Carlos Duayhe Villaseñor
Al compadre Eduardo Martens Barket, en su último viaje
SemMéxico, Ciudad de México, 12 de septiembre del 2022.- La vuelta legal de los militares a controlar la Guardia Nacional en sus actividades contra la delincuencia, aprobada recientemente por la Cámara de Diputados y ratificada por el Senado, genera toda clase de controversias en la sociedad en espera de resultados positivos tangibles.
Y no sólo resultados ante un panorama que por más estadísticas a la baja que se presenten en materia de delitos, agudizan las discrepancias políticas de todo orden no sólo entre los poderes sino en el resto de sectores sociales.
Por lo pronto no se sabe cuándo regresarán los militares a sus cuarteles y hay incluso la posibilidad de que en vez de retirarse en el 2024 como establece un artículo de la Constitución, ahora hay una nueva iniciativa, la del PRI, para que sea en 2028 y Morena está respaldando.
Hay muchas interrogantes, principalmente cómo manejarán las fuerzas armadas el respeto a las leyes que garantizan los derechos humanos también consagrados en los primeros 29 artículos de la Constitución.
Y de paso los convenios en diversas materias de derechos humanos signados por el gobierno mexicano y que son como 43 y contando: declaraciones internacionales de derechos humanos; tratados internacionales firmados y ratificados por México; tortura; derecho internacional humanitario –incluye desapariciones forzadas- derechos de las y los migrantes, entre ellos.
Otras recomposiciones inminentes son las respuestas mismas de la delincuencia organizada, principalmente en los referente a la producción y trasiego de enervantes tanto en las ciudades como hacia los Estados Unidos, sin descontar trata de personas, paso de migrantes desde el sur hacia el norte; tráfico de armas; extorsiones, secuestros.
Es una tarea muy compleja que enfrenta el gobierno federal y así como sostiene sus políticas de ir hacia los orígenes de la violencia y desde ahí empezar el equilibrio planteado, y lo que ocurre en las calles, carreteras, sierras, y mares de México.
En este mismo contexto urge coordinarse muy a fondo con las y los gobernadores, alcaldesas y alcaldes de todo el país en lo que concierne a las policías locales, que requieren mucha capacitación y sobre todo orientarlos a la tan esperada por décadas responsabilidades y convertirlas en garantes del estado de derecho.
De los magistrados y jueces, buenos que los hay, nefastos que pululan, lograr los compromisos con estos cambios emprendidos por las autoridades federales para que en verdad se logre una sincronía en los objetivos propuestos con estos cambios legislativos recién aprobados.
Atraques:
1. La carrera por la presidencia de la República sigue a todo tren. Con la suspensión de la alianza Va por México por parte del PAN y del PRD por la actuación del PRI en la aprobación de la Guardia Nacional, cambia la correlación de fuerzas. Morena va que vuela y el PRI se desmorona con el dirigente actual, Alejandro Moreno.
2. Se reúnen los gobernadores de Puebla y Veracruz, Miguel Barbosa Huerta y Cuitláhuac García Jiménez, con el fin de construir la paz entre ambas entidades, coordinadas las fiscalías, secretarías de seguridad y fomento al turismo y cultura, lo importante es que el corredor entre ambas entidades deje ya de ser el más riesgoso en todo el país. A ver si ahora sí.
3. Por fin agua en muchas entidades del noroeste del país, en las franjas que van de las montañas hacia el mar, gracias a los huracanes que se han registrado. Causan daños lamentables, sí, originan beneficios, también.