Sandra Quiñones*
SemMéxico, Guadalajara, Jalisco, 7 de julio, 2023.- El calvario de las víctimas de feminicidio inicia con la terrible noticia del asesinato de la mujer, a partir de ese momento la vida de la familia cambia por completo, sus días se llenan de vueltas a la fiscalía, al SEMEFP, a buscar a los peritos, a los policías investigadores, a declarar, a buscar testigos, a recorrer el lugar buscando un indicio que ayude a los fiscales a dar con el paradero del feminicida.
En ese caminar se olvidan de comer, de atender sus asuntos personales, solo lo urgente es revisado y nadie les explica TODAS las repercusiones jurídicas que esa muerte produce en la familia y que se tienen que atender, nadie les informa, nadie les dice nada; la horrorosa desvinculación de todas las autoridades aunado al desconocimiento de los impactos jurídicos del feminicidio por parte de los ministerios públicos, policías investigadores, asesores jurídicos tanto de la comisión estatal de atención a víctimas como particulares, no abonan para nada en el tema de la justicia y de la reparación del daño.
Aunque ya estamos de lleno en el “nuevo” sistema de justicia penal, lo cierto es que todos los operadores aún tienen la mentalidad del antiguo sistema, donde la reparación del daño no existía como tal y la justicia… siempre estaba en deuda.
Y sigue estando en deuda con todas las familias de feminicidio del estado. Para la fiscalía basta que se dicte sentencia condenatoria (no importan los años ni las circunstancias del feminicidio para solicitar otras condenas, como la perdida de la patria potestad) para que emitan orondos boletines anunciando que se “hizo justicia”, y son renuentes a realizar todo lo correspondiente para la reparación del daño de manera integral.
Y sigue estando en deuda con todas las familias de feminicidio el estado cuando la secretaria de igualdad sustantiva entre mujeres y hombres inicia un padrón de victimas indirectas de feminicidio solo con las familias donde hay menores, excluyendo a raja tabla aquellas donde hay adultos mayores dependientes de la mujer que en muchos de los casos se encuentran enfermos; no, a ellos la justicia no les llega porque son “adultos”.
Y sigue estando en deuda con todas las familias de feminicidio el estado cuando los asesores jurídicos de la comisión estatal de atención a víctimas o los abogados de la procuraduría social nunca les dicen a las familias de la mujer que hay que tramitar custodias para dar certeza jurídica a los menores; o que se tiene que tramitar la declaratoria de beneficiarios para que la familia (hijos o padres) reciban las cantidades derivadas de la relación del trabajo; o que se puede hacer el trámite ante el seguro social para la determinación de huérfanos o dependientes económicos.
Y sigue estando en deuda con todas las familias de feminicidio el estado cuando seguimos teniendo juzgados “especializados” que solo atienen el tema penal, descobijando los asuntos familiares y entonces el sistema judicial trae de juzgado en juzgado a las familias, sin que la justicia pueda llegar y dar paz a sus hogares.
La actual administración estatal sigue estando en deuda con todas las familias de feminicidio.
*Abogada, CLADEM, Jalisco