Soledad Jarquín Edgar
SemMéxico, Oaxaca, 6 de febrero, 2025.- “En el gobierno de la cuarta transformación no habrá lujos, corrupción ni impunidad, no habrá ni doble estándar ni doble moral. Al margen de la ley, nada, por encima de la ley, nadie. Se acabaron los privilegios para unos cuantos a costa del patrimonio del pueblo de Oaxaca. Ahora, el gobierno no estará al servicio de las élites ni de ninguna familia, no permitiremos que sigan viniendo de otros lugares a aprovecharse de la bondad de nuestro pueblo”.
La cita anterior fue extraída de versión estenográfica de la sesión solemne de la LXV Legislatura Parlamentaria Constitucional del Estado del 1 de diciembre de 2022, cuando rinde protesta y toma posesión como gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz.
Lo cierto es que, como diría mi abuela Lucha: no mijita, más pronto cae un hablador que un cojo. Es un asunto que tiene que ver con lo humano, porque es cierto, a lo bueno todo el mundo se acostumbra y muy pronto. La “doble moral” que citó Jara Cruz permea a través de la piel de quien gobierna y de quienes los secundan.
Desde hace varios meses, diversos medios de Oaxaca han documentado el nepotismo del gobernador en turno, esa vieja práctica que se criticó y con mucha razón del otrora partido gobernante, el PRI. Hoy, quizá más que ayer, el pudor político no existe. Cierto en Oaxaca el poder ha sido de familias, de la vallistocracia, como se llamaba a los gobernadores, uno detrás de otro, que nacieron y crecieron en la región de Valles Centrales, donde se asienta la capital oaxaqueña.
Con José Murat Casab llegaron los istmeños que de una u otra forma siguen enchufados al poder, gobierne quien gobierne, incluyendo a Jara Cruz, quien es fiel a la tradición de dejar fuera a la vallistocracia.
Cierto, el nepotismo no lo inauguró Salomón Jara, pero parece ser el que menos pudor político tiene, insisto, al darle cargos públicos a una docena de familiares directos o políticos, como ampliamente ya se documentó. Es verdad también que las descendencias tienen aspiraciones para continuar sus carreras profesionales y eso es muy loable. Pero aceptar un cargo público que se le ha otorgado solo por ser pariente directo o político es todo lo contrario de lo expresado hace unos 26 meses por el gobernador de Oaxaca.
Lo repito, por si se le olvidó: Ahora, el gobierno no estará al servicio de las élites ni de ninguna familia, no permitiremos que sigan viniendo de otros lugares a aprovecharse de la bondad de nuestro pueblo.
En el partido Morena estatal y en el nacional, en el Congreso de Oaxaca, en el gobierno municipal de Oaxaca de Juárez y por supuesto en el Ejecutivo local y ahora en el federal, los Jara y los Bolaños se hacen presenten, gracias a la mano omnipotente de Salomón Jara.
Se trata de hijas e hijo, sobrinos políticos, parejas de sus sobrinas, sobrinos y sobrinas, hermano, parientes de sus parientes, la nuera, son algunos de los nombres que hasta hoy han salido a la luz pública, denuncias que se hacen desde adentro, donde todavía hay personas con pudor político.
La polémica revivió cuando en días pasados, el titular del INFONAVIT (gobierno federal) fue designa como encargada del despacho de la Delegación en Oaxaca, Shunaxhi Nabaani Magdalena Jara Bolaños, hija del mandatario. Nadie duda de su capacidad, por supuesto, pero como dicen aquí hubo un ganchito.
En el partido Morena nacional opera desde antes Bxido Xishe Jara Bolaños, quien ocupa el cargo de Secretaria de Pueblos Originarios del Comité Ejecutivo Nacional de Morena.
Shabin Jara Bolaños también hijo del gobernador de Oaxaca es secretario de organización en el Comité Ejecutivo Estatal de Morena Oaxaca.
El sobrino de Jara Cruz Emmanuel Navarro Jara fue nombrado en noviembre pasado dirigente estatal de Morena Oaxaca, en sustitución de Benjamín Viveros Montalvo electo diputado local y presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local. Se dice que Benjamín también es pariente de Jara Cruz y es de los que se han acostumbrado a lo bueno. Mientras ha recogido total de forma parcial “las prerrogativas” que por abajo del agua o discrecionalmente recibían las y los diputados locales, que en Oaxaca suman 42. En la pasada legislatura recibían cada mes para sus gastos la cantidad de 200 mil pesos.
Lo otro que calladamente se rumora y que nadie se atreve a hacer público son los detalles bonitos que tiene para su persona el presidente de la Jucopo, donde las viandas vienen de los mejores restaurantes, además de pagar a personal de seguridad que hace inaccesible el tercer piso donde él despacha. Desde las escaleras y en los elevadores se controla le acceso.
El hermano del gobernador, Noé Jara Cruz hoy ostenta el cargo de secretario municipal en el gobierno de la capital oaxaqueña, dicen que es el poder tras el trono, y es guía de un novel político sobreviviente de la vallistocracia oaxaqueña.
Otro familiar es Fernando Jara Soto, hijo de su hermano Amador Jara. Para que este muchacho pudiera ser secretario de Servicios Parlamentarios, antes oficial mayor, fue necesario cambiar la ley orgánica del Congreso de Oaxaca, porque el muchacho de 29 años aún no cumplía la edad que antes de su ascenso establecía la ley. Cierto, el nuevo funcionario, hoy de primer nivel, ya trabajaba en el Legislativo, donde estiman hay otros cinco parientes laborando, pero no nos consta.
Además de los Jara, están los familiares políticos, parientes directos de la esposa del gobernador, Irma Bolaños, presidenta del Sistema DIF estatal. Entre ellas destacan Lorena Rodríguez Bolaños, quien es subdirectora de Innovación y Calidad de los Servicios de Salud de Oaxaca; Sheila Bolaños, también sobrina política, quien colabora en el DIF Estatal con su tía y Katia Bolaños Flores, sobrina política, es directora de Placas y Licencias de la Secretaría de Movilidad.
Los otros parientes cercanos son la nuera del gobernador, la diputada local Tania Caballero Navarro, esposa de su hijo Shabin Moisés Jara Bolaños, quien como ya vimos es secretario de organización de la dirigencia de Morena Oaxaca.
El cuñado de la diputada local y nuera del gobernador, Ricardo Ríos es director del Hospital de la Niñez, así como Irving López, también sobrino, y funge como coordinador de Giras.
Finalmente, Carlos Vichido Hernández, secretario de las Infraestructuras y Comunicaciones del gobierno de Oaxaca, cargo asumió en diciembre pasado, contraerá nupcias este 8 de febrero con Daniela Jara, hija de Antonio Jara, casualmente dedicado a la construcción.
Dicen que en el pecado se lleva la penitencia, veremos que sucede, lo importante es no tener memoria corta para no olvidar. Lo malo es no prometer lo que no se puede cumplir. Todo tiene un reverso. Ya lo dice la sabiduría popular “prometer no empobrece”, al contrario, aquí enriquece “a costa del patrimonio del pueblo de Oaxaca”, entrecomillas las palabras del gobernador.