Las madres buscadoras de Colima cargan siluetas humanas de papel que al levantarlas parecen animas y al acostarlas semejan cuerpos esparcidos

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  • El gobierno quiere desaparecer a los desaparecidos, señalan

Monserrat Cárdenas

SemMéxico/Tlanesi, Periodismo de Derechos Humanos, Colima, Colima, 1º. de septiembre, 2023.- Manuel Trinidad Enciso Garnica está ¡no presente! Así enuncian las madres buscadoras al hombre de 42 años desaparecido el 4 de mayo cuando salía hacia su trabajo en una funeraria de Manzanillo.


En la marcha de este miércoles, en el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, su nombre es pronunciado junto al de Joanna Isabel López Álvarez, Horacio Guízar de la Mora, José Alfredo Olivera Castellanos, Lucía Guadalupe Trillo Rangel, David Verduzco de la Cruz y al de las mil 700 personas más que no están. Fueron _levantadas, secuestradas, llevadas con engaños y desaparecidas en Colima.

Hoy, sus nombres son recuperados y condensados en una sola exigencia: ¡que aparezcan! Eso es lo que le pide a Dios Doña Angélica Garnica, madre de Manuel. Llora porque no tiene a su hijo, porque sus nietos no tienen a su padre, porque su hija no tiene a su hermano y porque su hermana no tiene a su sobrino.

Marcha con las demás mamás de personas desaparecidas en la entidad porque es su único recurso. En la Fiscalía le dicen “que no han encontrado nada, que han ido a preguntar y que no saben nada de él”.

Por eso llora. Porque ya no hay quien juegue con los niños ni los platillos que cocinaba su hijo. “Yo me siento bien deprimida. No quisiera estar en este lugar, pero me tocó; ni modo, aquí estamos”, dice Angélica.

Las madres buscadoras han salido a las calles para honrar a sus seres queridos y recobrar las fuerzas agotadas en los cerros, hospitales, cárceles y morgues a donde van a buscar. Caminan amenazadas por la lluvia, la impunidad y la soledad porque, dicen, sus marchas no atraen solidaridad. Se lamentan por no encontrar aún una forma para hacer que la sociedad se les una.


“Pensamos que seríamos más, pero no importa, así vamos a empezar”, dice al partir la representante de la Red Desaparecidos en Colima A.C., Carmen Sepúlveda Gómez, quien busca a su hijo Carlos Donaldo Campos Sepúlveda, de 24 años, desaparecido en Villa de Álvarez el 20 de agosto de 2018 cuando iba en su motocicleta.


Aquí, como en el resto del país, también son las mujeres las que mayoritariamente marchan: las madres, tías y hermanas. Hoy cargan figuras humanas de papel que al levantarlas parecen ánimas, y al acostarlas sobre el piso asemejan cuerpos esparcidos.

Ahí van los rostros de Pedro Antonio Lucatero Orozco, Jaime Moreno León, Diego Arreola Abarca, Francisco Daniel Lucatero Orozco, Teófilo Arreola Ochoa y tantos nombres más que son casi imposibles de mencionar.

En su pronunciamiento al llegar al jardín Libertad, las madres señalan las maniobras del gobierno federal para “desaparecer a los desaparecidos” con una metodología poco clara para contabilizarlos en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). Piden al presidente transparencia y honestidad.

“Tan sólo en lo que va de 2023 hemos abierto 80 fosas clandestinas en Colima. En este grave contexto las familias de desapariciones involuntarias manifestamos nuestra preocupación ante la falta de certeza que existe en el número de personas desaparecidas en nuestro país”, señalan.

Los datos de la Red contemplan más de mil 700 desaparecidos en el estado, mientras que en el RNPDNO sólo aparecen mil 386 reportados.

También urgen al Estado a destinar titulares para la Comisión Nacional de Búsqueda y para la Comisión Estatal, porque en exactamente en dos meses ambos puestos quedaron desocupados tras las renuncias de sus representantes.


“Exigimos que se refleje el compromiso del gobierno con la atención a este crimen a través de la designación de una persona titular de la Comisión Nacional de Búsqueda que cuente con la capacidad técnica y genuino interés en la causa. Y la misma exigencia hacemos al gobierno del estado de Colima con respecto a la persona titular de la Comisión local de Búsqueda que aún se encuentra vacante”.


Aracely López espera que con la nueva o nuevo titular el caso de su hijo, Julio Alejandro Baltazar López, desaparecido con 16 años en Tecomán el 28 de enero de 2018, pueda avanzar. Aunque Julio era menor de edad y tenía derecho a una búsqueda prioritaria “ni la Alerta Amber quisieron levantar. En su momento la autoridad no hizo caso. No hicieron caso de la sábana de llamadas”.

Aunque no cuenta con apoyo familiar, Aracely busca a su hijo acompañada de mamás como Carmen y Angélica, que gritan ¡no presente! cuando escuchan el nombre de Julio pasar. “No me siento sola, sé que no soy la única y sé que unidas buscamos a todos y los vamos a encontrar”.

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