No fue el “pueblo bueno”, aquel que compra con programas sociales para que respalden “la transformación” -¿qué no es delito grave comprar votos con recursos públicos?- y mucho menos el jodón conservadurismo
Además de atenderse rutinariamente sus males como el hipertiroidismo, la gota, azúcar alta y corazón, sería conveniente que el populista López Obrador se realice una resonancia magnética porque en una de esas, de tanto estar pendiente de lo que escriben y dicen periodistas críticos, le salió un tumor en el cerebro.
Tras el golpazo del 13N, fastidiado, harto -hasta la madre- de que estos cabrones del “conservadurismo” no entiendan para nada su proyecto de la “cuarta transformación”.
Si nada de esto sucedió en cuatro años y, por el contrario, empeoró, tampoco nada garantiza que puedan cambiar las cosas en los próximos seis años. Paradójico.