· Las vallas fueron derribadas por las manifestantes
· En otra marcha niñas y jóvenes, así como madres del feminicidio denunciaron la falta de justicia
Citlalli López Velázquez. Fotos de L. Mejía.
SemMéxico, Oaxaca, 8 de marzo, 2025.- La marcha del 8M en Oaxaca, que reunió a cientos de mujeres en exigencia de justicia y derechos, terminó en represión. Al menos seis disparos de gas lacrimógeno fueron lanzados contra las manifestantes desde lo alto del Palacio de Gobierno y a un costado de la Catedral, por parte de elementos de seguridad pública.
Después de la movilización, los contingentes permanecieron en la plancha del zócalo y la Alameda de León. Un grupo se concentró frente a la Catedral y otro en Palacio de Gobierno, donde lograron derribar las cercas metálicas que resguardaban los inmuebles.
Integrantes del bloque negro encendieron fogatas en las puertas de ambos edificios, mientras madres víctimas de violencia vicaria, madres autónomas, familiares de víctimas de feminicidio y mujeres con sus hijas e hijos exigían justicia en el lugar.
Los primeros disparos de gas lacrimógeno se lanzaron desde Palacio de Gobierno, provocando confusión y dispersión entre las manifestantes. Luego, nuevos disparos fueron lanzados desde el hotel Marqués del Valle, lo que obligó a evacuar el zócalo y la Alameda, donde había mujeres con bebés, niñas, niños y adolescentes.
Poco después, elementos antimotines salieron de Palacio de Gobierno acompañados de bomberos, quienes sofocaron las fogatas. En tanto, el mando del operativo amenazaba con detener a las mujeres que aún permanecían en el lugar.
Un grupo de manifestantes confrontó a los policías, cuestionando su violencia contra la protesta mientras permanecen omisos ante las agresiones diarias contra las mujeres.
Desde la Declaratoria de Alerta por Violencia de Género en Oaxaca, 719 niñas y mujeres han sido víctimas de asesinatos violentos.
Como parte del operativo de disuasión de la marcha, seis unidades de la policía estatal patrullaron alrededor de la zona con sirena abierta y torreta encendida.
Cabe destacar que desde una noche antes, mensajes circulados en WhatsApp emprendieron una campaña de terror para infundir miedo a las manifestantes. De la misma manera, 24 horas antes de las protestas fue circulado un documento oficial en donde criminalizaba a dos de los contingentes que convocaron a marchar.
El clima de terror y criminalización llevó a que fuera suspendidas algunas actividades como La Campamenta cultural, por considerar que no habían condiciones para su protesta.
Por otra parte, desde el Panteón General salió otra marcha, denominada separatista, que marchó en sentido contrario y llegó hasta El Llano, donde mujeres, madres de feminicidio y niñas expresaron su inconformidad por la violencia que viven cada día y la falta de acceso a la justicia.





