los canales 11, 14 y 22 de televisión perdieron calidad, respeto y reconocimiento porque se volvieron vehículos propagandísticos para enaltecer a los nuevos dueños del poder, al licenciado presidente y la doctora Sheinbaum
No es volada ni ficción, es la sencilla conjetura que se teje a partir del momento en que se abren al escrutinio popular los actores del escándalo del momento.