Natalia Vidales de Bitterlin
SemMéxico, Ciudad de México, 17 de octubre, 2025.- Sin duda alguna la mejor noticia a nivel mundial de esta semana fue la elección de María Corina Machado para merecer el Premio Nobel de la Paz 2025.
Los integrantes del Comité Noruego del Nobel reconocieron el trabajo incansable de María Corina, -quien desde las elecciones del 28 de julio del 2024 se encuentra viviendo en la clandestinidad y amenazada con apresarla por el régimen de Maduro-, y su lucha por la defensa de los derechos democráticos para los venezolanos.
Ella se convierte así en la 18° mujer que recibe la importante distinción desde la fundación del Nobel en 1901, ocupando un lugar en la historia junto a quienes la han precedido, entre ellas la Madre Teresa de Calcuta, Rigoberta Menchú, Nadia Murad y otras destacadas mujeres que lucharon contra la violencia sexual, las guerras, la discriminación, el autoritarismo y la opresión en sus lugares de orígenes o en el mundo entero.
Además de importante, la distinción es significativa, porque se envía un mensaje de rechazo a los regímenes autoritarios y antidemocráticos…y ese mensaje llega a la población mundial.
El apoyo a quien con valentía y constancia defiende las libertades, como lo ha hecho Corina en Venezuela, es total. Por ello, Latinoamérica entera debe estar de fiesta ya que este puede ser el inicio de la caída de gobernantes que han abusado del poder y han causado hambre, destrucción y violencia en sus países con sus discursos antidemocráticos, de agresión e intolerancia.
En México, desafortunadamente, al gobierno morenista no le gustó la elección -y así lo han hecho saber a través de diversos medios de comunicación-. Y no les gustó porque el anuncio le resta fuerza y exhibe al régimen de México que se ha ido apropiando de instituciones y ha atentado contra lo más preciado de los ciudadanos: la democracia y sus libertades.
Pero, les guste o no, el próximo 10 de octubre Ma. Corina recibirá la presea en Oslo, Noruega, y millones estaremos aplaudiendo la lucha política de esta mujer que no se ha doblegado ante el gran dictador, Nicolás Maduro, dando un ejemplo de que la decisión y la constancia pueden acabar con gobernantes que no llegaron para servir a su país, ni para mejorar sus condiciones de vida, sino para empoderarse y beneficiarse a costa de los ciudadanos.
En consecuencia, el Nobel para María Corina es ¡perfecto! en estos tiempos donde las dictaduras, el autoritarismo y la represión pretenden tomar fuerza.
¡Enhorabuena por mujeres como ella!