». Las formas de violencia que se presentan en el material no siguen un orden específico, pueden ocurrir de forma simultánea o alternada.