IMAGEN: Trinidad Olarte
Tipi Lector es un programa que convierte la lectura en un refugio cotidiano y accesible para todas las edades.
Ahí se combinan lectura en voz alta, exploración libre de libros y momentos de conexión afectiva, fomentando el amor por las historias y el vínculo con las palabras.
El nombre Tipi, viene del lakota, significa “casa” y simboliza la lectura como hogar.
Alejandra García Aldeco*
SemMéxico, Cd. de México, 24 de septiembre, 2025.- Uno de los mayores desafíos en la formación de lectores en la educación básica es ofrecer experiencias variadas, significativas y accesibles que fortalezcan tanto las habilidades como el gusto por leer. La lectura, entendida desde una perspectiva amplia de alfabetización, trasciende la simple decodificación de letras y palabras: significa abrir una puerta a la cultura que nos conecta con un universo lleno de significados.
Leer está presente en múltiples manifestaciones: libros, menús, revistas, instrucciones,
historietas, afiches e incluso imágenes que transmiten ideas y emociones. Esta diversidad enriquece la experiencia lectora y la integra de manera natural en la vida cotidiana, convirtiéndola en una práctica que trasciende las paredes del aula.
La estrategia denominada “Tipi Lector” propone fomentar la lectura en voz alta realizada por personas adultas hacia niñas, niños y adolescentes, sin importar su edad. Esta práctica, respaldada por investigaciones educativas, impulsa el desarrollo del vocabulario, mejora la comprensión y fortalece el disfrute por la lectura. De igual manera, la lectura individual —especialmente cuando los estudiantes eligen sus propios libros— favorece la autonomía, el interés personal y la conexión íntima con los textos.
El nombre tipi proviene del lakota, una lengua sioux de los pueblos originarios de Norteamérica, y significa “casa”. Igual que ese refugio cálido y seguro, Tipi Lector busca que la lectura sea un hogar simbólico, un lugar al que siempre se pueda entrar para encontrar historias que cobijan, acompañan y transforman. Desde esta metáfora, la estrategia brinda orientaciones para que el hábito lector se convierta en una herramienta vital para toda la comunidad educativa.
Las claves para vivir la experiencia Tipi Lector son las siguientes:
- Lectura en voz alta. Las personas adultas leen en voz alta textos diversos, modelando entonación, ritmo y disfrute. Esta práctica beneficia tanto a quienes están en proceso de aprender a leer como a lectores ya consolidados, pues demuestra que la lectura no es un deber, sino un acto de placer y encuentro.
- Espacios y materiales accesibles. En el aula se construye un rincón de lectura con libros y materiales atractivos y variados. Es fundamental garantizar que todas y todos tengan acceso a ellos y que se promueva su cuidado, para que se sientan como bienes compartidos y valiosos.
- Lectura que trasciende la escuela. Se organiza el préstamo de libros para llevar a casa y se amplía el tiempo de contacto con la lectura. Se cuida que todas las personas se sientan incluidas: leer imágenes, símbolos o formatos no convencionales también forma parte de la experiencia lectora y la enriquece.
Cada encuentro de Tipi Lector comienza con cantos y juegos de lenguaje: mover el cuerpo, relajarse, divertirse y disponerse a disfrutar del momento. Estos rituales iniciales ayudan a centrar la atención y predisponen a las niñas y niños para vivir plenamente la actividad.
Posteriormente, la persona adulta realiza la lectura en voz alta de cuatro o cinco cuentos cuidadosamente seleccionados, algunos de ellos con propuestas para jugar, cantar o reflexionar. La interacción con la audiencia es esencial: se busca que todas las personas participantes observen las imágenes, hagan preguntas y se involucren activamente en la experiencia.
En un tercer momento, se abre un espacio de exploración libre del acervo disponible. Durante diez minutos, cada participante toma un libro y lo comparte con su acompañante, con la posibilidad de cambiarlo cuantas veces desee. Este espacio es inclusivo y abierto: no es necesario saber leer convencionalmente para participar, pues hojear, observar imágenes y conversar sobre ellas también constituye un acto de lectura.
Para cerrar, se genera un ambiente de calma. Las familias se acercan, abrazan a las niñas y los niños mientras escuchan un arrullo clásico, reforzando así vínculos afectivos positivos. El lenguaje humano nos envuelve desde antes de nacer, y los cantos y arrullos forman parte de nuestra memoria emocional más profunda. Si la actividad se lleva a cabo sin familiares presentes, se evita el contacto físico, pero se invita a inhalar y exhalar profundamente o a balancearse al ritmo de la música, siempre con una sonrisa.
La propuesta de Tipi Lector busca que la lectura suceda en múltiples momentos de la jornada escolar y con diversos propósitos: informarse, disfrutar, compartir, reflexionar. Cuando toda la comunidad educativa se involucra —docentes, familias, directivos— la lectura se convierte en un hilo que teje relaciones, aprendizajes y emociones.
Fundación Zorro Rojo, A.C. pone a disposición de todas las personas materiales y guías
diseñadas para acompañar a docentes y familias en la implementación de esta estrategia. La meta es construir entornos lectores ricos, inclusivos y sostenibles, donde leer sea un acto compartido y cotidiano, no una obligación aislada.
Porque leer es mucho más que una actividad escolar: es abrir puertas, encender la curiosidad y sembrar amor por las palabras. Es dar a cada niña y niño la posibilidad de encontrar en los libros un refugio, una voz amiga y un camino para comprender el mundo y a nosotras mismas. Hacer de la lectura un hábito accesible y gozoso es apostar por infancias más libres, creativas y seguras, capaces de habitar el mundo con palabras propias y con historias que les acompañen siempre.

Alejandra García Aldeco* Integrante de MUxED, es profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Querétaro y directora operativa de la Fundación Zorro Rojo, A.C. Ha sido maestra frente a grupo en preescolar, primaria y universidad durante los últimos 17 años. Piensa que la educación es una herramienta para ser más libre y más feliz, por lo que dedica toda su energía a construir conocimiento, junto con otras personas, y a compartirlo. @Fundaconzorrorojo
Referencias
Chambers, A. (2011). Tell Me: Children, Reading and Talk. The Thimble Press.
López, M. (2018). Un pájaro de aire. La formación de los bibliotecarios y la lectura en la primera infancia. Lugar Editorial.
Miller, D. (2013). Reading in the Wild: The Book Whisperer’s Keys to Cultivating Lifelong Reading Habits. Jossey-Bass.
Mol, S. E., & Bus, A. G. (2011). To Read or Not to Read: A Meta-Analysis of Print Exposure from Infancy to Early Adulthood. Psychological Bulletin, 137(2), 267–296.
National Early Literacy Panel (2008). Developing Early Literacy: Report of the National Early Literacy Panel. National Institute for Literacy.